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Para ganar al PSOE, Iglesias y Garzón se necesitan

lunes 25 de abril de 2016, 16:05h

Si Pablo Iglesias, Podemos y sus aliados quieren ganar al PSOE de Pedro Sánchez en votos y en escaños, necesitan el millón de papeletas que recibió la Unidad Popular de Alberto Garzón. Y si la Izquierda Unida que representa el economista malagueño no quiere volver a quedarse en dos escaños, necesita a Podemos. La Ley D' Hont machaca a los partidos que ocupan el tercer o cuarto lugar en las circunscripciones electorales. Para cambiar los efectos perniciosos del actual sistema, la mejor manera es ser primeros o segundos. Y eso es lo que pueden conseguir Pablo y Alberto si van juntos.

Si miramos los números del pasado diciembre y provincia a provincia sumamos los votos de Podemos y los de Unidad Popular, con los mismos nümeros para el resto de los partidos, y sin contar con los efectos que pueden tener entre los votantes los escándalos de Soria en Canarias y los del alcalde Torres en Granada y la exalcaldesa Barberá en Valencia; ni tampoco con la "simpatía" que puede arrastrar entre los votantes de la izquierda la unión de los dos grupos, lo que nos encontramos es que Podemos- Unidad Popular puede conseguir veintidos escaños más de los que obtuvieron por separado el 20-D.

Esos más de veinte escaños se los quitarían a los otros tres grupos principales, resto a resto en casi todas las Comunidades autònomas. En Andalucía pueden ganar hasta cinco escaños, dos en Aragón, uno en Asturias, dos más en Canarias, uno en la Comunidad Valenciana, cuatro en Castilla y León, tres en Castilla la Mancha, uno en Murcia, y otro posible en Extremadura. Lo tienen más claro en unas que en otras pero la posibilidad es real en todas ellas.

Los cinco de Andalucía estarían en Cádiz, Córdoba, Málaga, Jaén y Sevilla. Y hasta pelearían por un sexto en Huelva. Sumar es sencillo y es lo que están haciendo todos los partidos. Es más difícil que se muevan los resultados en Cataluña y la Comunidad Valenciana pero estarán más cerca de sumar que de quedarse como están. Es lo mismo que ocurre en Euskadi donde ya Podemos fue primera fuera en Guipúzcoa y Álava y segunda en Vizcaya. El posible " efecto Otegui" entre los abertzales es difícil de pronosticar.

Los tres de Castilla la Mancha estarían en Guadalajara, Ciudad Real y Albacete; y los cuatro de Castilla y León en Segovia, Salamanca, Valladolid y Zamora, con duras peleas por los restos con el PP en tres de llas y con Ciudadanos en la otra. En Aragón y de la mano de Echenique como estandarte, necesitaría Podemos el apoyo de la Chunta con cuyos votos pasaría al PSOE en Zamora se forma clara y le quitaría el segundo al PP en Teruel.

En la Comunidad de Madrid la uniòn de Podemos y UP no tendría repercusión ya que la formación de Alberto Garzón ya consiguió dos diputados en Diciembre. Ya tienen diez escaños y a lo sumo podrían disputarle el once al que sería el siete de Ciudadanos. Tanto los 13 del PP como los siete del PSOE no se moverían.

Hechas las cuentas queda por ver si los acuerdos de siglas y listas permiten la unión. Si la consiguen se convertirán en la segunda fuerza política del país y la primera en tres Comunidades tan cruciales como Cataluña, Euskadi y Comunidad Valenciana. Las presiones a favor y en contra con la inevitable lluvia de encuestas están servidas desde hace semanas. Sobre todo por los que más tienen que perder, que son el PSOE y Ciudadanos. El Partido Popular de Mariano Rajoy seguirá en cabeza, pero la suma de los socialistas con el conglomerado a su izquierda puede llegar a los 180 escaños, una mayoría absoluta a la que sólo podría oponerse otra de los populares con el PSOE. Las bajas de algunos líderes será, entonces, una necesidad nacional.

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