El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de la Audiencia de Tarragona contra un acosador por delitos de exhibicionismo y abuso sexual de una niña de 13 años. El pedófilo interpuso un recurso contra la madre de una de las adolescentes acosadas por violar su derecho a la intimidad. El TS da ahora la razón a la madre, que accedió al perfil de su hija para obtener información en los mensajes que el acosador mantenía con su hija.
Se abre así la puerta con esta sentencia a que los padres puedan intervenir en las conversaciones a través de Facebook de sus hijos cuando perciban un abuso hacia ellos. Ante el conflicto entre el derecho constitucional a la intimidad de la adolescente, esgrimido por el abusador, y el deber de los padres de proteger a sus hijos, el alto tribunal mantiene que prevalece el derecho de los padres a proteger a sus hijos.
El joven acosador alegó que se había accedido al contenido de las conversaciones sin su consentimiento ni el de la menor. Sin embargo, el tribunal descarta que la madre obtuviese la contraseña por métodos informáticos, sino que se le proporcionó de manera voluntaria por su hija o por su hermana, quien también tenía conocimiento del abuso al que estaba sometida.
El pedófilo ha sido condenado a tres años de cárcel y a una multa de 8.000 euros por delitos de exhibicionismo y abuso sexual a una niña de 13 años. Según los hechos probados, el acosador envió la petición de amistad a la menor de 15 años, a la que “realizó distintas peticiones para que mantuviera relaciones sexuales con él”. Posteriormente, se desnudó y se masturbó ante la joven hasta en 3 ocasiones. Además, pedía a las jóvenes que le enviasen fotos desnudas
Cuando el acosador conoció de una amiga suya de 17 años, les citó a las 2 en un parking de Tarragona “para mantener relaciones sexuales con ambas”. Esta chica de 15 años no fue la única con la que mantuvo contacto a través de la red social Facebook. Otras 4 chicas de edades comprendidas entre los 14 y 17 años también fueron víctimas de sus abusos.
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