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Un año de cambio en Barcelona: Ada Colau, la activista convertida en alcaldesa
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(Foto: Ayuntamiento de Barcelona)

Un año de cambio en Barcelona: Ada Colau, la activista convertida en alcaldesa

martes 24 de mayo de 2016, 07:38h

Cuando se cumple un año de la victoria de ‘Barcelona En Comú’, formación liderada por la activista Ada Colau, en las elecciones municipales, repasamos los principales hitos y polémicas que han acompañado a la alcaldesa del cambio en la ciudad condal. Desde el momento en el que Colau tomó el ‘bastón de mando’ de Barcelona, cada palabra, gesto o acción emprendida por la alcaldesa, han sido analizadas con lupa por el ‘foco mediático y político’. ¿Qué ha hecho Ada Colau en su primer año como alcaldesa? ¿Ha notado Barcelona el proclamado cambio? Diariocrítico recoge los temas más controvertidos de este periodo.

Gobernar con 11 ediles de 41 no es tarea sencilla, y ese ha sido uno de los principales quebraderos de cabeza de Colau, que en un intento de allanarse el camino, ha sumado al PSC al Ejecutivo, aunque las cuentas siguen sin salir. Pese a no haber contado con una mayoría absoluta, hecho que le ha impedido, entre otras cosas, aprobar sus propios presupuestos, la ex líder de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha podido poner en marcha ciertas propuestas, algunas más bien ‘estéticas’, para dar un giro social al Ayuntamiento de Barcelona.

- Los desahucios continúan

Pese a que una de sus proclamas en la campaña era de la poner fin a los desahucios, lo cierto es que estos se siguen produciendo en la ciudad condal. Sin embargo, Colau se ha valido de la conocida como ley ‘anti desahucios’, ley 24/2015, y ha logrado parar 639 desahucios desde enero mediante la Unidad contra la Exclusión Residencial. También se han abierto 4 oficinas pensadas para los afectados por la pobreza energética, que ya han atendido a un millar de personas. Esta ley 24/2015 de emergencia habitacional y pobreza energética le ha permitido enviar alrededor de 1.500 requerimientos a grandes tenedores de vivienda; que 550 pisos que pertenecían a bancos o entidades financieras pasen a manos municipales; que se hayan logrado 104 alquileres sociales y que se hayan requerido otros, y que se hayan abierto 17 procesos sancionadores.

- Política social

Tratándose de la ex líder de la PAH, todo apuntaba a un cambio de políticas, centradas en paliar la pobreza extrema y reducir la brecha de desigualdad. Este cambio se ha notado, por ejemplo, en el hecho de haber triplicado las becas comedor durante este primer año, haber impulsado 2.000 viviendas públicas, o haber intentado hacer de Barcelona, una ciudad de referencia en la acogida de refugiados. En el afán por combatir la desigualdad, Colau ha puesto en marcha un plan de barrios, que contará en este mandato con un presupuesto de 150 millones de euros, y que iniciará su actuación en el eje Besòs, Ciutat Vella, Sants-Montjuïc y los barrios de montaña.

- Suspensión de licencias hoteleras

Este ha sido uno de los principales caballos de batalla de Ada Colau: la suspensión de licencias hoteleras. Colau anunció en julio de 2015 que pondría bajo control el modelo turístico ‘heredado’ del ex alcalde Xavier Trias, al considerar que contribuía a que los vecinos de Barcelona abandonasen sus propios barrios. La alcaldesa inició una suspensión de licencias que afectaba a 30 licencias que se encontraban en trámite y a las nuevas peticiones, y esto le valió duras críticas de la oposición, especialmente por parte de Ciudadanos y su nuevo aliado, el PSC.

- Huelga de metro durante el ‘Mobile World Congress’

Aunque en un primer momento, Colau se propuso revisar el proyecto ‘Mobile World Congress’, el mayor evento del mundo sobre tecnología móvil, ya que cuestionaba el beneficio que este tipo de eventos tenían sobre la ciudad, finalmente renovó el congreso hasta 2023. Sin embargo, el motivo de controversia en la última edición vino de la mano de la huelga de metro que se convocó durante este evento. Pese a los esfuerzos de la alcaldesa y la Generalitat para que se desconvocaran los paros, no pudieron evitarlos, y Colau se vio envuelta en una nueva lluvia de críticas después de que su concejala de Movilidad, Mercedes Vidal revelase el salario medio de los empleados de Transportes Metropolitanos de Barcelona para justificar su negativa a la subida de sueldo reclamada.

- Retirada del busto del rey Juan Carlos I

Apenas un mes después de convertirse en la alcaldesa, Colau se vio envuelta en una polémica tras anunciar que el Ejecutivo municipal revisaría la simbología e iconografía monárquica en el Consistorio y la ciudad condal, ya que según sostenía, “la monarquía está sobrerrepresentada”. En el marco de esta revisión, Colau retiró el busto del rey emérito Juan Carlos I del salón de plenos alegando que, como ya no es el jefe de Estado, es una "anomalía" que esté situado ahí. Sin embargo, no sustituyó este busto por el de su sucesor, Felipe VI, e incluso retiró el retrato del monarca que colocó el Partido Popular. La ley establece que el retrato del Jefe del Estado debe estar presente en los salones de plenos de los ayuntamientos, pero por ahora en Barcelona no se está cumpliendo ese precepto.

- El marido ‘enchufado’

En un país en el que el nepotismo es deporte oficial, Ada Colau tuvo que defenderse de quienes le acusaron de hacer lo propio contratando a su marido como representante de Relaciones Políticas e Institucionales de Barcelona en Comú. Algunos medios de comunicación aseguraron que Colau contrataba a su marido en el Ayuntamiento, pero ella lo negó y explicó que era el partido, y no ella, quien había decidido empezar a remunerar la labor que Adrià Alemany desempeñaba de forma voluntaria. La alcaldesa defendió la valía y el esfuerzo de su pareja en el impulso de Barcelona en Comú: "se ha dejado la piel para impulsar el proyecto, de forma desinteresada y sin esperar reconocimiento alguno; es alguien brillante, que aporta muchísimo y que ha sacado tiempo de debajo las piedras para ayudar a que ganáramos las elecciones". La edil de Barcelona aseguró que no había nada “ilegal ni inmoral" en la contratación de Alemany, ya que, sería "injusto que una persona sea vetada o difamada por el mero hecho de ser mi compañero y padre de mi hijo". Además, quiso lanzar un mensaje claro a la clase política ‘tradicional’: ”Los que llevan décadas saqueando el país a manos llenas ahora se atreven a intentar lincharnos por reducir los sueldos de los cargos electos y renunciar a privilegios, cosa que les pone en evidencia".

- De militares, del 12 de octubre, de la República y de pantallas gigantes

Como cada palabra, gesto y acto de Colau se ha examinado con lupa, ha habido decisiones, como la de retirar el busto de Juan Carlos I del Ayuntamiento, que le han valido una oleada incesante de críticas. La alcaldesa visitaba el Salón de la Enseñanza cuando dos militares se acercaron a saludarla, y ella les dijo: “Sabéis que nosotros preferimos como Ayuntamiento que no haya presencia militar en el Salón pero simplemente para separar los espacios”. Estas palabras desataron la ira de varios dirigentes del PP, uno de ellos, el presidente de los ‘populares’ en Barcelona, Alberto Fernández, que tachó de “antisistema” a Colau. La ex activista se defendió asegurando que el Ayuntamiento había pedido a la Generalitat que no se mezclara Ejército con la enseñanza para potenciar espacios educativos libres de armas. La fiesta del 12 de octubre del pasado 2015 estuvo marcada por la polémica, y es que a la ‘diarrea’ que esta festividad le provoca al actor Willy Toledo, se unieron las críticas de Colau y el alcalde de Cádiz, Jose María González (Kichi), entre otros. "Vergüenza de estado aquel q celebra un genocidio, y encima con un desfile militar q cuesta 800mil €", publicaba la regidora de Barcelona en su cuenta de Twitter. La celebración del aniversario de la República, al que Colau dedicó cuatro días de fiesta, supuso un nuevo ‘guiño’ antimonárquico que se unía a la retirada del busto del rey emérito. Además, Colau ha asegurado que no celebrará el día de la Constitución, ya que considera que la Carta Magna “ha quedado vacía de contenido”. Una de las últimas controversias ha tenido como protagonista al fútbol, y concretamente a la Eurocopa que se disputará en Francia este verano. La alcaldesa no ha autorizado que se coloquen pantallas gigantes en la calle para seguir los partidos “por motivos de seguridad”, aunque su decisión fue tomada por algunos medios y formaciones políticas como una ‘persecución’ a la selección española, aprovechando el telón de fondo del desafío independentista catalán.

- “Pescadera”, “descerebrada”, “vaga”, “gordita”, “friega suelos”…

Además de las críticas a su gestión, Colau ha tenido que soportar insultos y descalificativos, totalmente fuera de lugar y sin sentido alguno, debido al resentimiento y odio que algunos han volcado en ella. Entre quienes han lanzado sus improperios contra la alcaldesa se encuentran: un edil del Partido Popular, un periodista y un académico de la RAE. Aunque, como sucede en muchas ocasiones, las campañas de desprestigio han terminado surtiendo el efecto contrario al pretendido, y es que no sólo ha sabido defenderse, sino que ha conseguido ser defendida y respaldada. Óscar Bermán, portavoz del PP en Palafolls pronunció la siguiente frase: "En una sociedad seria y sana, Ada Colau estaría limpiando suelos y no de alcaldesa de Barcelona", a la que añadió los descalificativos “vaga” y “descerebrada”. Colau se defendía publicando un tuit que rezaba:” #EnUnaSociedadSana ser alcaldesa y fregar suelos es compatible. Ser machista y concejal no debería serlo”. En esta ocasión, fue un periodista extremeño, ‘hijo de una limpiadora’, que mediante un artículo con ese título, dio un buen repaso a quienes intentan desprestigiar la profesión. El director de ‘Periodista Digital’, Alfonso Rojo, llamó “gordita” a la alcaldesa durante una tertulia televisiva, después de que Colau hablase de la crítica situación que sufren millones de españoles como consecuencia de la crisis económica. La edil aseguró que en España hay mucha gente que pasa hambre,y el periodista le espetó: “Está usted muy gordita para el hambre que se pasa”, una declaración que le valió la expulsión del plató. El académico de la RAE y uno de los fundadores de Ciudadanos, Félix de Azúa, se refirió a la alcaldesa como "una mujer que debería estar sirviendo en un puesto de pescado", que "no tiene ni idea de cómo se lleva una ciudad ni le importa. Lo único que le importa es cambiar los nombres de las calles". Colau salió una vez más airosa de la situación, y es que tras usar Twitter para responder al académico con estas palabra :“En las futuras definiciones de machismo y clasismo de la RAE, el señor Azúa podrá citarse a sí mismo ¡Qué honor!”, visitó un mercado barcelonés y se hizo varias fotografías con pescaderos y pescaderas que trabajaban allí.

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