El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha defendido que el acuerdo firmado con el PSOE incluye el 80% del programa de la formación naranja. Así ha justificado Rivera su cambio de opinión y de estrategia sobre la investidura de Sánchez. Ciudadanos ha pasado de hablar sólo de abstención y de negar que entrarían en un Gobierno del PSOE a prometer un 'sí' al candidato socialista y a dejar abierta la puerta a una incorporación en su Ejecutivo.
Albert Rivera sorprendió a muchos anunciando en el mitin de final de su campaña que se iba a abstener para facilitar el Gobierno de PP o de PSOE. Desde entonces, había mantenido la misma postura, hasta que este miércoles a las dos de la mañana los equipos negociadores de PSOE y Ciudadanos acabaron el documento que horas después firmarían Rivera y Pedro Sánchez.
En el texto, la formación naranja se compromete claramente a dar su voto positivo a la investidura del candidato socialista. Pero, además, en la comparecencia posterior a la firma, Rivera dijo que no descartaba entrar en un Gobierno del PSOE si este era lo suficientemente "amplio".
¿Qué ha cambiado para que Rivera modifique su postura? En palabras del presidente de Ciudadanos en 'Onda Cero', el texto pactado con el PSOE incluye el 80% del programa electoral de su formación y es ese texto concreto el que ha conseguido su 'sí.
En concreto, la formación de Rivera ha destacado como apotaciones suyas medidas como la reducción de la cuota de autónomo, la disminución a dos (tres, según el PSOE) tipos de contrato, la supresión de las diputaciones o la prohibición de llevar a investigados en las listas electorales.
Rivera también ha reconocido que ha cambiado su actitud sobre la iniciativa de Ciudadanos tras observar lo que él denomina "la Guerra Fría" entre PSOE y PP. "No pensaba que estos dos partidos necesitaran que Ciudadanos bajara a la arena para solucionar lo que ellos no son capaces de hablar", ha señalado Rivera, que ha reconocido que se equivocó en sus previsiones al respecto.
Sin embargo, el cambio de estrategia sigue siendo notable, ya que en campaña electoral Rivera descartaba totalmente votar 'sí' a Sánchez o a Mariano Rajoy y aseveraba que no pensaba entrar en un Gobierno "de perdedores" para impedir que la lista más votada llegase al poder.
Por aquel entonces, Rivera negaba tajantemente que Ciudadanos pudiera tener una posición intermediadora si no ganaba y decía claramente que, en ese escenario, pasarían a la oposición.
El momento clave en este cambio fue la negativa de Mariano Rajoy a ser candidato tras la primera ronda de contactos con el Rey Felipe VI. Fue entonces cuando Ciudadanos empezó a endurecer el tono contra el presidente en funciones, acusándolo de irresponsabilidad institucional. A partir de ahí, Rivera señaló que era el turno de Sánchez de intentar ser investido porque consideraba que Rajoy había "pasado palabra", posición que ha sido reforzada tras los nuevos escándalos de supuesta corrupción del PP.
Por otra parte, los avances con los socialistas y la plasmación en el acuerdo final de muchas de las propuestas de Ciudadanos ha convencido a Rivera para cambiar el sentido de su voto. La intermediación, que también llegó a negar, de hecho puede tener mucha importancia en los próximos días, ya que será Rivera el encargado de intentar convencer al PP de que apoye activa o pasivamente su acuerdo con el PSOE.
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