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Auxi Reula (Amref): "Casi 1.000 niños y niñas mueren a diario a causa de la diarrea en África Subsahariana"

miércoles 20 de enero de 2016, 12:00h
Auxi Reula Arasanz, directora de Amref España
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Auxi Reula Arasanz, directora de Amref España (Foto: Amref)
Auxi Reula Arasanz, directora de Amref España, analiza en Diariocrítico la situación sanitaria del continente africano. Amref Flying Doctors es una fundación sanitaria sin ánimo de lucro, aconfesional, apolítica y genuinamente africana. 'No creemos que la medicina de bata blanca sea exclusiva del mundo occidental', explica Reula para reivindicar la importancia de sus profesionales, a pesar de la escasez de medios. África concentra sólo un 3% del personal sanitario mundial y tiene frente a sí los mayores retos: la escasez de agua y la desnutrición agravada por el cambio climático; el VIH, el acceso a las vacunas, las muertes en el parto…

- ¿Cómo está la salud del continente Africano? ¿Se ve afectada por el cambio climático?

La falta de acceso sanitario es uno de los mayores problemas al que se enfrenta el continente. Por un lado, hay escasez de médicos: los países africanos concentran solo un 3% del personal sanitario a nivel mundial y un 1% de los recursos económicos destinados a salud, y por otro, hay muchos problemas para acceder a las instalaciones sanitarias. Muchos países de África Subsahariana adolecen de falta de carreteras debidamente asfaltadas, y si tenemos en cuenta que las distancias son mucho más grandes que en Europa y que hay una mayoría de población rural, nos encontramos con que la población tiene que hacer un gran esfuerzo para acceder a servicios sanitarios básicos, y necesitan medios extraordinarios para llegar a servicios más especializados, como cirugías o rehabilitaciones que normalmente solo se encuentran en las capitales grandes.

El cambio climático está empeorando la situación. El ejemplo más reciente lo tenemos en Etiopía, que sufre la peor sequía desde los años 80 por el fenómeno de El Niño pero también por el cambio climático. Y, en un país donde la mayoría de la población vive de la agricultura, que haya sequía significa que habrá menos cultivo, lo que traerá hambre y malnutrición.

Paradójicamente, los países que más sufren las consecuencias del cambio climático son aquellos que no lo han creado, ya que al tener menos ingresos son los que menos se pueden adaptar a sus secuelas: una sequía, una inundación o un cambio continuado de temperatura en un país europeo puede suponer, como mucho, la pérdida de cultivos y efectos materiales de una pequeña parte de la población, pero en África trae consecuencias mucho más dramáticas: hambrunas, desnutrición y epidemias.


- ¿Qué países son los que peores condiciones sanitarias tienen?

A nivel general, son los países africanos los que tienen peores condiciones sanitarias. Esta región tiene el número más alto de mortalidad infantil (según datos del Banco Mundial, durante el año 2015 hubo 2.820.000 de muertes en África, frente a las 223.000 que hubo en América, por ejemplo) y graves problemas con enfermedades mortales de transmisión sexual, como el VIH, que causó 45.000 muertes en Etiopía, 58.000 en Kenia o 82.000 en Mozambique durante el año pasado, en comparación con las menos de mil muertes que se dieron en nuestro país.

A las causas antes mencionadas que reducen la calidad de la sanidad, como la falta de personal y de infraestructuras, se unen otros elementos, como la falta de higiene y de acceso a fuentes de agua potable, o el poco conocimiento sobre salud sexual y medios de protección. El desafío es mucho mayor que formar personal sanitario o crear infraestructuras, también se debe educar y sensibilizar a la población, informar y enseñar, y conseguir así un cambio de hábitos y costumbres.

La guerra y los conflictos armados en algunos lugares, como Sudán del Sur o la República Centroafricana también afectan directamente a empeorar las condiciones sanitarias.


- ¿Cuánta población sigue sin acceso a agua potable? ¿Y a las vacunas?


Según datos de la OMS en 2015, 319 millones de personas no tienen acceso a agua potable en África Subsahariana, la mayor cifra a nivel mundial. Existe un problema grande con el saneamiento y el agua potable en los países donde trabajamos, por lo que la creación de pozos, de tuberías que bombeen el agua y la potabilidad de fuentes de aguas es uno de los pilares de nuestros proyectos. Las consecuencias de la falta de acceso al agua potable son dramáticas: casi 1.000 niños y niñas mueren a diario a causa de la diarrea y de enfermedades intestinales relacionadas con falta de saneamiento e higiene. Es además un ámbito en el que vale la pena trabajar para erradicar, puesto que por cada dólar invertido en saneamiento se obtienen unos 9 dólares de beneficio.

El ámbito de las vacunas es igualmente preocupante: en muchas zonas de África la cobertura no llega al 50%, mientras que en nuestro continente es del 90% y se estima que, a nivel mundial, 21,8 millones de lactantes de todo el mundo aún no reciben las vacunas básicas. La precariedad del sistema sanitario en algunos lugares y la falta de acceso o de conocimiento sobre la existencia de prácticas de inmunización explica estas cifras.

- ¿Cuántas mujeres y niños siguen muriendo en los partos?

800 mujeres mueren cada día en el mundo por complicaciones durante el embarazo y el parto, de las cuales 440, más de la mitad, viven en África subsahariana. Un total de 200.000 mujeres mueren cada año en África por falta de cuidados especializados durante esta etapa de su vida. Se recomiendan un mínimo de 8 visitas al ginecólogo durante el embarazo para revisar si todo va bien, pero las mujeres africanas realizan, de media, solo dos, no recibiendo ningún tipo de atención obstétrica un gran número de ellas.

El mayor problema con respecto a los niños menores de cinco años, cuya cifra de mortalidad se ha mencionado anteriormente, es la desnutrición. Más del 30% de los niños de África Subsahariana se encuentran en estado de malnutrición, y la falta de alimentos es la causa de la mitad de las muertes infantiles. Si tenemos en cuenta que estas muertes se pueden prevenir entendemos el dramatismo de la situación.

Un momento clave de la salud materno-infantil es el parto, en el que a veces pierden la vida la madre o el bebé. Ya sea porque no pueden ir al hospital o porque, por causas culturales, no quieren ir (suelen asociar a las instalaciones hospitalarias con la muerte), muchas mujeres dan a luz en sus casas, en condiciones insalubres y sin la supervisión de personal sanitario.

Evitar las muertes durante prevenibles durante el embarazo y el parto es nuestro pilar más importante, por eso estamos impulsando la campaña “Stand Up For African Mothers”, ‘Actúa por las madres africanas’, que busca formar a 15.000 matronas antes de 2018, de las que ya llevamos más de 7.000. Pensamos que es importante formar a personal local para que cuiden de su propia comunidad, y si no se da a luz en unas instalaciones sanitarias, lo ideal es que las mujeres que dan a luz tengan a al menos una profesional en la materia revisando el proceso.

- ¿Cuáles son las mayores urgencias en la sanidad africana: el VIH, la alimentación, el agua, la malaria, el ébola, la tuberculosis, la cirugía...?¿Cómo se puede priorizar?

En materia de salud, todas las causas son prioritarias. Quizás haya algunas más urgentes que otras -la epidemia de ébola que sufrieron algunos países de África Occidental es un buen ejemplo-, pero todas las causas son igual de importantes. En Amref intentamos tener un aproximamiento holístico, más total, que también va dependiendo de las sedes que tenemos.

Por ejemplo, en la sede de España nos centramos mucho en la formación de matronas (actualmente hay una promoción de 60 matronas en el Samara Health Science College de Etiopía que se están formando íntegramente con fondos españoles) y en la creación de pozos y potabilización de aguas en zonas remotas, pero no descartamos, si conseguimos fondos suficientes, iniciar proyectos en otros ámbitos. Por su parte, otras sedes han puesto énfasis en ámbitos diversos, como la vacunación, la educación sexual, la sensibilización contra la mutilación genital femenina, la cirugía especializada en lugares remotos, la rehabilitación de niños de la calle etc.

Si se tuviese que priorizar en un ámbito, éste dependería de la situación del país y de las necesidades que presente su población, pero seguramente la priorización en concreto sería algo temporal, ya que todo es importante.

- ¿Son compatibles las medicinas, tratamientos o metodologías sanitarias occidentales con las culturas más tradicionales?

Amref es una entidad que cree en la medicina, en el progreso y en la investigación científica. No creemos que nuestro concepto de medicina e investigación, con gente con bata blanca en un laboratorio, sea algo exclusivamente perteneciente al mundo occidental. De hecho, potenciamos mediante fondos venidos de diversas sedes de Europa la investigación médica desde África para África. Los africanos que investigan son gente con un nivel educativo muy alto y muy preparada para realizar su trabajo, y nosotros intentamos ponerles medios cuando no los tienen, pero nada más que eso, ya que confiamos en su forma de trabajar. Creemos que África puede crear una sólida comunidad científica y médica mediante la educación y la inversión en medios y apoyamos a quién sea necesario para conseguirlo.

Otra cosa es el eterno debate entre medicina “moderna” y métodos más tradicionales. Entendemos que las tradiciones tienen un peso enorme en muchas comunidades africanas, y tenemos un enorme respeto hacia lo que piense cada africano, no queremos imponer nada a nadie. Si una persona no quiere someterse a nuestras rutinas sanitarias y prefiere acceder al curandero o al chamán de su población, es libre de hacerlo, nada se lo impide. No entraremos a valorar si las técnicas de medicina tradicional funcionan mejor que la medicina moderna porque no es nuestro campo de actuación.

En cualquier caso, hay que valorar el papel que representan en las comunidades locales, con mucha frecuencia, los agentes tradicionales de salud. En Sudáfrica, por ejemplo, Amref promovió la incorporación de las “Sangomas” (curanderas tradicionales) al Sistema Nacional de Salud. Y lo hizo porque, si las capacitamos debidamente en rudimentos de la “medicina científica” -la nuestra-, suponen un importante apoyo para derivar a los pacientes que ellas no pueden tratar con sus ritos, hierbas… a centros y a profesionales capacitados para ello. Es, pues, un camino de dos direcciones: si las marginamos, estaremos cerrándonos una vía de acceso a los beneficiarios, personas que ven en ellas al referente, durante generaciones, de lo que para ellos es salud.

- ¿Los países que han sufrido la crisis del ébola están preparados para una hipotética recaída?

El 9 de mayo de este año Liberia se declaró libre de ébola. Fue una noticia que a muchos nos puso contentos, pero el 30 de junio se declaró un nuevo caso que puso de nuevo a las autoridades alerta. El ébola es una enfermedad de fácil contagio, por lo que las posibilidades de recaída a nivel epidémico existen, son reales, y las autoridades sanitarias africanas lo saben. Por ejemplo, el 14 de enero, la OMS declaró oficialmente el fin de la epidemia a nivel mundial, pero eso no significa que el peligro de recaída haya acabado.

La epidemia fue una desgracia para varios países, y de las situaciones difíciles se aprenden lecciones y se sale reforzado, así que probablemente a nivel sanitario se esté ahora más preparado en la lucha contra el ébola y habrá personal entrenado, instalaciones listas etc.

De todas formas, no estamos en situación de confirmar nada ni dar datos concretos porque en los países donde Amref España tiene proyectos no ha habido casos de ébola y no hemos trabajado directamente en la lucha contra la enfermedad.

- ¿Cuál es la situación del VIH en África?

El VIH es uno de los mayores problemas de muchos países de África Subsahariana. Su propagación es rápida, debido a la falta de conocimiento sobre la enfermedad y de preservativos, y a la falta de acceso antiretrovirales para acabar con la enfermedad la convierten en mortal y muy peligrosa.

Según datos de la OMS, hay casi 26 millones de personas aquejadas del virus en África. Aunque hay motivos para el optimismo: desde 2001, se ha reducido la presencia del virus en jóvenes de hasta 24 años en un 42%. Se debe seguir trabajando para minimizar la propagación del virus, especialmente en las mujeres, que presentan un índice más alto de VIH, y pueden propagar el virus a sus bebés una vez se queden embarazadas.

Los proyectos que realizamos para luchar contra el virus se centran especialmente en la sensibilización y la educación sobre el peligro del VIH. En Tanzania, por ejemplo, realizamos test de la enfermedad y tareas de sensibilización hacia enfermos en más de 200.000 hombres y mujeres.

- ¿Están debidamente coordinadas las distintas administraciones y ONG que trabajan sobre el terreno?

En nuestro caso, totalmente. Trabajamos codo con codo con las instituciones locales, que tienen peso tanto en la creación de la propuesta como en la supervisión del desarrollo del proyecto en terreno. Creemos que la complicidad con las autoridades locales es primordial para conseguir un avance tangible en cualquier comunidad africana.

Un ejemplo de la buena coordinación entre instituciones y Amref es el proyecto Mjali, proyecto implementado en Kenia, que consiste en una especie de app para Smartphone que utilizan los trabajadores en terreno y sirve para recopilar datos sanitarios a nivel local. Esos datos se envían a un servidor central cuyo acceso se limita a nuestras oficinas y al ministerio de sanidad de Kenia. En relación con la variación y el estudio de los datos, el ministerio puede ir decidiendo si cambia a nivel micro sus políticas sanitarias en las regiones y comunidades a la que pertenece cada dato.

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