La mezcla de música y humor es una fórmula infalible para alcanzar la aceptación del público, si se utiliza con elegancia, claro está. El grupo de cuerda StradivariaS ya lo probó durante meses y funcionó a las mil maravillas por toda España. Ahora ha vuelto a Madrid con 'StradivariaS II' con idénticos resultados, como ha podido comprobar todo aquel que ha pasado por el Teatro Infanta Isabel desde el pasado 10 de abril y que podrá acudir también el domingo próximo, 29 de mayo.
Durante casi hora y media, con solo cuatro instrumentos de cuerda, resuenan ritmos y melodías populares y archiconocidos, entresacados de la música barroca, el rock, el pop, la copla, el soul y el blues que, incluso y a veces, acompañan las voces timbradas de los cuatro componentes del grupo, tres mujeres y un varón: Isaac M.Pulet (violín), Melissa Castillo (viola), Irene Rouco (violoncello), e Inma Pastor (contrabajo). Partiendo de la idea original de Irene Rouco y bajo la dirección musical de Eduardo Ortega Egea, StradivariaS tienen, además, la virtud de unir a toda la familia en un espectáculo colorista, divertido, participativo y con muy pocas palabras del que disfrutan grandes y chicos y, por lo que pude observar, en la misma proporción y con la misma intensidad.
El humor de StradivariaS está basado, por un lado, en el gesto y en las situaciones cómicas que generan sus cuatro componentes, que no paran ni un momento sobre el escenario. Por otro, y como es lógico suponer, en los arreglos musicales, que mezclan sin miedo alguno notas y melodías de piezas clásicas y reconocibles por casi todos. Y, en tercer lugar, muchas veces mezclan las dos fórmulas y, entonces, consiguen aún mayor hilaridad entre el público que celebra alborozado el final de cada interpretación.
Si pensabas que es imposible conjugar armoniosamente melodías de Schubert o Beethoven, con otras de clásicos del musical norteamericano, Queen, Elvis Presley o Police, estabas en un error. Puedes salir de él si dejas los prejuicios fuera del teatro y te dejas llevar por StradivariaS entre una lluvia de partituras, o no te impone que una cantante miope que ha perdido sus gafas y que se pasea por toda la platea, se plante delante de ti y acabe subiéndote al escenario, o si no te asustan los rugidos leoninos de otra de las componentes del grupo, este es un espectáculo con el que vas a disfrutar, y a olvidarte de los problemas laborales, o de las dificultades para llegar a fin de mes.
Es, desde luego, uno de esos raros espectáculos diseñados para que disfruten con toda seguridad chicos y grandes, abuelos, padres y pequeños, porque los dos únicos momentos que pueden asociarse al humor adulto, son perfectamente interpretables por un niño como una extravagancia más de un grupo de músicos y actores empeñados en acercar la música a todos, sin miedo, pero con el debido respeto. Un empeño loable, sin duda, del que salen más que airosos.
‘StradivariaS II’
Intérpretes: Isaac M. Pulet (violín), Melissa Castillo (viola), Irene Rouco (violoncello) eInma Pastor (contrabajo)
Dirección musical: Eduardo Ortega Egea
Asesoría del humor: Juan Ramos Toro y David Ottone
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