El senado español y olé

La Segunda República, con excelente criterio, abolió el senado, ese engendro nacido del magín poco preclaro de María Cristina, la viuda del infame Fernando VII. Por aquellos días al senado se le dio el nombre de Cámara de Próceres del Reino, que suena sospechosamente a cámara de los lores.

Esta cámara solo aceptaba a Grandes de España, hijos del monarca y millonarios designados por el dedaco real, vamos todo muy democrático, y su función, cual hoy, era la de bloquear las leyes salidas de la otra cámara que no convenían a su graciosa majestad. De hecho, el Senado que hoy padecemos, ese que tiene piscina y gimnasio para que Rita Barberá se desahogue, tuvo durante alguna legislatura a senadores nombrados directamente por el rey Juan Carlos, entre ellos estuvo Cela que nos dejó anécdotas imborrables: -Senador Cela, estaba Ud. dormido. -No, señor presidente, estaba durmiendo. –Es lo mismo, señoría. –Claro, siempre que para Ud. sea lo mismo estar jodido que estar jodiendo-, lo que demuestra el elitismo de esta cámara.

El gran engaño es definirla como territorial porque no lo es. En su momento, Dinamarca, una monarquía parlamentaria multipartidista muy parecida a la nuestra pero sin trampas ni tramposos, suprimió su senado por considerarlo ademocrático.

En España –más información del senado en su propia web cuyo diseño ha costado 550.000 €, han debido programarla Bill Gates, el espectro de Jobs y quién sabe si el mismísimo Nícola Tesla- el Senado solo sirve para cuatro cosas, todas ellas muy edificantes: 1) Salvar a los elefantes moribundos de PPSOE, 2) Evitar que sospechosos puedan ser investigados por la justicia y 3) Dar por saco al Congreso de Diputados siempre que se pueda y 4) Dormitar cuatro años a 5.000 euros mensuales.

En las últimas elecciones los de izquierdas la fastidiamos bien: como mayoritariamente entendemos que el senado es un ancianato de lujo, simplemente no votamos y el resultado fue que quedó en manos del PP. La XI legislatura nonata, afortunadamente en lo que a esto se refiere, no consiguió germinar y el PP se ha quedado con las ganas de ejecutar la amenaza del esclarecido Rajoy: si consiguen formar gobierno, les tumbaremos todas las iniciativas en el senado.

Ahora Podemos ha propuesto una lista conjunta o única o unificada o mancomunada o agregada o consolidada de la izquierda al senado. Es una idea brillante que, claro, a Pedro Sánchez el maniatado no ha convencido entre otras cosas o tal vez fundamentalmente porque sería aceptar la poca iniciativa del PSOE, su incapacidad interna para maniobrar entre tantas familias, la falta de proyecto de Sánchez y quizás porque ya tiene claro que va a pactar con el PP, una de las poquísimas opciones que va a tener el actual secretario general socialista de mantenerse en el cargo… un poquito más.

La idea de una lista mancomunada es buena entre otras cosas porque de manera natural pone el senado en el punto de mira de las preocupaciones del votante de izquierdas: yo, por ejemplo, no voté al senado y ahora me voy a dejar algunos pelos en la gatera para convencer a todo el que pueda de que el senado en manos del PP supone bloquear cualquier iniciativa que salga de la cámara “baja” que intente acabar con los privilegios para los más poderosos que el PP ha acuñado en ley durante el mandato del peor gobernante de Europa tal como lo definió el Financial Times en 2014.

Si el sistema parlamentario es un disfraz del sistema monárquico medieval, el senado es el candado que impide institucionalmente que se haga la voluntad de la mayoría, y si el congreso es desequilibrado en su reparto de escaños no veáis el Senado: para ser senador hace falta poco menos que un carné y un pasado mediocre cuando no delincuencial. Luego, además, el sistema de adjudicación de asientitos es tan burdo que parece mentira que pueda existir.

Yo creo que el senado debe desaparecer, piscina, squash, gym y Barberá incluidos, pero también creo que mientras exista y mantenga sus prerrogativas tocapelotas hay que colonizarlo con senadores progresistas porque se puede votar PSOE para el Congreso y a Podemos al senado y no pasa nada.