'GH VIP': Belén Esteban, Ylenia y Rafa Martín, nuevos huéspedes del 'estresante balneario'

Aguasantas y Víctor se despidieron de sus ‘anfitriones’, pero Kiko se quedó para reencontrarse con Belén Esteban, después de haber culpado a los fans de la ‘princesa del pueblo’ de la expulsión de su ‘hijastro’ Javier Tudela. Tras un emotivo ‘adiós’ a su hija, Kiko tuvo que despedirse de Belén, con quien mantuvo un breve encuentro en el ‘confe’ para contarle cómo había sido su estancia.

Javi llegó al plató entre aplausos y sonoros abucheos, y avanzó que entraba dispuesto a “aclarar muchas cosas que se han dicho”. El hijo de Makoke volvió a explicar que si no le había dicho nada a Laura en la casa fue porque no había visto los vídeos en los que ella hablaba mal de él y de su madre, aunque algunos ‘vips’ como Alejandro le advirtieron de lo que estaba pasando. Parece que Javi prefiere mantenerse en su línea y no decir nada para “no hacer daño a nadie”, a pesar de que algunos, como Diego Matamoros, creen que se ha comportado “tal y como le había dicho Kiko Matamoros”.

Kiko Matamoros fue quien más lamentó la expulsión de Javi, y así se lo hizo saber a su hija Laura, con quien comentó en múltiples ocasiones que la actitud de su ‘hermanastro’ había sido mejor que la suya porque no había hablado de temas familiares. La ‘estancia’ de su padre ha desestabilizado aún más a Laura, y es que además de sentir celos porque Kiko haya lamentado tanto no haber estado con Javi en Guadalix, sigue criticando que la relación con su padre se remita a la televisión.

La entrada de los primeros ‘clientes’ también originó una oleada de intentos de ‘abandono’ entre los vips, y es que Raquel Bollo, Rosa, Sema y Julián, quedaron tan afectados por lo que los huéspedes les contaron e insinuaron, que amenazaron con poner fin a su paso por el concurso.

Víctor Sandoval, fiel a su estilo, empezó a ‘liarla’ nada más pisar la casa. Su ‘primer objetivo’ fueron Raquel y Rosa, “las viejas del visillo”, a las que criticó por “no hacer nada”. Rosa defendió que ella no tenía motivos para tener conflictos con nadie, pero se derrumbó por lo que podía pensar la gente. Las colaboradoras de ‘Sálvame’ negaron estar “desaparecidas” y se enfadaron cuando las tacharon de “muebles”.

A Julián, le dio a entender que estaba siempre triste y estaba ‘rentabilizando’ su ‘historia de amor’ de broma con Sema, algo que afectó mucho al hijo de Carmina Ordóñez. Víctor también criticó la actitud de Sema con Julián por tratarle como “si fuera gay cuando no lo es”, y le hizo saber al amigo de Chabelita que estaba seguro de que saldría expulsado de la casa, en cuanto le nominaran sus compañeros. Sus comentarios hundieron a Sema, que perdió los nervios y quiso abandonar el concurso.

Pese a haber pasado apenas 3 días en la casa, Aguasantas y Víctor, por la reacción que provocaron, se sintieron aislados del grupo, ya que sólo Rappel y Carlos se relacionaron con ellos.

Belén Esteban regresó a la que fue su casa durante 75 días el año pasado, pero esta vez, como ‘clienta’ del hotel. Su compañera de ‘Sálvame’, Rosa Benito fue la encargada de recibir a la ‘princesa del pueblo’, y se mostró emocionada al verla. Raquel Bollo acudió a su encuentro y se echó a llorar de emoción nada más ver a la de Paracuellos. ¿Les contará Belén a Rosa y Raquel que dijo que ellas habían sido la “estafa” del concurso?.

Igual que su ‘hijastro’, Kiko Matamoros recibió sonoros abucheos al entrar en el plató y fue directo a saludar a Javi, pero no a su hijo Diego. Kiko, visiblemente emocionado y con dificultad para articular palabra, explicó que “había hecho las paces con Laura” y reconoció que se había “equivocado en muchas cosas”.

Preguntado por Sandra Barneda, el colaborador de ‘Sálvame’ justificó que no había saludado a su hijo Diego porque tenían “muchas cosas que hablar primero” e indicó que “no era el momento”.

Kiko Matamoros manifestó lo mucho que quería a Javi, por haberse comportado como un hijo sin serlo, pero aseguró que quería “más” a su hija. Pese a lo mucho que la quiere, tuvo que volver a ver todo lo que ella había dicho de él a lo largo del concurso, y ante las constantes preguntas, terminó diciendo que no iba a desmentir ni a confirmar nada de lo que su hija hubiera dicho, pero insinuó que la raíz del conflicto con Laura radica en que ella no acepta su relación con Makoke.

En Guadalix, Belén e Ylenia se renieron con todos los ‘vips’, y de repente entró Rafa Martín, enemigo de Sema, que nada más llegar le dijo lo “dolido” que estaba y las ganas que tenía de hablar con él “seriamente”.

Algunos concursantes como Rosa, Carlos y Julián criticaron la actitud de Rafa en su entrada, pero éste siguió hablando de su mala relación con el amigo de Chabelita y censuró que le hubiera criticado en ‘Sálvame’, donde se conocieron en el ‘reto de Sema’ para perder peso. Sema estalló ante los comentarios de Rafa y se enzarzaron en una discusión en la que, de vez en cuando, intervinieron los ‘vips’ y Belén Esteban.

Aunque el ambiente era de todo menos romántico, Laura y Carlos recibieron sendos mensajes de amor por San Valentín. Ante el escueto pero cariñoso mensaje de su novia desde Perú, Carlos se preocupa más por cómo puede estar ella y su relación que por lo que le ha dicho. La hija de Kiko Matamoros recibió una carta y dos fotos enviadas por su novio, y se emocionó por lo mucho que le "echa de menos".

Los porcentajes 'a ciegas' de las nominaciones, revelaron que, Laura, Carlos, Rappel y Liz se reparten el 48,2%, 41,1%, 7,1% y el 3,6% de los votos.

- Y, mientras tanto, en la casa…

La estancia de Kiko, Víctor y Aguansantas también dejó momentos muy divertidos en la convivencia. Kiko, que tanto se ha burlado de Rappel por sus predicciones erróneas, terminó pidiéndole prestada una túnica al vidente y se sometió a una lectura de manos y cartas, de esas que tanto le gustan a su hija Laura.

Kiko quiso poner en evidencia las ‘dotes adivinatorias’ de Rappel y le preguntó por el ‘futuro de Rafa Benítez como entrenador del Real Madrid, cuando el actual entrenador es Zidane. Rappel aseguró que se quedaría “mucho tiempo en el club”. El vidente también erró sobre el ‘futuro’ del Real Madrid en la Copa del Rey, y es que aseveró que “llegaría muy lejos”, pese a haber caído eliminado por alineación indebida.

Víctor y Aguasantas trataron de resquebrajar la relación de Rappel con Rosa y Raquel, pero esta amistad ya había comenzado a ‘hacer aguas’ a raíz del rol de ‘gestores’ del hotel de los ‘vips’.

Al parecer, Rappel se ha tomado muy en serio su papel de director, y se ha distanciado de sus compañeros, al tiempo que se acercaba a los ‘clientes’. La actitud de Rappel enfadó a muchos compañeros, y Carlos Lozano criticó que el vidente se creyera el “capitán general” del hotel balneario.

La prueba semanal y los comentarios de los ‘clientes’ han generado un conflicto, del que Rappel se siente víctima de un ataque de todos contra él, y ha augurado que, a partir del jueves, se verá una nueva ‘cara’ del vidente por su enfado. Carlos arremetió contra el vidente con el apoyo 'moral' de Kiko Matamoros, entre otros, y ambos se declararon la guerra.

Kiko Matamoros le reveló a su hija que a Julián le gustaba ella y que debía cuidar su comportamiento por su novio. Julián se enfadó porque dice que no es Laura quien le gusta sino una chica a la que ella le recuerda, y atribuyó lo sucedido a un malentendido.

La entrada de Kiko también desestabilizó a Julián, y es que Matamoros fue durante muchos años el representante de la fallecida Carmina Ordóñez, porque "su presencia" le recuerda continuamente a su madre, lo que le llevó a derrumbarse. Además, Julián y Kiko ya no mantienen una buena relación por lo que tenían una conversación pendiente, que pudieron entablar en la casa. Kiko criticó que Julián no "frenara a Laura" cuando hablaba mal de su pareja, con lo que "le ha querido Makoke" y éste negó que Laura le hubiera dicho algo malo de Makoke, aunque sí lo había hecho. También hablaron de la relación de Kiko y Laura y del distanciamiento del colaborador con sus hijos.