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Los 100 mejores discos de los años 60 (del 50 al 41)
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Los 100 mejores discos de los años 60 (del 50 al 41)

martes 26 de enero de 2016, 12:58h

Después de repasar las 100 mejores canciones del pop español, los 50 mejores discos de lo que llevamos de década (2010-2014), y los 100 mejores discos de los años 80 ahora llega el momento de repasar los mejores discos de la conocida como década prodigiosa. Los 60 abrieron la Caja de Pandora de los sonidos, de aquí salieron los más importantes músicos de rock de la historia, en sólo 5 años, los que van de 1964 a 1969, surgieron más modas, estilos y figuras que en ninguna otra época, si el rock ya forma parte de la historia es porque también tiene parte de leyenda, como el Oeste de John Ford, y las mayores leyendas provienen de aquí, ¿conocen al Rey Lagarto? ¿Han paseado alguna vez por la Autopista 61? ¿Escucharon tocar la guitarra al Salvaje Ángel Azul? ¿Saben cuál es el reino de Sus Satánicas Majestades?... Los años 60 son territorio de leyenda.

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50. MC5 - Kick out the jams (1969)

El debut de los MC5 es uno de los grandes discos en directo de la historia del rock. Propulsados por las guitarras de Wayne Kramer y Fred 'Sonic' Smith los de Rob Tyner lanzan una descarga de adrenalina en estas ocho canciones que se adelantan a la energía y la crudeza del punk. La frase "Kick out the jams, motherfuckers!" solía ser gritada por la banda a otros grupos cuando comenzaban con las interminables jams de la época pero se terminó convirtiendo en el grito de guerra de sus conciertos.



49. Simon & Garfunkel - Bookends (1968)

En 1966 Simon & Garfunkel se habían colocado a la cabeza del movimiento del folk rock, gracias a canciones como 'The sounds of silence' y discos como 'Parsley, Sage, Rosemary and Thyme'. Los ejecutivos de Columbia se frotaban las manos ante su nueva gallina de los huevos de oro. Pero, en una época en la que lo normal era entregar dos e incluso tres discos por año, el dúo no parecía tener ningún proyecto a la vista. Paul Simon, el compositor del dúo, sufría de bloqueo creativo y las canciones no salían. Entre tanto, Mike Nichols había quedado prendado de la música del dúo y quería utilizarla en su nueva película 'El graduado'. Clive Davis, ejecutivo de la discográfica, vio esto como una oportunidad y propuso a Simon que escribiera nueva música para la película. Tras conocerse Simon se vio interesado en el proyecto y le ofreció al director dos nuevas canciones 'Overs' y 'Punky's dilemma', Nichols no se mostró muy impresionado pero sí que se mostró encantado con la tercera canción que se le ofreció, 'Mrs. Robinson'. El éxito de la banda sonora elevó al dúo al nivel de los grandes de la década como Dylan, Beatles y Stones y terminó de acabar con el bloqueo de Simon que escribió alguna de sus mejores canciones para 'Bookends' como la espectacular 'America'. El disco se divide en dos partes, una primera conceptual en la que se relata el viaje de la infancia a la vejez, y una segunda donde se reúnen canciones que ya habían aparecido como singles, como 'A hazy shade of winter' y 'At the zoo', y las canciones que escribió para 'El graduado' como la versión definitiva de 'Mrs. Robinson'. El resultado confirma a Paul Simon como uno de los mejores compositores de la década.



48. Aretha Franklin - Lady Soul (1968)

'Lady soul' fue la confirmación de que el soul había encontrado su voz más perfecta y su sonido definitivo. Franklin confirma lo que decía la pareja más famosa del 'Swingin London', Mick Jagger y Marianne Faithful, "Aretha es la voz de Dios". Lanzado en enero de 1968 'Lady Soul' es uno de los más gloriosos discos de soul clásico de la historia. En breve, Martin Luther King sería asesinado y el soul, como toda la música negra, se volvería mucho más oscuro. Aquí todavía se puede apreciar el optimismo y la ebullición de esa música grabada por algunos de los mejores músicos del mundo como King Curtis, Bobby Womack, Spooner Oldham, las Sweet Inspirations o invitados estrella como Eric Clapton (en 'Good to me as i am to you '). Destacar canciones en un disco tan sólido es complicado pero las imprescindibles serían 'Chain of fools', '(You Make Me Feel Like) a Natural Woman', '(Sweet Sweet Baby) Since You've Been Gone' y el cierre con 'Ain't No Way'.



47. Jerry Lee Lewis – Live at the Star Club, Hamburg (1964)

El 5 de abril de 1964, en plena explosión mundial de la 'beatlemanía', Jerry Lee Lewis se subió al escenario de un pequeño club alemán, en el que los de Liverpool habían tocado varias veces antes de saltar a la fama, para demostrar, no solo que los viejos rockeros nunca mueren, sino que el hombre que había barrido del escenario a Chuck Berry sería capaz de destrozar en directo a cualquiera de las jóvenes bandas de la 'Invasión Británica', Beatles y Stones incluídos. 'Live at the Star Club, Hamburg' no es solo uno de los dos o tres mejores discos en directo de la historia sino la reivindicación definitiva del hombre que iba a suceder a Elvis pero cayó en el olvido tras su escandaloso matrimonio con su prima de 13 años. El 'killer' hace bueno su apodo y asesina a su piano, durante la grabación parece como si en vez de con los dedos Jerry Lee lo estuviera aporreando con un martillo, haciendo que la joven banda que lo acompaña sude tinta para poder seguirle el ritmo. Un disco que se define a la perfección con dos palabras: Rock & Roll.



46. Sly & The Family Stone - Stand! (1969)

'Stand!' es el cuarto disco de Sly & The Family Stone y uno de los discos de referencia a la hora de comprender la música funk. Sly y su hermano Freddie habían unido sus bandas en 1967 creando un grupo interracial que combinaba elementos de la música soul con la psicodelia de San Francisco y que sería, junto a James Brown, uno de los pioneros de la música funk. El disco se abre con la canción titular, un canto a hacersse valer por uno mismo y en lo que cree que termina con una coda final totalmente funky. Claro que si hablamos de funk, los os cañonazos del álbum son 'I want to take you higher', que se convertirá en su momento más destacado en el Festival de Woodstock que se celebró tres meses después de la aparición del disco, y 'Sing a simple song', cuyo riff aparecería, en menos de dos años, en discos de Jimi Hendrix, Miles Davis o Ike & Tina Turner. Por otro lado, tenemos su lado más pop y rock en canciones como 'Everyday people', un tema en el que, como en 'Don't Call Me Nigger, Whitey', Sly pide paz e igualdad entre todas las razas. Todavía eran tiempos de esperanza y optimismo, algo que ya no se vería en la siguiente obra maestra de la banda, 'There's a riot goin´ on'.



45. Frank Zappa & The Mothers Of Invention - We’re only in it for the money (1968)

Frank Zappa ya había entregado un gran disco como 'Freak out!' en el que se metía con el naciente movimiento hippie pero 'We're only in it for the money' fue su golpe definitivo contra el mismo. Se trata de un disco conceptual en el que Zappa no deja títere con cabeza, comparando la intransigencia de la izquierda y la derecha radical y cargando las tintas contra los hippies y el 'flower power'. Desde la portada y el título, una sátira del 'Sgt. Pepper's' de los Beatles, hasta las letras, "No soy más que un farsante pero perdonadme porque estoy colocado", 'We're only in it for the money' es el dedo en el ojo definitivo contra el 'paz, amor y música'. Pero, además, el disco es una maravilla en lo musical, demostrando que además de un compositor excelente, Zappa era un mago del estudio de grabación, acelerando algunas partes, grabando del revés otras, cortando y pegando fragmentos que hacen de 'We’re only in it for the money' una amalgama de sonidos y texturas. Desde infecciosas melodías pop como 'Lonely little girl', 'Let's Make the Water Turn Black' o 'Take Your Clothes Off When You Dance' hasta experimentos orquestales como 'The Chrome Plated Megaphone of Destiny', pasando por su obsesión con el doo wop, 'What's the ugliest part of your body? (con otra de esas letras marca de la casa: "¿Cuál es la parte más fea de tu cuerpo? / Algunos dirán tu nariz, otros los dedos del pie / pero yo creo que es tu mente") 'We’re only in it for the money' es el disco fundamental de la carrera de Zappa.



44. The Beatles - A hard day’s night (1963)

Este disco es la primera obra maestra del grupo y el disco más definitorio de su primera época. Las influencias de sus primeros discos ya han sido filtradas y asimiladas por el grupo y ahora ya no suenan a otra cosa que a ellos mismos. Además las 13 canciones del disco vienen firmadas por Lennon y McCartney, en una época en la que todavía colaboran en la composición de las canciones del otro. El álbum sirve además de banda sonora de la película del mismo título de Richard Lester. La beatlemania ha explotado en todo el mundo y este es el disco que mejor captura ese momento. Destacar canciones de un disco tan bueno es una tontería, cada persona tendrá las suyas, las mías son "A hard day´s night", "I should have known better", "And I love her", "Any time at all" y "You can´t do that". Como curiosidad podemos decir que es uno de los pocos discos donde no canta ninguna canción Ringo.



43. The Jimi Hendrix Experience - Axis: Bold as love

Antes de que acabase el increíble año de 1967, la Experience fue capaz de entregar su segunda obra maestra, 'Axis: Bold as love'. Aquí se encuentran tres de sus mejores baladas, 'Bold as love', 'Castles made of sand' y la eterna 'Little wing'. Era diciembre de 1967 y, en menos de un año, Jimi Hendrix había alcanzado la inmortalidad y dado al rock su sonido definitivo.


Jimi Hendrix - Little Wing from mywolfbites on Vimeo.



42. The Kinks - Face to face (1966)

'Face to face' es el cuarto disco de los Kinks pero es el primero de su etapa de esplendor. Entre este disco y el 'Musswell Hillbillies' de 1971, los de Ray Davies entregarán seis discos maravillosos que les colocan en lo más alto de la historia del pop británico. Se trata también del primer disco de la banda compuesto enteramente por Ray Davies, atrás quedaban las versiones de rhythm & blues, con 14 temas propios. Si a esto le añadimos que ese mismo año, 1966, los Kinks sacaron como singles canciones como 'I'm not like everybody else', 'Dedicated follower of fashion', 'Dead end street' o 'Mr. pleasant' podríamos decir que el mayor de los Davies entregó más, y mejores, canciones en un solo año que la mayoría del resto de mortales en toda una vida. Y es que 'Face to face' está lleno de canciones que ven florecer el talento de Davies como compositor y como acertado cronista del 'english way of life'. Así en 'Dandy' arremete contra los don juanes (en concreto, su hermano Dave) con un arreglo cercano al vodevil, en 'Session man' se ríe de los músicos de sesión (muchos piensan que, en concreto, de Jimmy Page) y en 'Sunny afternoon', a ritmo de 'music hall', de los altos impuestos del gobierno laborista de Harold Wilson. Pero también hay tiempo para temas más personales en dos monumentos como 'Rosie Won't You Please Come Home', sobre su hermana marchándose a vivir a Australia, o 'Too much on my mind', una delicia en la que sobre un clavicordio, cortesía de Nicky Hopkins, Ray canta sobre su estado mental tras sufrir la crisis nerviosa más productiva de la historia.



41. Miles Davis - In a silent way (1969)

En 1967 Miles descubrió a Jimi Hendrix y comenzó a interesarse por la música rock. Demostrando una saludable falta de prejuicios Davis declaró: "En cuanto a la música pop, debe de ser algo básico en la escucha de todos". En 1968 su dieta musical se basaba en Beatles, James Brown, Sly & The Family Stone o los Byrds. Ese mismo año en una escucha a ciegas para el crítico Leonard Feather, Miles expuso la máxima por la que siempre se guió: "Hay que ubicar a un tipo en un punto en que tenga que hacer otra cosa, aparte de lo que ya sabe". El jazz más convencional no le aportaba ya nada y sobre la corriente más avant garde lo tenía claro, "la gente es tan crédula, acepta eso, acepta algo de lo que no sabe nada, porque siente que no es moderno aceptarlo". Era evidente que algo se avecinaba, 'Filles de Killimanjaro' dio algunas pistas al ver la introducción de instrumentos eléctricos en la banda, pero la nueva dirección encontró su forma plenamente con 'In a silent way' publicado en 1969. Este disco veía a un Miles que comenzaba a utilizar el estudio de grabación como un instrumento más. Primero venían las jam sessions en el estudio de grabación y después, junto a su productor Teo Macero, Miles las editaba a su gusto. Para esta nueva etapa, el trompetista se rodeó de una nueva generación de músicos, gente como Chick Corea y Joe Zawinul a los teclados o John McLaughlin a la guitarra eléctrica. El resultado no era jazz ni tampoco rock sino algo completamente nuevo pero, a la vez, cien por cien Miles Davis.

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