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'DioS K', todopoderoso

'DioS K', todopoderoso

lunes 14 de marzo de 2016, 09:40h

Dominique Strauss-Kahn es solo el referente de este ‘DioS K’, no el yo superficial del exdirector general del Fondo Monetario Internacional. Es su yo más íntimo, más profundo y los mecanismos personales y sociales que lo han generado el que han intentado fotografiar (nótese que no digo explicar, ni justificar, ni entender…) en este montaje, ‘DioS K’, que estos días puede verse en la Cineteca de las Naves del Español, en Matadero Madrid, con un texto original de Antonio Rojano, y bajo la dirección de Víctor Velasco. La dramaturgia, en todo caso, está basada en la novela ‘Carnaval’, de Juan Francisco Ferré, premio Herralde de novela 2012.

El entonces insigne socialista francés Strauss-Kahn estaba llamado a ser el candidato a presidente de Francia por su partido y, de no haber mediado aquel desgraciado suceso, ese instante en que trató de violar a una camarera del Hotel Sofitel de Nueva York, hoy las cosas serían muy distintas para él, para Francia y para Europa entera.

¿Qué mecanismos mentales pueden transitar por el cerebro de un hombre para cometer esa y otras fechorías del mismo calado, con la convicción íntima de que quedarían impunes? La respuesta de Ferré está en la novela citada y la de Rojano en el texto que ahora se representa hasta el 20 de marzo en el nuevo espacio de Matadero -¡y con este son ya cinco los que gestiona el Teatro Español de Madrid, gracias a Juan Carlos Pérez de la Fuente-. El empeño no es nada fácil, y del resultado de la propuesta de Velasco partiendo del texto de Rojano vamos a hablar a continuación.

Todo sucede sobre un escenario, que representa -según los momentos- el aeropuerto JFK de Nueva York, o una habitación del hotel Sofitel, también de la ciudad de los rascacielos. El escenario está semidesnudo. Tan solo una plataforma negra estrecha lo recorre. En el centro, otra plataforma cuadrada que servirá de cama de hotel. Y, mientras tanto, siete altavoces delante de la gran pantalla situada al fondo con varias voces hablando simultáneamente en distintos idiomas sitúan al espectador en el paisaje que DSK disfrutaba en la Gran Manzana cuando toda su vida iba a dar un vuelco…

Sobre él, únicamente dos actores: Alberto Jiménez (¡magnífica su interpretación de Strauss-Kahn!) que hace su entrada en escena vestido con un traje gris claro, corbata negra y descalzo, atravesando sereno y confiado un espacio de luces y sombras hasta encontrar a una mujer, Mona Martínez -también estupenda su encarnación de las siete mujeres que se relacionan con el francés en varios momentos de su vida- que, vestida con elegante traje negro de chaqueta y falda y con unos zapatos tan rojos como brillantes, sentada de espaldas, verbaliza ante el público la mirada llena de deseo del hombre que se le clava en la nuca: “…Toda mujer se siente vigilada por esa legión de penes, en casa, fuera de casa, en el trabajo,…”. Ambos actores cuajan una actuación espléndida, en especial Jiménez que realiza un esfuerzo físico y psicológico tremendos en el último tercio del montaje, en donde acaba dirigiéndose al público (en realidad, al pueblo, a la opinión pública mundial…), completamente desnudo, y lanzando proclamas flamígeras y exculpatorias de quien se sabe en posesión de la verdad y por encima del bien y del mal… Justo como Dios, y de ahí el título de la obra, ‘DioS K’ (“Otra transacción en una vida repleta de transacciones”, dice K.).

Alberto Jiménez y Mona Martínez, desde luego, se dejan la piel sobre las tablas y su actuación es sencillamente extraordinaria. Frente al esfuerzo brutal de Alberto, la multipersonalidad y sutileza de Mona, que debe desdoblarse con una misma indumentaria base y con solo sutiles complementos, en siete personajes femeninos distintos: La Bruja Buena del Norte; Wendy, la prostituta; Kasey, adolescente vinculada a una ONG; Nicole, esposa de DSK; La Mujer que trabaja en el aeropuerto JFK; Dorothy Mayo, inspectora de Policía y La víctima. La elección del elenco por Víctor Velasco ha sido más que acertada y su actuación medida, justa, está en la base de lo mejor que puede decirse del montaje.

Emoción y razón

Pero la concreción sobre un escenario, a lo largo de hora y media, de tantas y tan profundas ideas y situaciones, apoyadas de audiovisuales, fotografía y voces, de un extenso e intenso plantel de referentes intelectuales, que se citan a lo largo del mismo, creo que resulta ineludible hacer referencia a, al menos, dos planos en los que el espectador se enfrenta al montaje: el emocional y el racional. El primero queda enteramente satisfecho porque, sin descender a lo concreto de la multitud de referencias que contiene el texto, queda muy bien reflejada la ascensión del personaje, su delectación al ser consciente de su poder y de ver satisfechos cuantos anhelos (sobre todo sexuales y de poder) se le cruzan por la cabeza y, finalmente, su reacción de psicópata cuando se ve acorralado por la Justicia y sin escapatoria posible, acudiendo al pueblo para tratar de justificar su “misión” y de minimizar estos “accidentes” del camino (pelillos a la mar…).

Al mismo tiempo, sin embargo, en una visión racional del montaje, hay que hacer frente en tan corto espacio de tiempo a referencias casi constantes a nombres y conceptos relacionados con la filosofía, la literatura, los medios de comunicación o la política, que todos vienen mezclados en un documental audiovisual, que viene a traducir el estado mental, los pensamientos y la base intelectual del protagonista de ‘DioS K’. Así, se mezclan nombres como Harold Bloom, hablando de Julio César y Shakespeare discutiendo cada uno de sus afirmaciones, mezclados con referencias a Philip Roth, Lady Gaga, Amelie Nothomb, Michel Houellebecq, Beatriz Preciado, Obama, Michel Onfray, Slavoj Zizek, Jean Bandillard, … Demasiados mimbres para construir una cesta tan compleja y en tan corto espacio de tiempo.

Con todo, y vuelvo a repetirlo, si nos quedamos en el plano emocional, y ponemos el énfasis en la gran actuación de Alberto Jiménez y Mona Martínez, el montaje es más que interesante, y está lleno de momentos que van a ser difíciles de olvidar para el espectador.

‘DioS K’

Dramaturgia: Antonio Rojano

Basada en la novela ‘Karnaval’, de Juan Francisco Ferré

Intérpretes: Mona Martínez y Alberto Jiménez con las locuciones de Bruno Ciordia, Paco Deniz e Inés Piñole

Director: Víctor Velasco

Escenografía, Vestuario, Iluminación y Vídeo: Juan Sebastián Domínguez

Fotografía: Javier Naval

Ayudante de dirección: Óscar Nieto

Una producción del Teatro Español

Plató Cineteca en Matadero-Naves del Español

Hasta el 20 de marzo de 2016

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