www.diariocritico.com

Ciencia en España: salir del atolladero

jueves 21 de abril de 2016, 13:24h

El 20 de abril asistí a la presentación del Libro publicado por la Fundación Lilly “Reflexiones sobre la ciencia en España(Como salir del atolladero)” en la Residencia de Estudiantes, en el entramado de calles que hay detrás del Instituto Ramiro de Maeztu y que todavía desprende, el suave perfume de la cultura de la Institución Libre de Enseñanza que fue un proyecto pedagógico que se desarrolló en España durante medio siglo (1876-1936), inspirado en la filosofía krausista, introducida en la Universidad Central de Madrid por Julián Sanz del Río, y que tuvo una importante repercusión en la vida intelectual de la nación española, para la que desempeñó una labor fundamental de renovación de la que nos sentimos herederos los liberales.

El acto de presentación estuvo presidido por Doña Carmen Vela, Secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, acompañada de Don Javier Ellena Aramburu, Presidente de la Fundación Lilly. La obra fue comentada y presentada por Don Juan Rojo Alaminos, Catedrático de Física. Académico de la Real de Ciencias, IMDEA; Don Andrés Moya Simarro, Catedrático de Genética, investigador y filósofo y los editores José A. Gutiérrez Fuentes y José A. Sacristán editores

Según ellos: ¿Merece la pena publicar un nuevo libro de reflexiones sobre la ciencia en España? Es obvio que si la obra que en estos momentos tiene en sus manos es una realidad, es porque en el momento en que fue planteada, la respuesta dada a esta pregunta fue afirmativa. Pero lo cierto es que no se trataba de una pregunta sencilla. En el año 2002, la Fundación Lilly publicó el libro titulado Reflexiones sobre la Ciencia en España. El caso particular de la biomedicina (Barcelona; Medicina stm eds.), que supone el antecedente de esta obra. Cuando catorce años después nos preguntamos si merecía la pena realizar una puesta al día sobre la situación de la Ciencia en España, concluimos que la mayoría de las consideraciones y propuestas que allí se hicieron siguen hoy tan vigentes como entonces.

Utilizando el símil que propone Fernando Baquero, el conocimiento científico crece de la misma forma que lo hace un montón de arena. Para que el vértice se eleve un poco es necesario añadir mucha arena que amplíe la base de sustentación. Pero, aparte de dedicar más recursos a la investigación, debemos conseguir que nuestra sociedad entienda los beneficios de contar con una ciencia de primer nivel. De ahí la importancia de mejorar la educación en todos sus niveles; de reconocer y premiar a los investigadores y sus equipos, contribuyendo a que estos sean admirados por la sociedad y, muy particularmente, por los más jóvenes; de seguir fomentando el debate, la reflexión y la inversión en la Ciencia con el fin de mostrar a la sociedad que los descubrimientos científicos contribuyen de manera notable a mejorar nuestra calidad de vida. Así pues merecía la pena, sobre todo para Juan Rojo con una visión optimista de los datos contemplados en los distintos artículos del Libro, mas critico estuvo Andres Moya con una valoración incluso filosófica de mas bien carencias, con siolo un 1.3% de publicaciones científicas de España en Europa en tanto su peso debería ser de 8.7.

A través de este libro quieren contribuir a esos fines y están convencidos de que el cambio es posible, que «se puede hacer» y que nuestra entrada en un mundo global ya ha empezado a cambiar nuestra forma de afrontar un futuro mejor para todos. Permanecer ajenos a esta realidad sería sencillamente suicida y nos conduciría a la marginalidad como sociedad y como país. Recordemos las palabras de don Santiago:

«Considerad que cada idea nueva, no contrarrestada por otra nacida entre nosotros, es un eslabón más de nuestra servidumbre mental, es una contribución que deberemos pagar en oro».

La situación de la ciencia en España se traduce en un balance negativo, dentro de que el libro estudia la situación de la I+D+i en comparativa con el resto de Europa, en la que no se halla tan mal situada, contrabalanceado por la emigración de los científicos a otros países, y la contribución de nuestro país a los grandes avances científicos y tecnológicos presenta unos resultados muy inferiores a los que le deberían corresponder. A lo largo de los años, la falta de perspectiva, la indefinición de objetivos, la falta de continuidad, la soledad e incomprensión del investigador, y el atraso acumulado, han contribuido a definir claramente una situación que no sólo limita el grado de desarrollo intelectual y cultural del país, sino también su competitividad a largo plazo. La apuesta decidida por el conocimiento científico es un elemento fundamental para el desarrollo económico de los países. Como tantas veces se ha repetido, los recursos que se dedican a la I+D+i no deben considerarse como un gasto, sino como una inversión. Sin embargo, las cifras de España reflejan una cultura bien diferente. En épocas de crisis, cuando toca recorte de gastos, la partida correspondiente a la investigación es una de las primeras afectadas. Y en épocas de bonanza tampoco aprovechamos para acercarnos, aunque sea un poco, a la media europea, en este sentido Carmen Vela se mostró optimista dentro de las dificultades de este periodo de crisis, destacando la creación de la Agencia para la Investigación que se está poniendo en marcha en la actualidad, dentro del Programa Estatal de I+D+i Orientada a los Retos de la Sociedad así como los grupos de trabajo de científicos en el extranjero, aunando voluntades y esfuerzos particularmente en los USA,UK y Alemania.

Es necesario hacer un enorme esfuerzo para que la ciencia entre en la política ejecutiva, como policy y no como politic, a fin de que, de una vez por toda se den cuenta el Gobierno de que hay que aumentar el protagonismo de nuestras inversiones en I+D+i . En España se invierten 13.000 millones de euros en actividades de I+D+i, un 1,24% del PIB, cuando sería necesario pasar de esta cifra a la Alemana con el 2.85%. Estamos bastante más abajo de la media europea del 2% y esto sí que sería sacarnos del atolladero, en busca de la excelencia.

BERNARDO RABASSA ASENJO. PRESIDENTE DE CLUBS Y FUNDACIONES LIBERALES.

MIEMBRO ASOCIADO DE ALIANZA LIBERAL EUROPEA (ALDE), PREMIO 1812. PREMIO CIUDADANO EUROPEO 2013. MEDALLA AL MÉRITO CULTURAL 2015

Bernardo Rabassa

Presidente de clubs y fundaciones liberales. Miembro asociado de Alianza Liberal Europea (ALDE). Premio 1812 (2008). Premio Ciudadano Europeo 2013. Medalla al Mérito Cultural 2015. Psicólogo social. Embajador de Tabarnia. Presidente del partido político constitucionalista Despierta.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios