Arrimadas ha advertido de que ella, como jefa de la oposición, no emulará al líder de ERC, Oriol Junqueras, cuando era jefe de la oposición, sino que abordará la corrupción y tratará de abrir las negociaciones con el Estado: "Ustedes dicen que es imposible negociar un mejor sistema de financiación, pero dicen que negociarán la independencia. ¿A quién quieren engañar?".
Ha tachado el acuerdo con la CUP de "humillante" y ha afirmado que también eso es un reflejo de lo que hacía Mas como presidente, porque una de las cláusulas que recoge el documento obliga a la CUP a hacer un "cordón sanitario en torno a C's, PSC, SíQueEsPot y PP", ya que no les permite votar con ellos medidas que vayan contra la independencia, lo que a su juicio supone poner un cordón a la mayoría de catalanes.
Arrimadas ha dejado claro que su voto contrario a la investidura no es sólo por discrepancia política, sino porque "no se puede estar de acuerdo con los que quieren saltarse las leyes, la democracia y la justicia", y ha prometido a trabajar pero respetando las leyes, las resoluciones judiciales y a todos los catalanes, incluidos a los que no piensan como su formación.