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El empleo público y privado en la Transición

sábado 04 de junio de 2016, 13:22h

La Transición comenzó con un empleo público mínimo, totalmente insuficiente. Nada mas ocurrir, empezó a aumentar. Pronto apareció el clientelismo y el caciquismo, que lanzaron las contrataciones funcionariales, complicado por la aparición del Estado de las autonomías, que disparó todas las alarmas por haber incrementado sus empleados en 1,359 millones de personas desde los 363.900 que suponían en 1987 a los 1,723 millones de 2016. Se había descubierto que modificando la ley se podían meter clientela en todos los ámbitos, especialmente por arriba, sin necesidad de oposiciones. Florecieron los jueces, fiscales, consejeros, asesores, en todo el ámbito estatal, sin una calificación profesional contrastada, pero si ideológica. Ahora en España como señalo al fin de mi artículo, no es que haya demasiados funcionarios, es que su calificación profesional es como mínimo dudosa.


En 1976, había poco más de 1 millón 358 mil funcionarios, en 1980 poco mas de 2 millones, en 1995 2 millones 250 mil, en 2004 2 millones ochocientos mil, a partir de 2009 unos 3 millones. El % de de funcionarios sobre el total de asalariados ha variado del 17 al 25%, pero no porque estos disminuyan, sino que la proporción de empleo público sobre el total solo se reduce porque aumenta el empleo privado, no porque disminuya el publico (salvo cuando comienza la crisis).


A partir de 2011, fecha de llegada del nuevo Gobierno, Entre 2011 y 2016 la Administración ha adelgazado en 216.400 asalariados, según las cifras de Estadística. Al llegar a La Moncloa, a finales de 2011, la reforma de las Administraciones Públicas era una de las asignaturas pendientes del presidente Mariano Rajoy. Con un déficit que ese año rebasó el 9% del PIB, adelgazar el tamaño de la Administración figuraba como una de las prioridades del entonces nuevo Ejecutivo.


Cuatro años después, la reforma aprobada en junio de 2013 se ha ejecutado al 87%, con un ahorro que el Ejecutivo estima en 30.495 millones. Pese a ello, numerosas voces señalan que ha sido insuficiente, entre ellos el presidente de la CEOE, Juan Rosell. Al llegar al poder en diciembre de 2011 el PP se encontró con una Administración de 3,234 millones de trabajadores, la EPA del primer trimestre recoge que los asalariados públicos han menguado hasta los 3,018 millones: 216.400 trabajadores menos en cuatro años y cinco meses, desde funcionarios hasta personal laboral.


Las comunidades autónomas son las que más empleados públicos han ajustado en estos cuatro años (97.300 empleos menos hasta suponer 1,820 millones), seguidos de la administración local (una reducción de 58.400 trabajadores para llegar a 2016 con 585.600 empleados) y del Estado (con un recorte de 39.500 personas que sitúa la Administración central en 512.900 empleos). Porcentualmente, sin embargo, la Seguridad Social fue la que más aligeró su plantilla en estos cuatro años, con un recorte del 22% para pasar a emplear 30.900 personas a comienzo de año.


Según la serie histórica del INE, en el tercer trimestre de 1976 había 1,358 millones de trabajadores en la Administración: desde entonces, año a año, la cifra ha engordado un 122% hasta 2016. Esta alza supera al incremento de ocupados en el sector privado que se ha producido en este periodo, que ha sido del 31% desde los 11,419 millones de 1976 a los 15,011 del primer trimestre de 2016.


Por gobiernos, El mandato bajo el que mayor ha sido el incremento del número de empleos públicos fue el de Felipe González, ya que es el presidente que ha estado más años en el Gobierno: entre 1982 y 1996 la Administración se elevó en 556.800 personas, a razón de 41.244 empleados por año. A la hora de aumentar los trabajadores, le sigue José María Aznar: con él, el empleo público aumentó en 444.400 personas entre 1996 y 2004, a 55.555 por año, aunque la mayor parte de este incremento se produjo por las comunidades autónomas, que pasaron de tener 595.500 trabajadores públicos en 1996 a 1,209 millones en 2004. Año a año, el aumento de plantilla de los años de Zapatero fueron mayores, ya que se contrataron 59.133 empleados en cada ejercicio. Curiosamente los dos años de Calvo Sotelo entre 1981 y 1982 fueron los que más aumentó el personal público de media anual, con 147.400 personas: 86.705 cada año.


De un análisis de esta situación, solo de datos estadísticos, es difícil inferir ninguna consecuencia de tipo cualitativo, ¿Son o no necesarios tantos funcionarios?, comparando con los países europeos, nosotros tenemos un 5.52% en la actualidad sobre la población total, mientras que en Alemania es el 5.47%, en Francia el 8%, el 6.09 % en Holanda, de forma que no parece tan mal relativamente, aunque esto haya ocurrido en unos pocos años. El problema es la calificación y la eficacia de los funcionarios públicos, aunque esto sería materia de otro artículo.

Bernardo Rabassa

Presidente de clubs y fundaciones liberales. Miembro asociado de Alianza Liberal Europea (ALDE). Premio 1812 (2008). Premio Ciudadano Europeo 2013. Medalla al Mérito Cultural 2015. Psicólogo social. Embajador de Tabarnia. Presidente del partido político constitucionalista Despierta.

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