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Y vuelta a empezar... el PP explora ahora la vía Ciudadanos y el PSOE se lo piensa antes de negociar con Podemos

Y vuelta a empezar... el PP explora ahora la vía Ciudadanos y el PSOE se lo piensa antes de negociar con Podemos
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> Sensación de incapacidad para llegar a acuerdos y de retrasar tiempos para conocer el movimiento del rival

martes 26 de enero de 2016, 08:46h
Sorpresa tras sorpresa... ¿hasta la sorpresa final? El caso es que la formación de un nuevo gobierno no puede estar siendo más complicada. Después de que durante semanas se cocinara un posible acuerdo de las izquierdas ante el 'no' generalizado a Mariano Rajoy, ahora el presidente en funciones ha dado un golpe sobre la mesa. Sorprendió el viernes anunciando que no se presentaría a la investidura ante la falta de apoyos, pero ahora explora la vía Ciudadanos con el argumento de detener como sea un pacto de izquierdas. Mientras, el PSOE se lo piensa antes de negociar con Podemos y Pedro Sánchez someterá a sus 'jefes' cualquier posiblidad de pacto con los de Pablo Iglesias.

Sin duda que crece la sensación de una total incapacidad por parte de los principales partidos de las elecciones del 20 de diciembre para llegar a acuerdos de investidura, así como la de que todos están jugando con dilatar los tiempos para conocer antes el movimiento del rival. Y es que Rajoy ha esperado a que comenzara a madurar el posible pacto de las izquierdas PSOE-Podemos-IU para mover ficha. Si bien es cierto que el viernes acudía a Zarzuela con la intención de comunicar al rey don Felipe que se presentaba a la investidura, después anunciaba que se daba de baja a la espera a que otro candidato lo intentara antes, en alusión a Sánchez.

3 días después tenemos nueva sorpresa y es que el líder del PP inicia negociaciones con Ciudadanos, aunque sin prisas, para intentar frenar lo que las grandes fortunas del país y otros poderes fácticos han comenzado a denominar 'coalición de perdedores' que llevarán a España a la ruina, con la pérdida de inversores extranjeros y demás calamidades económicas. El guión habitual, por cierto, en estos casos. Así las cosas, Rajoy ha hablado ya con Albert Rivera, su único posible aliado ante la continuada negativa del PSOE. Ambos dirigentes han mantenido este lunes una "breve" conversación por teléfono y han acordado iniciar negociaciones para "que sea posible la gobernabilidad". Sin embargo, según fuentes de Ciudadanos, el diálogo no empezaría hasta que el Rey termine la segunda ronda de contactos con los portavoces de los partidos.

Y mientras tanto, el otro lado de los pactos, está muy en el aire y con mucha tensión en el ambiente. PSOE y Podemos no pueden ser aliados a largo plazo, porque los de Pablo Iglesias buscan robar el voto de centro-izquierda para siempre a los de Ferraz, a los que dan por partido en camino al cementerio. Acelerar su caída sería evitar que gobiernen o hacer que queden retratados como partido de la 'casta', como suele decir el jefe de filas de la formación morada.

El PP no esconde ya que confía en que la presión de los barones socialistas haga saltar por los aires la negociación entre Sánchez e Iglesias. El PSOE trabaja contrarreloj hasta el Comité Federal del sábado donde Sánchez tendrá que lidiar con el escepticismo interno, a pesar de que el mano derecha de Sánchez, César Luena, ya haya asegurado que no llegarán a la Moncloa "a cualquier precio", en medio de las prisas de Podemos.

Ya como último agente que hace tambalear cualquier pacto están los mencionados miembros de Podemos, que insisten en su presión-casi-chantaje a los socialistas. Iglesias volvía a insistir ayer lunes en que exige la vicepresidencia y varias carteras ministeriales para poder formar gobierno y evitar que la derecha continúe al frente del país.

El precio que pagará cada uno está en cotización y al alza. Rajoy tendrá que entregar muchas de sus naves a Rivera, al que tanto criticó en campaña como Cronos devorando a sus hijos, evitando que los sucesores y herederos naturales del centro-derecha nacional le ganen la carrera contra el tiempo. Lo mismo le sucede a Sánchez, que tendrá que elegir entre ser devorado por la Vieja guardia y los barones territoriales, anclados en la vieja política, o ser socio de un peligroso aliado, lleno de egos y pretensiones como es el que todos quieren pintar de malvado. Hablamos de Pablo Iglesias. Pablo Iglesias Turrión. El hombre que tiene en jaque al país tras una carrera meterórica realizada desde los platós de televisión


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