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Sillas: Presencia obligada

Sillas: Presencia obligada
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martes 22 de marzo de 2016, 08:30h

Al final la Segunda Guerra Mundial, a partir de 1945, el mundo se encontraba atravesando uno de los periodos más duros de la historia de la civilización, como lo conocemos actualmente. Dos súper potencias como son los Estados Unidos y Rusia, antigua Unión Soviética, se disputaban el imponer su modo de gobierno en todo el planeta.

A consecuencia de lo devastadora que había sido la anterior guerra, ambas potencias rehusaron enfrentarse directamente, pero no dejaron de lado sus diferencias. De hecho, se fueron agravando con el paso de los años.

Resulta obvio pensar que la potencia que consiguiera instaurar su modelo sería la que tendría el control total y absoluto sobre la tierra. Sólo hay que ver los tremendos beneficios que obtendrían por dicho control. Atendiendo a esta idea, ambos países prosiguieron con sus tiranteces, pero encontraron una forma de luchar que no era la propia de las guerras como hasta entonces conocíamos con la lucha directa.

La solución fue el apoyar naciones o países secundarios que sí entraban en combate, pero siendo apoyados ambos bandos por estas potencias. A esto se le denominó la Guerra Fría, dado que los actores principales participaban de forma secundaria, aportando tecnología, recursos, etc.

Una de las más recientes de nuestros días la encontramos en el conflicto de Oriente Medio, donde los países árabes e Israel se enfrentan en varias ocasiones por la posesión del estado palestino.

Los israelíes querían ese territorio argumentando que fueron expulsados de allí en el siglo I después de Cristo y, por el contrario, los países árabes argumentan que esa siempre ha sido su tierra.

Estados Unidos apoya al estado israelí con tecnología y armamento; y Rusia, a los países árabes con similar apoyo logístico. Estas dos potencias no han querido tener en cuenta más que su beneficio económico y el prolongar sus diferencias a lo largo de la historia.

Estas diferencias se podrían haber solucionado si algún organismo importante hubiera cogido ambos dirigentes en privado obligándolos a sentarse en unas cómodas sillas donde no pudieran levantarse hasta no llegar a un acuerdo beneficioso para ambos.

Por suerte para nosotros Love the Sign nos brinda la posibilidad de adquirir unas sillas de diferentes estilos y prestaciones para solucionar los pequeños conflictos y situaciones que se dan dentro del círculo familiar.

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