La ciudadanía comienza a impacientarse con una clase política incapaz de llegar a un pacto mientras cobra fuerza la 'gran coalición'

Y mientras se libran esas batallas partidistas, cobra fuerza la posibilidad de que al final Pedro Sánchez se terminará doblegando ante PP y Ciudadanos, el pacto 'fácil' para el PSOE a largo plazo y el que dará estabilidad al país ante las dificíles relaciones con Podemos y otras fuerzas de izquierdas. Tampoco facilita las cosas el hecho de que en caso de que Sánchez terminara pactando con los de Pablo Iglesias y el resto de fuerzas de la llamada 'mesa a cuatro', los 161 diputados que suman esas fuerzas necesitarían continuamente apoyos para aprobar leyes, con lo que necesitaría de partidos nacionalistas e independentistas, incluyendo a los partidos catalanes. El PSOE no le ve salida por ninguna parte.

Por eso se está valorando que al final Sánchez cederá ante el ala más conservadora o centrista del PSOE, liderada por Susana Díaz, para que se acerque sólo a Ciudadanos, como con el actua pacto, y lo haga fuerte para presionar al PP y sacarle el máximo en una pronta negociación. En esa negociación, se debería evitar que parezca un acuerdo con el PP, que muchos considerarían la muerte política del PSOE como partido de centro-izquierda ante el contexto político actual de España. Una forma sencilla de dar alas a Podemos y superar a los socialistas en las próximas elecciones, ya sean adelantadas o cuando toquen.

Lo que sí sabemos es que los portavoces parlamentarios del PSOE, Antonio Hernando, y Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, enviaron ayer martes cartas a sus homólogos en el PP, Podemos, IU, Compromís y PNV, para invitarles a iniciar "de inmediato, una ronda de negociaciones". La intención es mantener reuniones conjuntas para ampliar el apoyo al pacto que suscribieron PSOE y Ciudadanos y que, según se advierte, sigue "plenamente vigente", aunque, según consta en dicha carta, está abierto a mejoras y aportaciones.

En el escrito se muestra el deseo de que el diálogo pueda conducir a constituir un gobierno "lo antes posible", al tiempo que se insiste en que el acuerdo firmado entre Pedro Sánchez y Albert Rivera antes de la fallida investidura del líder socialista "no agotó su eficacia" tras el debate de la semana pasada.

En la carta, que no se ha remitido a los grupos nacionalistas catalanes, se reafirma la idea de que el pacto que suscribieron socialistas y Ciudadanos contiene un "amplio catálogo de medidas" para "modernizar el país" y "mejorar el bienestar de la ciudadanía", entre ellas, "atender emergencias sociales, recuperar derechos y libertades, reforzar la confianza en las instituciones y reforzar también al lucha contra la corrupción".

Los firmantes subrayan que "se abre un tiempo tasado de dos meses en los que las fuerzas políticas tenemos la responsabilidad de dialogar, sumar esfuerzos y alcanzar acuerdos para hacer posible un gobierno y una legislatura estables".

El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, justificó la remisión de la carta también al PP en el hecho de que "corre prisa" terminar con el bloqueo político, además de insistir en que esa negociación no incluirá formar Gobierno, "porque el PP es lo contrario al cambio" y sus posiciones, según añadió, "son antagónicas" a las del PSOE.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, dijo que en la reunión que su partido y Ciudadanos quieren celebrar con el PP, no le pedirán que se sume a un gobierno de cambio, pero sí hablarán, dijo, de las reformas en las que es preciso contar con el apoyo de los populares, "con un PP en la oposición, leal, que las respalde, como la reforma constitucional", dijo. El secretario general socialista insistió además en que el PSOE no dialogará con ERC, DiL y EH Bildu mientras defiendan "el derecho a decidir como elemento fundamental de su programa de gobierno".

Respecto a otras formaciones, Sánchez, que participó en la manifestación celebrada en Madrid con motivo del Día de la Mujer, explicó que hablar de "cómo posibilitar el cambio", en especial con Podemos y con su líder, Pablo Iglesias, al que acusó de "estar bloqueando ese cambio".

Por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en una entrevista en Antena 3, dijo que Rajoy es "incapaz" de llevar a cabo una serie de reformas que no ha emprendido en estos cuatro años de gobierno, como la despolitización de la Justicia, un pacto nacional por la educación o la modificación de la Ley Electoral. Preguntado por la posibilidad de apoyar un Gobierno del PP con otro candidato, Rivera contestó que "eso lo cambiaría todo".

Rajoy y sus balas en la récamara

El presidente del Gobierno en funciones llamará a Sánchez y a Rivera para reunirse con ellos por separado y volver a ofrecerles la gran coalición entre los tres partidos. En rueda de prensa tras la reunión del Comité de Dirección del PP, el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, señaló que para su partido "lo más responsable" es dialogar de forma separada "por respeto a los votantes" de esas otras formaciones, como a los de Ciudadanos, "a quienes a lo mejor no les parece oportuno" que su líder acuda a la reunión con Rajoy al mismo tiempo que Sánchez. Sin embargo, añadió, que, si tras esa llamada de Rajoy a cada uno de ellos por separado, Sánchez y Rivera insisten en ir juntos, es "cosa de ellos". "No nos van a encontrar en la anécdota", apuntó.

Casado advirtió también que la negociación que aborde el PP con PSOE y Ciudadanos tiene que partir "de cero" y de un "folio en blanco", porque los populares, explicó, no pueden sentarse a negociar sobre un pacto en el que no han participado, que pretende derogar sus políticas y que además "acabó" el viernes, cuando resultó fallida la investidura de Sánchez.

En otro momento, Casado insistió en que antes de nombrar equipos negociadores y hablar "medida por medida", es bueno que haya una conversación previa, además de advertir de que "no puede pasar" de nuevo lo que ocurrió cuando Rajoy citó a Sánchez por primera vez, cuando se negó a hablar o negociar nada con el jefe del Ejecutivo en funciones.