Aunque el Presidente Correa advirtió que habrá oposición de las autoridades de Quito y Guayaquil por la nueva regionalización del país ya que eliminará las preasignaciones a los municipios; sin embargo, reconoció que ambas ciudades serán las más beneficiadas porque los problemas de la inmigración se reducirán.
“Empezaremos la regionalización del país (desde enero próximo) a nivel de la administración central, en el manejo del gobierno con los gabinetes sectoriales, fusionaremos todas los organismos de desarrollo regional y racionalicemos los recursos que hay en cada región del país”, declaró el Primer Mandatario durante la transmisión radial de este sábado desde la provincia de Chimborazo.
“Insisto, tocaremos grandes intereses, tendremos grandes oposiciones", anticipó el Jefe del Estado al hablar de la coordinación que hace con los Ministerios Coordinadores en las seis áreas definidas por el Gobierno, y con los que manejará una distribución más racional de los recursos para los gobiernos locales.
“En todo caso, tenemos un buen capital político y lo vamos a utilizar”, planteó, al cuestionar a los dos municipios más grandes del Ecuador que no miran los efectos de la concentración que han producido, convirtiéndose en polos de inmigración y haciendo de las ciudades más pequeñas, poblados abandonados, sin reactivación económica, ni ingresos.
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