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Entrevista a Sol Sánchez: "Ciudadanos es más peligroso porque al PP se le ve venir"

miércoles 03 de febrero de 2016, 10:54h
Entrevista a Sol Sánchez: 'Ciudadanos es más peligroso porque al PP se le ve venir'
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(Foto: Flickr IU)
La socióloga y antropóloga, Sol Sánchez (1970), dio el salto a la política cuando se diseñó la candidatura de Unidad Popular-IU, y fue elegida la ‘número 2’ en la lista de Alberto Garzón al Congreso de los Diputados. Pese a contar con sólo 2 escaños y no tener grupo parlamentario, UP-IU podría terminar entrando en el nuevo gobierno si finalmente hay un acuerdo entre PSOE y Podemos. El convulso escenario poselectoral, el conflicto catalán, y las dificultades para formar un gobierno sin que se repitan las elecciones, son algunos de los temas que ha analizado la diputada para Diariocrítico.
- ¿Qué lectura haces de los resultados del 20-D?

Es verdad que se esperaba algo más grande, mayor presencia y más impulso de los nuevos partidos, ahora bien, el cambio de modelo arrancó con las elecciones municipales y autonómicas, y este 20-D ha sido un paso más en un camino que no empieza ni termina ahí. Desde esta perspectiva es menos decepcionante el resultado porque es un paso más en un camino bastante más largo. Estos resultados del 20-D dan pistas sobre cuál debería ser el camino, que se vio claro en mayo y mostró que hay cosas que se pueden cambiar si hay voluntad política, como la ley electoral, que tanto nos ha perjudicado.

- ¿Crees que el fracaso de las negociaciones entre Podemos e IU ha pasado factura en las urnas?

Llegar a una confluencia en sentido estrictamente matemático hubiese tenido resultados más favorables, pero no creo que la política sea matemática. Si hubiese una confluencia tendría que ser no sólo para ir juntos a unas elecciones, y el proyecto político de UP-IU no es el mismo que está defendiendo Podemos en este momento. Igual que se habla de un pacto para un posible gobierno con un programa común, habría que andar ese camino, que tampoco está andado. Creo que hay mucha gente que nos ha votado a nosotros por el programa, entonces me parece confuso hablar de pactos o confluencia sin programa.

- ¿Qué líneas separan a UP-IU de Podemos hasta el punto de que no se haya logrado una confluencia de izquierdas?

No existen líneas rojas de por sí que hayan impedido la confluencia, porque creo no ha sido por eso. Una cosa es tener un proyecto político diferenciado y otra poner líneas rojas para poder combatir, lo que es mucho más perjudicial que las diferencias que puede haber con los de al lado. No creo que la no confluencia haya sido una cuestión de líneas rojas, si hubiera una voluntad de confluencia habría que ver qué líneas chocan más y si es compatible el proyecto o no, pero no se llegó a ese punto.

- Si el fracaso de las negociaciones no reside en las diferencias programáticas, ¿qué impidió que se llegara a un acuerdo?

Yo no estuve en esas negociaciones pero mi punto de vista es que fue una cuestión estratégica, que es muy respetable, pero ‘abortó’ este proceso antes de que pudiera haber llegado, o no, a buen puerto.

- Si se celebraran nuevas elecciones, ¿Se volvería a intentar la confluencia de izquierdas?

Yo lo que espero es que se pueda formar un gobierno, por la responsabilidad que nos han dado las urnas, y porque nos podríamos encontrar con una sorpresa muy desagradable puesto que, precisamente hay muchos sondeos que indican que la fuerza política, que inexplicablemente ha ganado las elecciones, es la que más crecería ante unas nuevas elecciones. Teniendo eso en cuenta, todas las fuerzas de izquierdas quizá deberíamos plantearnos un programa aunque fuera de mínimos para parar esta sangría y no permitir que el PP vuelva a ganar.

Estamos centrados en que no se repitan las elecciones, en que haya verdaderamente voluntad de la izquierda o las fuerzas que se erigen como izquierda. Es que hay muchas cosas que cambiar, como la ley electoral. Creo que es verdad que las municipales demostraron que unidos somos mucho más fuertes, pero mi proyecto no es el mismo ni mucho menos que Podemos aunque estamos intentando trabajar por cosas comunes hasta con el PSOE.

- ¿Cuáles son las primeras medidas que debería tomar el nuevo gobierno de izquierdas?

IU ha propuesto 16 medidas, que están por refrendar por UP, que establecen algunas de las cosas más urgentes cubrir. Hay que derogar las reformas laborales, las leyes que reprimen y condenan la protesta social legítima como la ‘Ley Mordaza’ o las últimas modificaciones del Código Penal (derogar el artículo 315.3 del Código Penal). Haría falta lo que nosotros llamamos un ‘pacto feminista’, está muy bien que Podemos proponga la alternativa habitacional para mujeres maltratadas, pero es quedarse muy corto. Nosotros apostamos por una serie de medidas, en forma de pacto, que vayan desde ocuparse de la violencia de género hasta la brecha salarial entre hombres y mujeres porque entendemos que la discriminación es el primer paso para llegar a la violencia. Es preciso elaborar una ley integral, con una dotación económica adecuada.

UP-IU tiene un plan de emergencia social, con el que rescatar a la clase trabajadora, que está siendo la más ‘machacada’. Además, hay que llevar a cabo medidas de regeneración democrática, lucha contra la corrupción y sobre todo un plan de empleo público y una serie de medidas de reforma fiscal progresiva.

Hay que crear empleo de calidad, combatir la desigualdad que es un problema casi más grave que el desempleo, porque más del 14% de los trabajadores no pueden llegar a fin de mes. No me sirve de nada esta recuperación económica, en la que solo se recuperan los beneficios empresariales y los datos macroeconómicos, y no la vida de la gente.

- Antes de incorporarte a la lista de Garzón, eras la coordinadora de Attac España, una organización que promueve el impuesto a las transacciones financieras, y en varias ocasiones, has defendido también la nacionalización de servicios. ¿Estas medidas no entrarían dentro de las ‘urgentes’ para el nuevo gobierno?

Cuando hablo de reforma fiscal, también hablo del impuesto a las transacciones financieras, que de hecho está aprobado por los 11 países de la Corporación Reforzada que se comprometieron a ello, y España está siendo uno de los países que está poniendo ‘más palos en la rueda’ para que se implante más tarde, pero si fuera por mí, no esperaría para aplicarlo. Respecto a la nacionalización, es que necesitamos una banca pública si queremos cambiar el modelo productivo, que no sea un modelo de sueldos miserables, y además no nos costaría un duro, sería revertir lo que está hecho con una banca que está nacionalizada pero no es pública ni está bajo control democrático. El plan que tienen es venderla por dos duros a unos señores como hacen todo el tiempo.

Habría que derogar la ley del sector eléctrico, que además de ser perversa, impide resolver el problema de la pobreza energética. Es alucinante que se privaticen las cosas para que acaben siendo ineficientes, caras y el peor servicio de toda Europa. Si por mí fuera, nacionalizaría el sector eléctrico, pero si hablamos de pacto con otras fuerzas, y aunque no renunciemos al objetivo final, esas serían cosas de mínimos.

- ¿Cómo interpretaste la rueda de prensa de Pablo Iglesias, en la que apostó por un gobierno presidido por Pedro Sánchez, con él de vicepresidente y en el que también entraría UP-IU?

Me alegra que se le dé la importancia que tiene a nuestro millón de votos, aunque sea un poco tarde. Además, estoy aprendiendo que en política electoral hay que ser pragmático y tener muy claros los intereses que se están representando, yo tengo claro que los nuestros son los de los trabajadores y las clases populares, y en ese sentido, independientemente de la oferta de Iglesias, en todo momento hemos tenido el mandato de impedir, al menos dentro de nuestras modestas posibilidades, que vuelva a gobernar el PP. No vamos a decir ‘sí a todo’, sino que habrá que sentarse y hablar de contenidos y de programa, y sobre el programa habrá que ver si se puede hacer un pacto o un apoyo para una investidura, pero en todo momento, nuestras bases tendrán la última palabra.

- IU ya gobernó con el PSOE en Andalucía, y la coalición terminó en unas elecciones anticipadas. ¿No tenéis ‘miedo’ a que el PSOE os ‘utilice’ y luego os ‘deje tirados'?

Yo considero que UP-IU puede ser una garantía de políticas de izquierdas. Alberto Garzón ha argumentado en varias ocasiones que está claro que te puede pasar, pero de la experiencia se aprende que hay fórmulas que te aseguran eso no te vuelva a ocurrir, te podrán pasar otras cosas, pero no esto. Creo que con un programa estructurado de gobierno, un compromiso firmado e incluso con unas ejecuciones temporales calculadas, se conseguir que todos se fiscalicen ‘amigablemente’ y los votantes puedan comprobar que se está cumpliendo ese programa.

- El rechazo a las negociaciones con el PP con el argumento de la corrupción podría aplicarse también al PSOE, pero parece que a veces se olvida que este ‘mal’ también ha salpicado a las ‘filas’ socialistas.

No voy a defender al PSOE porque hay muchas diferencias sustanciales con el proyecto político. Hay cuestiones programáticas con las que discrepo, como que son tremendamente liberales en materia de economía, aunque evidentemente, no son el PP, tampoco en lo programático, porque tienen una conciencia social y creo que nos podríamos entender en ciertas cosas. En economía es donde más diferencias hay, pero es posible llegar a acuerdos.

El tema de la corrupción me parece grave, y yo no sostendría gobiernos corruptos, pero aunque son casos ‘gordísimos’, la primera vez que se imputa a un partido ha sido al PP.
Para formar un gobierno que no esté a la derecha, sólo tenemos la opción PSOE-Podemos e IU, ahora hay que ver las voluntades políticas.

- Entre los programas de UP-IU y Podemos hay ciertas diferencias, pero el programa del PSOE dista aún más, en asuntos tan importantes como el modelo del y la jefatura del Estado.

Ya sabíamos que eso no iba a ser un punto de acuerdo, porque nosotros estamos planteando un proceso constituyente, y aunque sepamos que no sería un punto del acuerdo programático, no quiere decir que UP-IU vaya a dejar de trabajar por un modelo de estado federal y republicano. Nosotros no queremos una reforma de la Constitución española sino un proceso constituyente. Nos posicionamos en la ruptura democrática, no en una segunda transición, y ahí tampoco estamos de acuerdo con Podemos, pero hay que ver los puntos en los que sí estamos de acuerdo. Tenemos diferencias con Podemos, y grandes diferencias con el PSOE, pero también tenemos grandes puntos de encuentro. Yo creo que la gente no entendería que no intentáramos un acuerdo.

- Cuando se habla de proceso constituyente, referéndums o reformas de la Constitución, realmente, son propuestas que no podrán hacerse sin el acuerdo del PP

Ya se verá a que propuestas se llega porque el PP también habla de reformas. Esto es una de las cosas que más me preocupa por cómo llega a la ciudadanía, todos los partidos hablan de las reformas que necesita España, pero creo que las reformas que nosotros entendemos están en las antípodas de las que pueda proponer el PP. Cuando el PP habla de la gran coalición con el PSOE, que me parece una aberración, les dice que ellos también quieren hacer reformas, me gustaría saber qué reformas o en qué términos.

Una de las cosas que más me ha desesperado en este largo mes poselectoral es que nadie habla de los contenidos de las propuestas, porque decir ‘acabar con la corrupción’ es tan abstracto y vago que no dice cómo se acaba con ella.

- Si las propuestas e ideas están ‘ahí’, ¿a qué esperáis para sentaros a negociar?

Yo llevo diciendo esto día tras día, y si fuera por nosotros, nos habríamos sentado ya, pero no depende de nosotros. Antes de la oferta mediática de Pablo Iglesias, ya manifestamos nuestra intención de ser un vehículo para quienes fueran capaces de poner encima de la mesa políticas progresistas y de defensa de los derechos sociales.

- ¿Qué valoración haces de los principales líderes políticos?

Creo que Mariano Rajoy debería irse. Teniendo en cuenta lo horrible que ha sido el mandato del PP, el hecho de que él siga ahí y no se haya salido a la calle a pedir, no su dimisión, sino su expatriación, me hace pensar que no es una persona tan simple o reducida como todo el mundo opina. Rajoy representa lo peor de la derecha que queremos perder de vista la mayoría social de este país, porque la lista más votada no significa la mayoría de los votos.

Albert Rivera parece que tiene buena imagen, se desenvuelve genial en los medios, pero sus políticas son de ‘lobo con piel de cordero’, y hay cuestiones en las que son incluso más reaccionarias que las del PP. Son más peligrosos, porque al PP se le ve venir y con ellos cuesta más.

Pedro Sánchez es alguien mediáticamente correcto, dentro de su papel, con ninguna brillantez reseñable más allá de ser un buen comunicador pero dentro del papel asignado. Creo que ahora es cuando se verá si está tan ‘encasillado’ en ese papel asignado por el partido o si tiene otras capacidades. Ahora se verá si da la talla para ser presidente del Gobierno. El PSOE tiene bases de izquierda pero una cúpula socio liberal, por lo que a mí, como persona de izquierdas me gustaría que la cúpula reflejase más a las bases sociales.

De Pablo Iglesias hay cosas que comparto y otras que no comparto en absoluto. Creo que todas las estrategias son respetables cuando están dentro de la no agresión, y en ese sentido respeto sus estrategias, aunque no las comparto. Iglesias es buen comunicador y ha sabido marcar la diferencia con los partidos tradicionales, su forma de marcar la diferencia les puede gustar a unos y a otros no, pero indudablemente ha conseguido hacerlo.

Algunas de las cosas más importantes de Alberto Garzón son la honestidad, la coherencia y el haber renunciado a la política espectáculo. Además, su claridad ideológica y no ambigüedad.

- ¿Qué hace un republicano ‘visitando’ al rey Felipe VI?

¿Al ciudadano Felipe de Borbón?. Pues cumplir escrupulosamente los requisitos institucionales, yo creo que una cosa y la otra no se dan de tortas en el momento en el que no se trata de algo ornamental, sino que tiene una función. Él no fue a presentarle sus respetos al rey, sino el contenido de sus impresiones y la posición que tomará según el planteamiento de formación de gobierno. Si hubiese sido algo intrascendente, lo que hacemos es ausentarnos como poco.

- ¿Crees que el conflicto catalán será decisivo en los acuerdos de gobierno?

Creo que, en toda la ecuación para formar gobierno, el conflicto catalán es una variable que se ha de tomar en cuenta. Es una realidad que tiene peso e influencia en la totalidad social y política, pero dependiendo del enfoque que se le dé a esa propuesta de gobierno, se valorará esa realidad de una forma o de otra. Se le pueden dar diferentes soluciones. Si se pretende agravar el problema, pues sigamos con una política de confrontación abierta y de derechas que es lo que ha hecho el PP con su dejación de funciones, o confrontación directa que es lo que quiere Ciudadanos. Si se le da una perspectiva desde la izquierda, a lo mejor hay un acercamiento y otro tipo de soluciones que no sean las imposiciones coercitivas porque no podemos olvidar que esto es un problema que se ha ido agravando por no quererse sentar a hablar. A mí me parece desafortunado que haya entrado la ley de por medio pero creo que nunca es tarde para una solución política si hay voluntad. Nosotros, dentro de nuestro proyecto, proponemos una república federal, que creo que sería interesante para todos.
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