La huelga de estudiantes 'no tiene tirón'

Este miércoles daba comienzo el primero de los dos días de huelga de enseñanza convocada por el Sindicato de Estudiantes, quien apunta a un respaldo "masivo" de los estudiantes españoles con "un 80 por ciento de media" de seguimiento.

Esto contrasta con la imagen de una de las universidades más importantes de Madrid, la Carlos III, de la que yo misma formo parte y que hoy, como durante todo el curso, he acudido a clase con normalidad a las nueve de la mañana. Esta es la vigésimosegunda huelga estudiantil convocada por el Sindicato desde 2012 y la que menos repercusión ha provocado entre los alumnos, ya que ni siquera las Delegaciones y Asociaciones de Estudiantes la han secundado. En anteriores convocatorias sí se dieron momentos de tensión con piquetes informativos y alumnos encerrados en los edificios, pero en esta ocasión ni pintadas, ni pancartas, ni megáfonos.

En cuanto a la afluencia de gente en la Universidad, no se ha notado especial diferencia con respecto a un día 'normal'. Algunos profesores nos dieron la opción de no adelantar temario para que los estudiantes pudiéramos acojernos a nuestro derecho a huelga y así no ir retrasados respecto a los compañeros que si acudieran a clase, pero, en general, la jornada se ha desarrollado con total tranquilidad y casi la totalidad del alumnado ha asistido a las aulas.

Llama la atención la escasa reacción del alumnado ante una convocatoria de huelga de estudiantes como ésta. Dadas las fechas en las que nos encontramos con respecto al caledario académico, resulta comprensible que muchos estudiantes decidan no faltar a clase con los exámenes 'a la vuelta de la esquina'. También es importante señalar que el hecho de que las Delegaciones y las Asociaciones de Estudiantes de la Carlos III no secunden la huelga, las movilizaciones masivas de alumnos no se producen de forma generalizada, sino que todo aquel que decide formar parte de la huelga lo hace a título personal.

La LOMCE o 'Ley Wert' continúa siendo el pilar básico de las protestas en la enseñanza y el sector universitario es el que más ha notado las medidas de esta controvertida ley. El crecimiento de las tasas universitarias -España es uno de los países más caros para cursar un grado en Europa-, el 'decreto del 3+2', la reducción de las cuantías de las becas y el retraso en los pagos a los alumnos han llevado a que la comunidad educativa se pronuncie para que se derogue esta normativa que tanto afecta a los estudiantes.

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