'La gallina Turuleca, el musical', divertida, ágil y familiar

¿Quién no ha tarareado alguna vez ‘La gallina Turuleca’? Seguro que nadie, de entre nosotros, se atreve a levantar la mano. Forma parte de nuestra más íntima memoria aquello de “ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto tres…”. Ahora esa y otras canciones se han engarzado en una historia con música -¿qué otra cosa, sino, es un musical?- en el Teatro La Latina de Madrid. El texto es de Juan Carlos Martín y Sarah Gómez; el primero ha montado las coreografías y, además, ha dirigido el espectáculo. Óscar Gómez y Javi L. Rollán han puesto la música a una de las gallinas que están más en boca de todos, grandes y chicos, urbanos y rurales, abuelos y nietos… Y, sobre el escenario, cinco actores, cantantes y bailarines: Mila López (Turuleca), Borja Herrarte (Don Curro), Susana Cerro (La Vaneh), Helena Alonso (Remolacha, Señora Zas y Miss Black), Eddu Viera (Boniato, Entrenador, Don Canguro y Nimú), Natalia Faura y Teresa Ferrer.

En conjunto, un cocktail de música, ritmo, palabra e imagen que conforman un musical divertido, movido y atrayente para niños y mayores. Los primeros, con 4 o 5 años, ya pueden engancharse a una historia simple, pero llena de canciones, participación, humor, desenfado y algo de tensión (¿qué pasará con la granja?, ¿desaparecerán los animales para crear un centro comercial?...).

Hasta el 27 de marzo, los fines de semana, a horas familiares, sobre el escenario de La Latina volverá a repetirse la mima historia y -lo avanzamos ya- el mismo final feliz.

En síntesis, la historia, más o menos, es esta: la Gallina Turuleca vive feliz y despreocupada en el campo. Ella se lleva la mar de bien con sus vecinos, el Sr. Boniato y la Sra. Remolacha, propietarios de una granja. Allí se preocupan de los animales como si fueran sus hijos, y a su vecina Turuleca le han tomado tal cariño que la han adoptado como uno más. Allí Turuleca juega, imagina y se divierte con otros amigos animales, como ella: Don Curro, un borrico malagueño que fue burro-taxi en Mijas hasta que se hizo mayor y lo vendieron por ser incapaz de aguantar ya una tarea tan dura, y La Vaneh, una cerdita encantadora, medio pasota y bailona. Pero un día llega a la comarca Miss Black, un malvado personaje que no piensa más que en hacer dinero y para ello ha decidido comprar todas las granjas de la zona y edificar allí un inmenso centro comercial. Claro que para eso tiene que acabar con todos los animales y la señorita Black está dispuesta a hacerlo. Ayudada por Nimú -su fiel y despistado sirviente-, prepara una pócima para que Turuleca y sus amigos se conviertan en humanos... Pero los amigos han preparado una contrapócima para que sea Miss Black la que se convierta en animal.

Con la ayuda inesperada e inestimable de Don Canguro, la mala, malísima Miss Black dejará de ser un problema. Claro que antes tienen que descubrir unas palabras para que eso se pueda llevar a cabo. La gallina Turuleca, sin saberlo, acaba indicando el camino para descubrirlas: cuando pone los huevos, suenan unas palabras. Uniendo todas, sale la frase: “que pacha, que pacha, que pacha, que seas una cucaracha”.

Hay brillantes proyecciones (a cargo de Alejandro Viera y Manu Nieves) en el telón del fondo del escenario (granjas, animales,…), música en play back, canciones en directo y participación, mucha participación, de pequeños y grandes para que el espectáculo no se haga aburrido ni un solo minuto de la hora y cuarto de duración del mismo.

Y, por si todo esto fuera poco, Don Curro es un sabio que llena de graciosas sentencias la dinámica función: “cuando el río suena, es que se ha ahogado una orquesta”. “A palabras necias, oídos sucios”. “Ojos que no ven, necesitan gafas”… ¿Hay quién dé más por menos? La diversión, desde luego, está asegurada.

‘La gallina Turuleca, el musical’

Vestuario: Lucía Gómez

Caracterización: Antonio Naranjo

Teatro La Latina (Madrid)

Hasta el 27 de marzo de 2016