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Pobreza en España

sábado 09 de abril de 2016, 14:16h

No estoy hablando de pobreza intelectual que la hay, ni política que también, con el guirigay de Pedro Sanchez con Podemos y Ciudadanos y nosotros sin gobierno y como quiera que las expectativas económicas parecen buenas, eso demuestra nuestro viejo aforismo liberal “Con menos Estado viviríamos mejor”.

Pero esta vez, vamos a hablar de la pobreza económica en España resultado, de la cris que ha dejado a cuatro millones de personas al borde la inanición, ello no obstante como España es el país de los “chanchullos” vamos a precisar que ni tanto ni tan calvo.

Un informe elaborado con datos de Eurostat desmonta el alarmismo y la demagogia que despiertan estos debates a nivel político. A menudo escuchamos que el porcentaje de españoles en riesgo de pobreza o exclusión social ronda el 30%. Esta cifra puede llevarnos a pensar que la incidencia de la miseria en nuestro país es muy superior a lo que realmente es. De hecho, conviene recordar que la media europea en este indicador se sitúa en el 24,4%, a pesar de que la UE es una de las áreas económicas más prósperas del mundo.

La Fundación Faes se había propuesto analizar estas cuestiones en detalle y, acudiendo a los datos de Eurostat, ha recordado en un nuevo informe que el porcentaje de la población española que sufre de privación material severa se reduce al 7,1%, cuatro veces por debajo de las cifras que se manejan cuando se habla vagamente de "riesgo de pobreza o exclusión social".

¿Cómo se compara ese 7,1% español con el resto de países europeos? España sale mal parada en comparación con el 5% alemán o el 4,8% francés, pero se coloca por delante de Portugal (10,6%), Italia (11,5%) y Grecia (21,5%). La media europea también es superior al resultado cosechado por España: alcanza el 8,9%. Queda claro, por tanto, que si hacemos una medición honesta y realista del concepto de pobreza, España está por debajo de la UE.

Pero entonces, ¿qué significa que uno de cada tres españoles esté "en riesgo de pobreza". Esto es Alarmismo y como recuerda el informe, este indicador solamente apunta que dicho porcentaje de la población tiene ingresos inferiores al 60% de la mediana nacional, "lo cual no implica que son pobres en la medida en que están privados de bienes de consumo esenciales para un nivel mínimo e irrenunciable de bienestar".

Un ejemplo de las confusiones que generan estas cuestiones lo tenemos en la ciudad de Madrid.

Se denunció recientemente, un escándalo que destapó el periódico Libre Mercado el pasado verano: "en el contexto de las elecciones municipales de 2015, Manuela Carmena alarmaba a los ciudadanos afirmando que 25.000 niños pasan hambre en Madrid, lo que era una burrada y además era imposible dadas las ayudas y los comedores que mantenemos por ejemplo los rotarios. Mi club reparte cada mes 500Kg de comida y solo es uno de los 17 que hay en Madrid. Una de las consecuencias de este contexto fue un programa de la Comunidad de Madrid que consistía en abrir los comedores escolares en verano. Estaba previsto dar servicio a al menos 5.500 niños que presuntamente pasaban hambre. La realidad fue que el programa fue utilizado por 600 familias" Carmena se había columpiado en 4.900 familias.

Pero el informe, va más allá y desglosa otros datos que suelen pasar inadvertidos pero también vienen recogidos en las estadísticas de Eurostat. Por ejemplo, si medimos cuántos españoles no pueden comer carne, pollo o pescado cada dos días, vemos que dicha cuota se queda en el 3,5%, casi al nivel del 3% de Dinamarca y muy por debajo del 8,5% europeo. Para Alemania y Francia, este porcentaje alcanza el 8,4% y el 7,4%. Grecia e Italia registran, respectivamente, un 13,8% y un 14,2%. También aquí vemos que, si hablamos de "hambre" en términos realistas, España está mucho mejor posicionada que el resto de países europeos.

En consecuencia, el informe destaca que "desigualdad y pobreza son conceptos diferentes y su utilización como sinónimos o como mera aproximación estadística genera confusión entre los ciudadanos y entre los decisores políticos, que podrían incurrir en errores de diagnóstico y de aplicación de políticas públicas adecuadas".

Añade que "el dramatismo que irradian las cifras de riesgo de pobreza es matizable y se constituye en un elemento que distorsiona el proceso de decisión pública, afectando a su eficacia y eficiencia". Además, apunta que "la desigualdad no es una buena aproximación estadística a la pobreza absoluta, puesto que los países más igualitarios de Europa presentan tasas de pobreza en términos de privación material que son significativamente mayores que las de otros países que cuentan con una distribución más desigual de la renta".

Luego ni tanto pobre ni necesitado, pues como mínimo reciben la ayuda del Estado de unos 400 euros, que no se vive bien con ellos es evidente, pero España es una de las campeonas del subvencionalismo y el problema es siempre que todo lo que se regala no se aprecia y no estimula a los ciudadanos a buscarse las castañas, con lo que, por pereza secular no se añade riqueza a la Economía. En el fondo es parecido a lo que ocurría en la Unión Soviética cuando era las URSS, se vivía mal pero se vivía, mientras que ahora con el capitalismo ha aparecido la pobreza absoluta. También las elites del Partido vivían de miedo, con sus “dachas” y su caviar a cucharadas. En todas partes cuecen habas y en la nuestra a carretadas.

El estimulo más importante para luchar contra la pobreza es la educación y el premio al merito y al esfuerzo. Los países que así lo hacen como los USA no son pobres aunque tienen pobres, paradojas de la Economía.

Bernardo Rabassa

Presidente de clubs y fundaciones liberales. Miembro asociado de Alianza Liberal Europea (ALDE). Premio 1812 (2008). Premio Ciudadano Europeo 2013. Medalla al Mérito Cultural 2015. Psicólogo social. Embajador de Tabarnia. Presidente del partido político constitucionalista Despierta.

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