Alguien dijo alguna vez que casi nunca pasa nada… y si pasa, se le saluda. En España, desde la época de las Cuevas de Altamira hasta nuestros días, ya ha llovido un rato. Pero hay quien ha sabido aplicar el sentido del humor a las vicisitudes patrias, a toda esa serie de acontecimientos clave que han conformado nuestro territorio, nuestro modo de ser, nuestra forma de estado, y hasta el vodevil que estamos viviendo estas últimas semanas para formar -o no formar- el gobierno de derechas -o de izquierdas- que nos hemos dado tras las elecciones de diciembre pasado. Forges, que ha tenido a bien hacer el cartel del espectáculo, ha sido capaz de resumir, no en 70 minutos, sino en una sola palabra toda nuestra historia: “¡País..!”.
El caso es que, durante cinco temporadas ya, un texto pedagógico e histórico escrito por Ernesto Filardi, ha dado lugar a un montaje, que dirige él mismo, y que ha titulado ‘Historia de España en 70 minutos’ (esa es su duración aproximada), que es una verdadera delicia para grandes y chicos. Porque esa parodia nacional, de verdad, es aconsejable para todos y todas -hoy prefiero enfrentarme a los señores académicos de la Lengua que a las feministas a ultranza- entre 10 y 100 años.
Tres actores, Carlos Fapresto, Luna Paredes y Javi Rodenas urden a la vista de todos un carrusel de personajes (en la nota de prensa del espectáculo se habla de 70, pero confieso que me perdí en la cuenta), de todas las épocas clave en la historia de este país, con la gracia, el desparpajo, la agilidad y necesidad de quien es perseguido por la Inquisición y, si hace falta, se pone el mundo por montera. O la de quien, en caso necesario, se camufla como un camaleón, para pasar inadvertido ante la figura del más déspota de los Borbones, Fernando VII. Pero esto solo por citar dos épocas y a dos de esos personajes que van desfilando desde nuestros antepasados del Paleolítico y del Neolítico hasta Adolfo Suárez o Felipe González, que es donde corta el satírico, sarcástico y desternillante relato entre histórico y psicológico social de la España que tenemos y que debemos a la pluma de Ernesto Filardi, y a los cuerpos y las voces de estos tres estupendos actores.
Piel de toro
Entre los sonidos y las voces -escogidas por Juan Antonio Simarro- deMi querida España de Cecilia, El baúl de los recuerdos de Karina o 20 de abril con Celtas Cortos, entre otros temas musicales autóctonos, en muy pocos segundos se van desarrollando escenas con algunos de los protagonistas de nuestra historia. El marco, un mapa de la piel de toro dibujado a tiza sobre el escenario de Nave 73, que es la sala donde hemos visto la función.
La escenografía -que firma junto al vestuario el actor Javi Rodenas- es mínima: apenas un baúl de madera que posteriormente se convertirá en trono de los distintos reyes y un archivador donde reposa un teléfono que suena de vez en cuando, como recurso dramátúrgico al que se recurre para acelerar el proceso temporal de la historia. Al mismo tiempo, se proyectan imágenes alusivas a lo que va sucediendo en escena, la Dama de Elche, la universidad de Alcalá de Henares, la Puerta de Alcalá, y los distintos reyes y validos, las cuevas de Altamira...
Los tres actores comienzan con un grupo de nómadas en el Paleolítico que están buscando una cueva apropiada para sobrevivir y que un trabajador de una inmobiliariatrata de “colocarles”; después vendrán los fenicios, griegos, romanos, visigodos, árabes, judíos, los Reyes Católicos, los Austrias, los Borbones, la Primera República, la Dictadura de Primo de Rivera, La Segunda República..., el Guernica de Picasso…, y así hasta terminar con la muerte de Franco, la transición con Suárez, el intento de golpe de Tejero y el largo periodo de gobierno de Felipe González.
Casi todos los personajes reinan en escena en unos breves segundos de gloria, excepto a algunos que el autor ha tenido a bien dedicarles algunos minutos... Da igual reseñarlos aquí, porque seguramente para cada uno de los espectadores los minutos habrían de haber sido dedicados a algunos otros que solo han gozado de unos segundos. Pero ese, amigo, es el riesgo de escribir, o de representar algo públicamente. Y seguro que el director y autor del montaje admite olímpicamente esas críticas.
Pero lo cierto es que el producto resultante es, sin duda, una obra muy divertida, ágil, que discurre con una velocidad de vértigo (casi a la de la luz…) y que los actores logran llevar adelante con un ritmo endiablado y con la sola ayuda de unos cuantos accesorios (prendas, gorros, bandas cruzadas, etc.), con los que cambian de personaje a personaje sin solución de continuidad. .
Y, además, hay que señalar el acierto del autor al incluir, en ciertas ocasiones, alusiones a la actualidad más palpitante, que conecta directamente con nuestra historia, entre otras, la Sexta Televisión, Podemos, jugando a la Wii, los sobres B dibujados en la chaqueta blanca del Duque de Lerma..., Jordi Hurtado, la Preysley -con la pérdida de Filipinas-, exiliados españoles...
“Un pueblo idiota es la mayor seguridad de un tirano”, dice en un momento el personaje de Fernando VII, y eso es lo que trata de evitar este ágil, divertido y pedagógico montaje, que debiera hacerse de obligado visionado para todos los estudiantes de secundaria y de bachillerato de este país. Eso sí, seguido de un coloquio en términos parecidos con sus profesores de la materia. Quizás esta sea la única forma de sacar de su incultura histórica a nuestros jóvenes alumnos, que jamás volverán a abrir un solo libro de historia en sus vidas y, por tanto, están más que abocados a incurrir en los mismos errores de sus ancestros hispanos.
‘Historia de España en 70 minutos’
Autor y director: Ernesto Filardi
Intérpretes: Carlos Fapresto, Javi Rodenas y Luna Paredes
Produce: Dramákina Teatro
Madrid: Nave 73, domingo, 31 de enero. Alcalá de Henares: Sala Margarita Xirgu: 27 y 28 de febrero.
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