La OCDE apunta a las recientes turbulencias financieras, el enfriamiento de los mercados inmobiliarios y el alza continuada de los precios de la energía para explicar la desaceleración.
La revisión de sus estimaciones también afecta a España, cuyo crecimiento para 2008 se quedaría en el 2,5%, dos décimas menos. La caída de la construcción y el consumo son, para la OCDE, las claves de la desaceleración de España. Pero confía en que saldrá bien parada de la crisis inmobiliaria. "La demanda de viviendas de las familias sigue siendo muy alta, y también está la demanda de los inversores extranjeros", según señaló Jorgen Elmeskov, economista de la organización.
La estimación de la OCDE esta muy alejada de la que mantiene el Gobierno español (un 3,3% para 2008) La Oficina Económica del Presidente del Gobierno le reprochó ayer que no tenga en cuenta los datos del Ejecutivo. La OCDE cree que la inflación se reconducirá los próximos meses, lo que la llevó a desaconsejar cualquier subida de tipos de interés.