Estas mismas fuentes añaden que el shock traumático descarta la posibilidad de que ambos agentes fallecieran a causa de disparos de bala, otra de las posibilidades que se barajaban. La información con la que contaba la Policía hasta ahora es que el subinspector fue encontrado ya sin vida en su dormitorio de la embajada, muy cercano al lugar en el que hizo explosión el coche bomba.
En el lugar había restos de sangre y el subinspector presentaba cortes de cristales en el cuello, según los datos que trasladó la cúpula policial a los sindicatos del Cuerpo el pasado sábado. Además el agente tenía su arma en la mano por lo que se especuló con que hubiese muerto tras enfrentarse con los terroristas.
Por su parte, la versión policial es que el agente Isidro Gabino murió después de abandonar el búnker de seguridad en el que se encontraba al darse cuenta de que faltaba su compañero. En ese intento resultó herido, pero pudo ser evacuado con vida del lugar. Murió de camino al hospital.
La autopsia es clave para despejar las incógnitas que rodean aún las 12 horas que duró el asalto talibán a la delegación diplomática. En el marco de la investigación, también serán determinantes los testimonios de los siete compañeros que sobrevivieron al ataque.
La conclusión del shock traumático se trata de un primer avance de los resultados de las autopsias, remarcan las fuentes consultadas, que advierten de que serán necesarios informes complementarios para ampliar más datos. Pese a que se haya confirmado la causa de la muerte producto de las explosiones, no se descarta que también recibiesen algún disparo. El avance de las autopsias también refleja restos de metralla.
Ambos agentes fueron sometidos a sendas autopsias en el instituto anatómico forense una vez que sus cuerpos fueron repatriados a España ayer martes procedentes de Afganistán a las 11.30 horas. Los análisis de los cadáveres obligaron a suspender la capilla ardiente que estaba previsto ubicar en el complejo policial de Canillas a las 14.00.
Los féretros con los restos mortales del agente San Martín y el subinspector García Tudela llegaron desde el anatómico forense hasta Canillas a las 16.30. En el funeral homenaje el Rey don Felipe les condecoró con la medalla de Oro al Mérito Policial, máxima distinción del Cuerpo.
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