Aunque pueda parecerlo porque actúa sólo, con el aditamento de una escenografía austera: una mesa, algunos libros y una silla, no es un monólogo. Godoy lo califica de “charlista” y añade “ ha habido grandes charlistas como “Wimpi”, Pépe Iglesias “El Zorro”. Ellos se dedicaban a hablar de una forma intimista en el escenario”. Y eso es lo que hace Godoy Romero ( su nombre completo). Habla de temas eternos: la vida, el amor, el sexo…No hace referencias a la actualidad (salvo puntuales menciones a Rajoy, Marhuenda e Inda). Porque no pretende ceñirse a la realidad y lo cotidiano sino a la fantasía, la imaginación y la ficción.
Sueños
Hay una palabra que le gusta mucho a Godoy para definir lo que hace: soñar. Se considera un “voraz soñador” y añade “utilizar la mentira, la ilusión y la imaginación me hace más libre”. Tiene una clara concepción de lo que es ser un artista, “el hombre que se precie de ser artista no ve las cosas como son en realidad, si lo hiciera, dejaría de ser artista”.
El ingenio y la sencillez van unidos a este entrañable uruguayo que ha encontrado “su ciudad” en Barcelona. Al programa de mano le llama “programa de pie”, y está en forma de plantilla de zapato. En él cita un párrafo de “La Tempestad, Segundo acto” de Shakespeare. “Nuestras vidas están hechas con la misma tela que están tejidos los sueños”. “La vida son unas vacaciones cortas de la muerte”, es otra de sus frases preferidas, con gran carga filosófica .
Huye del aplauso fácil, para desmarcarse de la mayoría (algo propio de los genios). Por eso, antes de desaparecer en el escenario, tras hora y cuarto de actuación señala: “ahora se supone que ustedes, aunque sea por educación me van a aplaudir. Pero les advierto que no voy a volver a salir al escenario…”. Los bises no van con él.
Cinéfilo
Otro aliciente del espectáculo es que antes de su comienzo, pasa en pantalla y con ligera música de fondo trozos de películas emblemáticas del cine de los años treinta y cuarenta, como “El beso de la muerte” con Richard Widmark. Su película preferida del cine negro es “Laura” del director Otto Preminger, en la que interviene, según los cinéfilos, la mujer más bella de la historia del cine: Gene Tierney . Y es que Godoy es un cinéfilo empedernido: su otra gran pasión…