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Meritxel Batet, junto a Hernando, en la reunión con Podemos y C's.
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Meritxel Batet, junto a Hernando, en la reunión con Podemos y C's. (Foto: Dani Gago/Podemos)

El PSOE lanza el primer guiño al PP en busca de la 'Merkel' española

> La ‘número 2’ del cartel electoral del PSOE, Meritxel Batet, se queja de que la presidenta alemana sólo les deja hablar con Rajoy > Por primera vez un dirigente del PSOE entreabre una puerta al diálogo con un partido que aún “no existe”

martes 03 de mayo de 2016, 21:32h

"Con Merkel sí que hablaríamos”. Meritxel Batet, ‘número 2’ de la oferta electoral del PSOE, lo ha soltado en el arranque de la mañana, así, sin anestesia, en Los desayunos de TVE. La primera voz socialista que insinúa un posible diálogo con el PP, aunque sea con “uno que no existe” -tiempo al tiempo-, ha pasado casi desapercibida al coincidir con la ‘histórica’ visita del presidente del Congreso, Patxi López, a Felipe VI para certificar la disolución de las Cortes. “Pero es que con Merkel no podemos hablar, porque Merkel nos dice que no, que hay que hablar con Rajoy", se queja la casi segura cabeza de lista del PSC -y una de las razones “poco relevantes” de Carme Chacón para retirarse-. Si el referente es la presidenta alemana, las miradas se dirigen inevitablemente a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Los defensores de la gran coalición están de enhorabuena.

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Se busca a la ‘Merkel’ española. La, o él, líder de ese PP que según Meritxel Batet aún no existe, lo cual no es del todo cierto en lo que se refiere tanto a Sáenz de Santamaría como a los cuatro jóvenes vicepresidentes que algún día heredarán Génova, o a dirigentes regionales como Alberto Núñez Feijóo, Cristina Cifuentes o Juanma Moreno, perfectamente encuadrables en la derecha europea.

La vicepresidenta puede encontrar, además, apoyos inesperados en ‘viejas’ enemigas sin pelos en la lengua que no pondrían reparos a un gobierno presidido por alguien de “centro izquierda”. O eso dicen en privado.

Sea quien sea, formará parte del plan a largo plazo de Mariano Rajoy para dejar bien atada su sucesión al frente del PP. Del primero al último, a todos los ha elegido él personalmente. Incluso a Xavier García Albiol.

Susana Díaz y Guillermo Fernández Vara se han apresurado a pinchar el globo sonda de Batet. "Hay elementos suficientes para entender que el PSOE no puede ir con el PP a ningún sitio", ha sentenciado rápido la presidenta de Andalucía fiel a su estrategia de dejar sin opciones a Pedro Sánchez tanto por la derecha como por la izquierda.

La baronesa quizá encuentre su némesis en otra pujante lideresa, la valenciana Mónica Oltra, que juega hábilmente sus cartas entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para promover un Gobierno “de cambio” que eche por tierra las conspiraciones palaciegas contra el secretario general del PSOE.

De momento ha puesto a Compromís en el mapa y a Joan Baldoví, su portavoz en Madrid, en la cara más humana de la ‘nueva’ política. Sus votantes son incluso más fieles que los de Rajoy según el CIS: un 95,7% frente a un 95,2% que la votarán contra viento y ‘mareas’.








Lo quiera o no Susana Díaz








A tenor de las encuestas, la única alternativa de Sánchez -el pacto con Podemos, IU, Compromís…- implica asumir que necesitará la abstención de los independentistas para ser presidente. Lo quiera o no Susana Díaz. El pacto con Ciudadanos es una vía muerta; tanto PSOE como PP consideran al partido de Albert Rivera un ‘gorrón’ que está a punto de dejar de ser el alma de la fiesta.

Tanto en Génova como en Ferraz se destaca la alta volatilidad del voto de Ciudadanos, el partido con mayor índice de ‘infidelidad’ en las urnas, según el estudio postelectoral del 20D que ha publicado hoy el CIS. Más de un 14%, un porcentaje elevadísimo en comparación con el de sus competidores.

El partido naranja es de nuevo una incógnita estadística, atenuada por la previsión de un aumento de la abstención que juega en su contra. Rivera sólo puede presumir de ser el segundo líder mejor valorado -en marzo-, clasificación que desde hace tiempo lidera por méritos propios Alberto Garzón. La recompensa en su caso puede traducirse el 26J en seis escaños, cuatro más que ahora; depende de cómo se contabilice a Unidad Popular en la hipotética coalición con Podemos.








Rivera, pendiente de un milagro








Algunas encuestas dan esos seis, más bien cinco, escaños de crecimiento a Ciudadanos, por lo que el PP tendría que sumar al menos ¡12! A los 123 del 20D para alcanzar la mayoría absoluta… Los estrategas de Génova tienen claro que salvo milagro, con Rivera seguirán sin salir las cuentas. Los de Ferraz también parecen haberlo borrado definitivamente de una ecuación que Pedro Sánchez no consiguió resolver.

Rivera ha mostrado, además, su flanco débil: los problemas económicos de Ciudadanos, endeudado hasta las cejas, para hacer frente a la nueva campaña electoral. En esta negociación lleva claramente las de perder frente a los dos grandes partidos, que les triplican en presupuesto, y por supuesto frente a la autofinanciación de Podemos, que gasta la mitad.








Derecho a decidir








Pedro Sánchez y César Luena esperarán a que pasen -sin pena ni gloria- las primarias antes de ir más lejos de la ‘puntada’ de Batet y darle hilo. En las últimas semanas daba la sensación de que el derecho a decidir -es decir, el referéndum en Cataluña, Euskadi, Galicia…- se había conseguido aparcar un par de años como mínimo, pero sigue siendo la principal brecha de fondo tanto con Podemos como con el PSC.

Miquel Iceta está por la labor, pero Ferraz no quiere escuchar ni una palabra al respecto. O eso es lo que cuentan desde En Comú Podem a Diariocrítico fuentes directamente implicadas en las negociaciones bilaterales entre ambas formaciones catalanas. Un diálogo, no lo olvidemos, que cuenta con el beneplácito de sus cúpulas estatales, lo cual, por cierto, pronto puede dar completamente igual en cuanto la confluencia de Xavier Domènech confirme -o no- este 26J que es la primera fuerza política de Cataluña y, como Ada Colau, se transforme en un partido con identidad propia en el Congreso.

Mónica Oltra, a la que como valenciana lo del referéndum le trae al pairo, desde el punto de vista ideológico evidentemente nunca va a negar el derecho a decidir. Ella puede ser el puente entre ambas posiciones en una campaña electoral en la que sus principales protagonistas están obligados a llegar a las urnas con un pacto de Gobierno bajo el brazo, o casi. No lo tiene en absoluto fácil.

El 19 de julio se abren las Cortes. Este examen, dicen también las encuestas, no puede esperar a septiembre. Repiten curso, el suspenso no es una opción.

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