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Más duro y amargo

miércoles 23 de marzo de 2016, 13:05h

"Lo que os espera será más duro y amargo" afirman en un comunicado los "jefes" del Estado Islámico que han reivindicado los atentados en Bruselas. De manera que no caben engaños, la amenaza está sobre la mesa, y en cualquier momentos estos asesinos la harán realidad. Así que lo único que cabe preguntarse es como afrontar el desafío del Estado Islámico más allá de las palabras de rigor que se repiten en estas ocasiones.

Para empezar lo que no se puede es seguir ignorando que el Estado Islámico ha declarado la guerra a Occidente. No es una guerra convencional, por tanto es más peligrosa, pero guerra al fin y al cabo. Y es una guerra que tiene un objetivo que es acabar con los valores occidentales: libertad, democracia, Estado de Derecho, igualdad entre mujeres y hombres... es decir tratan de destruir lo que tanto ha costado conseguir. De manera que no caben ambigüedades ni buenismos ni instalarnos en lo políticamente correcto porque lo que está en juego, insisto, es la libertad.

Es evidente que es necesario que los cuerpos de seguridad y de información occidentales actúen de manera coordinada. La información es fundamental para combatir a los asesinos del Estado Islámico. También lo es combatirles sobre el terreno. Pero se puede hacer mucho más y es intentar cortarles sus vías de financiación y para eso los países occidentales tienen que exigir a algunos países a los que tienen como aliados que dejen de financiar directa o indirectamente al Estado Islámico.

No es ningún secreto qué papel juega Arabia Saudita y los países del Golfo, como Catar, en los conflictos que asolan a Siria por no ir más lejos. Como tampoco lo es el papel ambiguo de Turquía que hace la vista gorda al paso de los camiones y del contrabando de petróleo de los hombres del Estado Islámico. Es decir ha llegado la hora de decir basta a estos países supuestos aliados, pero que tienen sus propios intereses y además están inmersos en las viejas rencillas entre chiitas y sunitas, y que alimentan, directa o indirectamente al Estado Islámico.

La actitud meliflua con estos supuestos aliados nos hace más débiles.

El comunicado del Estado Islámico reivindicando los atentados de Bruselas no deja lugar a dudas: lo que nos espera será más duro y amargo.

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