La integración financiera de la zona euro, que cobró fuerza tras la intervención del Banco Central Europeo (BCE) en el verano de 2012, ha perdido fuerza en el último año, según advierte el instituto emisor en un informe, donde destaca que las recientes turbulencias en los mercados no han interrumpido el proceso.
"La integración financiera en la eurozona está avanzando (...) Sin embargo, la tendencia se ha ralentizado desde la primavera/verano de 2015", señala el Banco Central.
En este sentido, la entidad señala que, además de su política expansiva, la entrada en funcionamiento a finales de año del fondo de resolución respaldan la tendencia de "re integración".
Asimismo, de cara al futuro la institución insta a perseverar en los objetivos fijados el año pasado en el 'Informe de los cinco presidentes', destacando que una firme recuperación en la eurozona, junto a estas directrices de política financiera, garantizarían preservar la "profunda integración financiera" cuando la política monetaria sea menos expansiva.
"Podemos alcanzar los beneficios de transformar el sistema financiero si la Unión del Mercado de Capitales es ambiciosa", declaró el vicepresidente del BCE, Vítor Constancio, quien apuntó la necesidad de extender el perímetro de la supervisión macroprudencial y regulatorio para afrontar los nuevos riesgos para la estabilidad financiera".
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