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'Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia': Buenos mimbres para el director equivocado
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'Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia': Buenos mimbres para el director equivocado

miércoles 23 de marzo de 2016, 10:05h
Resulta difícil hacer una crítica sobre una película que genera esta clase de expectación. Si te muestras demasiado escéptico eres un amargado que no ha tenido infancia y si te muestras demasiado entusiasmado eres un vendido al malvado imperio 'hollywoodiense', lo cual es una suerte porque 'Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia' es una película con la que resulta difícil emocionarse pero con la que tampoco te puedes cabrear especialmente.
Si 'El hombre de acero' ya era una película sombría teniendo como protagonista absoluto a alguien como Superman, la inclusión de El Caballero Oscuro no hace nada por alegrar el conjunto. Como aquella, 'El amanecer de la Justicia' está fuertemente influenciada por la notable trilogía sobre Batman de Christopher Nolan, que aquí vuelve a ejercer como productor, pero sigue sin alcanzar ese nivel. Hace tiempo que se veía venir que DC Cómics iba a buscar su particular universo cinematográfico al modo de Marvel para poder explotarlo al máximo. La diferencia está clara, donde Marvel tiene a unos héroes encantados de conocerse a sí mismos, DC tira por unos héroes torturados y existencialistas. Es un universo más sombrío y más oscuro que encontró su mejor forma en las películas de Nolan. Zack Snyder, desde luego, no juega en la misma liga. Y es que en sus películas todo tiende hacia el megaespectáculo, en detrimento de la narración. Es, por decirlo así, un director que encajaría más en una película de Los Vengadores que en una como esta.

El principio de la película es bastante acertado, volvemos al final de 'El hombre de acero' pero esta vez desde los ojos de Bruce Wayne que ve como la pelea entre Superman y el General Zod está destruyendo media Metrópolis, incluida su propia torre. Al fin vemos los daños colaterales de las superpeleas entre superhéroes y supervillanos. Algo que ya hizo, mejor y con más sentido del humor, 'Los increíbles'. Y es que lo que parecía un principio sugerente se va transformando en otra cosa. Le pesa mucho a la película el hecho de ser el inicio de innumerables secuelas y precuelas, guionistas y director distraen la trama para ir metiendo con calzador elementos que aparecerán en otro momento y en otras películas. Además el gran problema de esta película es que para una película, y un universo, que se toma tan en serio a sí mismo, al final todo se reduce a ver quién reparte más mamporros. Si te paras a pensar en muchas de las situaciones de la película no hay por donde cogerlas, desde los maquiavélicos planes de Lex Luthor, Jesse Eissenberg en modo Mark Zuckerberg psicótico, a la resolución de la pelea que anuncia el título.

Y es que a la película le cuesta unir las partes de los dos superhéroes, Superman, como en la anterior película sigue recibiendo comparaciones con Jesucristo, mientras que el Batman de Ben Affleck sigue estando tan torturado como siempre pero además ya se ha hecho, como le dice su mayordomo Alfred, "demasiado viejo para morir joven". Por cierto, hablando de Alfred, Jeremy Irons da vida a un personaje que parece vivir en otra película, siendo constantemente el elemento cómico de una película intencionadamente dramática. Por otro lado, también se introduce el personaje de Wonder Woman pero lo hace de un modo demasiado similar al de la Catwoman de Anne Hathaway en la última película de la trilogía de Nolan. Sus escenas están bien pero, una vez más, parecen un pegote a la trama. Eso sí, no quiero terminar sin destacar el poderoso guiño a 'Excalibur' (una de mis películas favoritas) que contiene la película.

En definitiva, 'Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia' no es, ni de lejos, la película definitiva sobre superhéroes pero tampoco es, ni por asomo, la peor. Puede que con sus mimbres se pueda hacer una buena película pero no debería estar dirigida por Zack Snyder. Si alguien puede arriesgarse a quitar espectacularidad y remover dentro de la historia (tenemos a un fascista y a un refugiado como protagonistas) puede producirse el milagro. Eso sí, tendrá que ser alguien al que le preocupe la película que está haciendo y no la construcción de una nueva megafranquicia.
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