Compatibilizar los estudios con actividades extracurriculares puede no resultar la mayoría de las veces sencillo. Pero si a ello sumamos compatibilizar una carrera deportiva profesional con estudiar un grado universitario, puede que acabemos empapados en sudor al final de cada día.
¿Están los deportistas mejor preparados para abordar la presión, los plazos en la entrega de trabajos, o estudiar a contratiempo? Algunos datos apoyan esa teoría, según un estudio de la Universidad de Loughborough publicado por el Diario Internacional de la Historia del deporte, los estudiantes que están en esa situación, cuentan con una mejor predisposición a los estduios. En otros países dónde el deporte en la universidad cuenta con una mayor tradición, como en Reino Unido o Estados Unidos, estos deportistas son apreciados dentro de la comunidad universitaria llegando a ser un referente. Además muchos de ellos empezaron a practicar deporte con la idea de conseguir una beca para sus estudios y así obtener un diploma.
"Están bajo presión todas las semanas, para el resto de estudiantes los deportistas universitarios son muy organizados, disciplinados y eficientes con su tiempo, sus habilidades deportivas son útiles en el aspecto académico de sus vidas", dice Stephen Baddeley, director deportivo de la Universidad de Bath, quien cuenta con una gran cantidad de deportistas clasificados en los juegos universitarios.
Parece ser que la autodisciplina es la clave del éxito en muchos casos. "La mente se distrae al hacer trabajos universitarios, pero si desarrollan un enfoque y saben que tiene que utilizar su tiempo de manera eficiente, entonces esa capacidad deportiva se transfiere al ámbito académico", dice Baddeley.
A los estudiantes se les recomienda a menudo realizar deporte como una manera de evadirse, autorealizarse y desestresarse. Mientras unos optan por simplemente leer, jugar a videojuegos, o distraerse con el póker online. Parece que los que hacen caso a la popular frase latina "Mens sana in corpore sano", son los que salen ganando. Según un estudio de las BUCS (British Universities and Sport) los diplomados que han realizado una actividad deportiva durante sus años de estudios tienen mejores prospectivas para encontrar empleo.
Según las empresas de recursos humanos, estos empleados han desarrollado capacidad de trabajo, colaboración en equipo, y un liderazgo para tomar decisiones de forma rápida sin llevarse por la presión. Cualidades muy apreciadas por los reclutadores. Los mejores atletas-estudiantes son muy versátiles, con gran capacidad de improvisación sin necesidad de un plan previo.
Los atletas universitarios también pueden ser grandes comunicadores y jugadores de equipo. "En rugby, por ejemplo, a menudo debes conocer a nuevos miembros del equipo, así que tienes que encontrar la manera de seguir adelante con ellos para jugar el mejor rugby en el campo", opina Luke T., un estudiante de medicina en la Universidad de Exeter que representó a Gales en el rugby en los Juegos de la Commonwealth.
La combinación del deporte al más alto nivel con estudios superiores no es una tarea sencilla, y seguramente no apta para todo el mundo.
Muchos padres y tutores ven con temor esta combinación, con miedo que sus hijos acaben volcados simplemente en el deporte, o que sus expedientes académicos no sean lo suficientemente brillantes. Pero hay que recordar que la mayoría de estos deportistas empiezan desde niños, y adquieren algo que parce ser
la clave del éxito, la autodisciplina
