Sed Razonables, pedid lo imposible

Este texto pintado sobre los muros de la Sorbona en París, puso en marcha el movimiento del Mayo del 68. Esta serie de protestas iniciada por grupos estudiantiles de izquierda contrarios a la sociedad de consumo, a los que posteriormente se unieron grupos de obreros industriales, sindicatos y el Partido Comunista Francés, tuvo como resultado la mayor revuelta estudiantil y huelga general de la historia de Francia, secundada por más de nueve millones de trabajadores. La crisis de mayo de 68 surge al término de una década de prosperidad económica incomparable.

Los hechos

Los sucesos de mayo y junio en Francia contagiaron a la entonces República Federal Alemana, Suiza, Checoslovaquia e Italia, pues ya se sabe que cuando París estornuda, Europa se resfría. En la España de Franco, tímidamente se notó con algunas manifestaciones y huelgas acalladas por las fuerzas de la dictadura. El sucedáneo de Mayo del 68 en nuestro país, se produjo tres años antes en los sucesos de 1965, con el apoyo a las movilizaciones estudiantiles por parte de profesores universitarios como Enrique Tierno Galván, Agustín García Calvo y José Luis López Aranguren, a los que costó la expulsión de sus cátedras con carácter permanente.

Charles de Gaulle, entonces presidente de Francia llegó a temer una verdadera revolución. Las protestas pararon cuando De Gaulle anunció las elecciones anticipadas que tuvieron lugar el 23 y 30 de junio de dicho 1968, donde los gaullistas de la UDR arrasaron y la izquierda con los comunistas y un beligerante Mitterrand, sufrieron un gran batacazo quedándose en la mitad de diputados de los que tenían solo un año antes. Mientras, en las calles de París, los manifestantes se dirigían hacia la estación ferroviaria de la Gare Saint-Lazare, bajo el lema “Por un cambio político de progreso social y de democracia”. Eso, me suena a algo cercano...

Tras las elecciones, el gobierno francés decidió emprender una política de reformas profundas para hacer frente al malestar social existente en el país. En abril de 1969 se celebró un referéndum sobre el proyecto de regionalización, que era una de las principales reivindicaciones políticas de aquellos momentos y a la vez la reforma del Senado. De Gaulle lo planteó como un plebiscito diciendo que abandonaría la presidencia si no triunfaba el SÍ. Los franceses votaron mayoritariamente NO, provocando la retirada de De Gaulle, lo cual demostró que el general y su generación, no eran los que podían llevar a cabo la reforma social y política que necesitaba el país. Por lo que se ve, en Francia no temen a las urnas y los politicos cumplen con lo prometido.

Sirva esta introducción para buscar ciertos paralelismos con hechos recientes que se han producido en España, donde se cuestiona también una institución como el Senado y no digamos el grave problema territorial presentado por Cataluña, e insinuado por Euskadi. Si bien los tiempos son enormemente lejanos y distintos, todo es como un movimiento sinusoidal o como si de regreso al futuro se tratase. En España tras años de gran crecimiento económico y estando en la Champions League de la economía como decía José Luis Rodríguez Zapatero, estalla la crisis económica y naturalmente política desde el 2008 en adelante, aunque de esa afirmación tan rimbombante me parece que no pasamos de la fase de grupos previa de la mencionada competición.

Años después (2011) en España se produce un levantamiento de protesta que se denominó 15M, en más de cincuenta ciudades españolas y en un buen numero de capitales de otros países que se etiquetó como spanish revolution. Una parte de la sociedad civil española protestó contra los políticosinspirándose en la revuelta de Grecia de 2008 y también en las revoluciones de la Primavera Árabe. En la Puerta del Sol de Madrid, cuartel general de la protesta, se colgaron carteles con frases y poemas de todo tipo y bajo el caballo de Carlos III había una placa que decía "Dormíamos. Despertamos. Plaza tomada", a modo de nueva denominación de la estatua ecuestre del monarca. Y así un día tras otro hasta el 12 de junio cuando se levantó el campamento y se celebro una última asamblea presidida por una pancarta con la despedida "Nos vemos en los barrios" y un lema "Nos transformamos para continuar evolucionando", como explicaban en su web donde añadían "la acampada se va, pero el 15-M continúa".

Son otros tiempos muy distintos de aquellos del Mayo del 68, pero igual que entonces el caldo de cultivo era el mismo. El 15-M un movimiento cívico y pacifico, tomó la plaza y en lugar de hacer pintadas en las paredes que queda muy feo, inundaron las redes sociales de comentarios relacionados con hashtags como el mundialmente divulgado #spanishrevolution, y otros como #democraciarealya, #nonosvamos, #15M, o #notenemosmiedo

Los personajes

"Europa necesita renovar a sus políticos". Era el titulo de la carta de despedida tras dos décadas como eurodiputado de Daniel Cohn-Bendit, apodado 'Dani, el rojo' y verdadero icono de aquel Mayo del 68. Él que nunca se calló lo que pensaba y en 2008 arremetió contra Sarkozy, al que llamó miserable por no haber boicoteado los juegos olímpicos de Pekín, mandó callar al actual presidente del Parlamento Europeo, el aleman Martin Schulz, y criticó el cinismo de Catherine Ashton, jefa de la diplomacia europea. También plantó cara a Jean-Marie Le Pen, ex presidente del Frente Nacional galo y entonces eurodiputado, cuando en 2012 criticó sus "innobles" comentarios exculpatorios tras la masacre cometida en Noruega por Anders Breivik, , calificándolo como "una vergüenza para el Parlamento".

En España, ese movimiento heredado y aglutinado tras aquel movimiento del 15-M, está dirigido por otro icono de la reivindicación social y política como es Pablo Iglesias Turrión, Profesor de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid, por la que se doctoró en 2008 (mención doctor europeus) con una tesis sobre la acción colectiva postnacional, lo cual traza parte de sus directrices políticas. Buscando datos en su biografía, curiosamente encontré que hizo un Master of Arts in Communication en 2011 lo cual le ha servido para su gran dominio mediático. Me cuentan que Carlos Floriano se intento matricular en el mismo master, pero como confundía ciudatans con ciutadans, no le dejaron apuntarse. Tampoco es casual que el líder de Podemos haya escrito en 2013, Maquiavelo frente a la gran pantalla. Cine y política, y un año después, Ganar o morir. Lecciones políticas de Juego de Tronos, dos títulos que hablan de su férreo entrenamiento y preparación para dirigir su gran ofensiva a los de la casta y el bipartidismo. Le falta un ensayo que bien podría denominar Obligaciones y limitaciones de un portero de hotel, para escribir sobre las puertas giratorias.

Tal vez este no sea su momento estelar aunque lo reclame insistentemente y deba esperar, pero como ya escribí en otro artículo sobre el llamado Programa Máximo del PSOE de 1879 y su lógica transformación cien años después, este programa electoral del partido morado, inviable en gran medida e ideal por otra parte, tiene mucho que ver con el enunciado de este escrito.

Estamos ante un hecho insólito en la política de nuestra reciente democracia, donde abogados que poco han ejercido su profesión y hasta un ingeniero de caminos, han sido presidentes del gobierno. Ahora un político profesional, forjado como tal desde su formación universitaria, está poniendo en jaque a un registrador de la propiedad (el español que mejor pronuncia el nombre de los sanguinarios Daesh) un economista que jugó al baloncesto y un Erasmus que paso por Helsinki y salió desnudo en su primer cartel electoral, con el que comparte la afición por salir en tertulias. Ser profesional de la política, es algo muy serio, tan serio, como para pedir lo imposible... por si suena la flauta.

José Joaquín Flechoso Sierra
Colaborador en medios de comunicación relacionados con tecnología
Director de una sesión mensual de networking donde entrevisto s diferentes personajes del mundo empresarial, administración, cine o moda entre otros.
Articulista sobre temas de actualidad política en diversos medios digitales