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El gran botín del acuerdo con Pedro Sánchez

miércoles 24 de febrero de 2016, 11:34h

“La sensación que yo me llevo es que esto empieza bien" Decía Pedro Sánchez nada más iniciar sus primeros pasos como candidato a la investidura. Todos aquellos con los que se había reunido en el Congreso, salvo el hombre que le hizo la cobra cuando intentaba saludarle ante los fotógrafos, le han manifestado su predisposición a apoyar su elección, si bien y como no podía ser de otra manera, con condiciones programáticas, proclives a facilitar un Gobierno de cambio (según los socialistas) reformista (para Ciudadanos) o progresista (como quiere Podemos) tras los comicios del 20-D y donde la aritmética esta tan presente como la propia Constitución.

Tras recibir el encargo de Felipe VI, el cual aceptó de buen grado como no puede ser de otra manera, aunque alguno tenga la desfachatez de hacer un desplante al Jefe del Estado, se encontró que negociar era poner sobre la mesa cuatro desafíos prioritarios: el empleo; la desigualdad social aun más agravada tras la crisis; la corrupción y la situación de Cataluña. En casi todo, existe unanimidad…..salvo en cómo abordar el problema catalán. El asunto del planteamiento de la consulta que propone Podemos como solución para acabar de una vez por todas con el órdago independentista, mediante el paso por la urnas y la victoria del NO a la ruptura con España que defiende el partido de Pablo Iglesias, choca frontalmente con aquellos que en lugar de ver el problema político, solo se remiten al cumplimiento legal que impide cualquier tipo de consultas, pues ciertamente el marco constitucional es muy claro al respecto.

En cuanto al otro gran problema de la corrupción que no cesa y amenaza con no parar de crecer, todos coinciden en lo mismo: el PP no está legitimado y aun menos su presidente, para abanderar el proceso de erradicación del mismo, cuando es el propio partido y las personas a las que Rajoy ha apoyado en público y en privado, los principales encausados. La corrupción ha dado para mucho. Nos ha permitido aprender que “Gürtel” quiere decir en alemán cinturón, o “correa” como denominaban a dicho complemento mis abuelos, y mira por donde, coincide con el apellido del principal protagonista de la trama. También hemos podido aprender que el nombre científico del árbol del que nacen las granadas, el “Punica granatum” de donde, se enlaza con el apellido del otrora todopoderoso hombre fuerte del PP en Madrid y del Consejo de Gobierno de Esperanza Aguirre, Francisco Granados. ¡Qué gran cultura jurídico-policial! Atrás quedan los tiempos en que se denominaba a los operativos con nombres que el pueblo llano identificaba fácilmente, como Operación Nécora sobre el narcotráfico en las tierras donde el rico marisco se cría gloriosamente, la Operación Guateque denominada así porque uno de los integrantes en la trama delictiva se quedó en la época del Dúo Dinámico, o la macabra denominación de Operación Puzle, que se trató de la investigación del asesinato de un colombiano, cuyo cadáver apareció descuartizado en 2007 en un paraje de San Martín de la Vega (¡vaya tela con el que puso el nombre!). Como se puede apreciar, la cultura se va apoderando de nuestros investigadores con el paso de los años……..

Del paro, no cabe duda que todos coinciden en su gravedad y en la necesidad de encontrar formulas eficaces para reducir la vergonzosa tasa de desempleo alcanzada, a la precariedad del empleo y en lo exiguo de los salarios. Lo que al comienzo de la entrada del euro allá por 2002 era considerado salario de subsistencia denominado de mileurista, ahora es una utopía retributiva solo al alcance de privilegiados.

En lo relativo a la precariedad social, tan solo es necesario leer los informes de Cáritas o escuchar al extraordinario Padre Ángel, para saber que el hambre y la desnutrición, ya no es solo cosa de la posguerra española, sino un mal endémico reavivado por la crisis económica y social que nos rodea

En el informe Empleo precario y Protección social (FOESSA 2015) alertan sobre la necesidad urgente de acometer en nuestro país una revisión completa del sistema de protección social y y establecer unos mínimos vitales irrenunciables, que deben estar garantizados por el Estado para toda la población, incluyendo la modificación del artículo 135 de la Constitución para subordinar cualquier otro componente del gasto público a la garantía de satisfacción de esos mínimos vitales. También inciden en reordenar el conjunto de prestaciones no contributivas, para configurar un sistema de garantía de ingresos mínimos para todas las personas que lo necesiten.

En esta urgente necesidad de modificar las políticas sociales, nos quedan asuntos de especial gravedad como el derecho a la asistencia sanitaria de las personas extranjeras sin papeles, desbloquear el desarrollo de la Ley de Dependencia, o eliminar los copagos farmacéuticos en las rentas por debajo del umbral de la pobreza. Así mismo es necesario desarrollar políticas sociales reales de apoyo a las familias, que incida en atajar la vulnerabilidad de los menores, como becas de comedor o garantizar la alimentación esencial a niños y niñas menores de 16 años.

En todos estos puntos, existen discrepancias y coincidencias entre partidos, aunque solo sea por decencia política y social, pero ninguno de los dos partidos emergentes de destacada presencia parlamentaria como Podemos y Ciudadanos, renuncian en ninguno de los casos al verdadero nudo gordiano para desbloquear la formación de un nuevo gabinete, de coalición por supuesto, algo que nos permitirá hacer una ejercicio de consenso permanente como si de una segunda transición se tratase. Me estoy refiriendo a la reforma del Ley Electoral, el verdadero “botín electoral” derivado del 20-D.

Si algo va a dejar borrado de las duras negociaciones que se avecinan en esta semana decisiva, son las denominadas líneas rojas, moradas o naranjas, que todos se esfuerzan por defender de partida como credos emanados de sus programas electorales. Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida, saben que llegar a un acuerdo que lleve a Pedro Sánchez, allá donde Felipe González cuidaba los bonsáis, pasa por renuncias o de forma edulcorada, aplazamientos de los compromisos de programa, tales como referéndum o reforma de la Constitución, entre otros. El gran beneficio de lograr la investidura, el verdadero tesoro del pacto, obliga al PSOE a firmar la sentencia de muerte del bipartidismo en forma de Ley D`Hont, en caso de querer presidir un gobierno a partir del 5 de marzo, ni mas, ni menos. Los grandes afectados por el actual sistema de reparto de escaños (Podemos, Ciudadanos e IU) guardan esa baza como única y verdadera línea roja, pues jamás habrían pensado tener un viento tan favorable como ahora para navegar hacia tan reconfortante destino. En los próximos días asistiremos a movimientos que permitan que todos salgan ganadores con más o menos argumentos convincentes de este momento político, salvo el Partido Popular que ha conseguido en cuatro años, tener a todos en contra de forma unánime. La abstención, será la gran protagonista con la que muchos amantes de la aritmética, no contaban, pues han pasado noches y días haciendo posibles acuerdos sobre el pactómetro, sin contar que el cero, también existe como sumando.

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