Los ministros del Interior europeos han presentado en Ámsterdam, a través del director de Europol, Rob Wainright, el nuevo Centro Europeo contra el Terrorismo. Resultaba imprescindible, desde hace mucho tiempo, la coordinación de todos los gobiernos europeos para afrontar la lucha contra el terrorismo yihadista. Más allá de las limitaciones presupuestarias y los compromisos de déficit, que tantas decisiones trascendentales están condicionando cuando no debería haber ni siquiera la menor duda sobre la necesidad de realizar esta inversión en seguridad, al final se ha demostrado insoslayable crear un organismo operativo para hacer frente a una amenaza que ha alcanzado tintes muy preocupantes.
El problema más acuciante para todos es cómo prevenir y evitar la radicalización de jóvenes europeos con origen árabe, pero que han nacido, crecido y socializado en tierras europeas como Francia, Reino Unido, Alemania, Bélgica, Holanda, España, etc… Este Centro, dirigido por el coronel español de la Guardia Civil, Manuel Navarrete, tiene como misión seguir la pista a los cerca de 5.000 europeos que han estado con grupos terroristas en Siria e Irak y que representan una seria amenaza para todos cuando logran volver a sus países de origen.
La creación de este Centro no debe quedarse en una decisión política para la galería, con los ministros haciéndose una foto y cumplir con los votantes de cada país. Hay que dotarlo de recursos humanos y económicos, y, por la trayectoria que conocemos, el coronel Navarrete deberá luchar por conseguir esos recursos en los ámbitos políticos y funcionariales de Europol, porque experiencia y conocimientos los tiene acreditados. La labor que emprende el Centro es fundamental para afrontar un grave problema que tiene enormes repercusiones en las sociedades europeas y que despierta signos de xenofobia y rechazo de los refugiados.
Desde los atentados en París, el intercambio de información entre las policías europeas se ha incrementado notablemente y el objetivo es prevenir lo que se ha reconocido durante la presentación de esta nueva iniciativa: hay un riesgo elevado de nuevos atentados del Daesh en Europa. Esta advertencia puede crear más alarma entre los ciudadanos o más conciencia de colaboración con las Fuerzas de Seguridad. En el caso de España, la colaboración ciudadana ha aumentado en las últimas semanas. Un aspecto fundamental es ampliar la cooperación con los países árabes afectados que tanta utilidad han demostrado, como Marruecos.
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