Monólogos a la sombra de las encuestas

Poco debate y muchos monólogos en el primer encuentro a cuatro de los candidatos a presidente del gobierno. Datos y datos que se sumaban a datos y datos del adversario. Rajoy sólo frente a los otros tres en todos los temas. Sánchez obsesionado por recordar su fracasada investidura y culpar de ello tanto a Rajoy como a Pablo Iglesias, sin asumir sus propias culpas. Rivera centrado en atacar con suavidad al presidente en funciones, dejar indemne al secretario general del PSOE, y centrar sus crïticas en Podemos. Iglesias tendió la mano a Sànchez, ninguneó a Rivera y atacó a Rajoy al tiempo que dejaba al candidato socialista en la cuerda floja de los pactos posibles.

El modelo de debate propiciaba cualquier cosa menos debate. Los cuatro tenïan la lección aprendida y miraban a las encuestas publicadas antes de hablar, criticar y ofrecer soluciones a los españoles. Desde el PSOE se buscaba evitar el sorpasso de Podemos, desde Podemos se ofrecîa un futuro acuerdo, desde el PP se navegaba en solitario, y desde Ciudadanos se buscaba en cada tema un hueco entre los extremos.

Guante de seda entre Pedro Sànchez y Albert Rivera; y guante de hierro de ambos para Mariano Rajoy y Pablo Iglesias.

El problemas de los cuatro no estaba en lo que decian y hsta en còmo lo decïan. Estaba y está en la credibilidad que merecen los cuatro entre los ciudadanos, que no es mucha si hacemos caso a la encuestas. Ganaron en credibilidad?. Según avanzò el programa unos lo fueron ganando y otros perdiendo. Màs o menos en la medida en que dejaron de leer y dar cifras y se dirigieron a los españoles.

A Sànchez le motivaba la supuesta pinza entre PP y Podemos tanto como su fracasada investidura. A Rajoy, la herencia recibida tanto en los temas económicos como en los sociales y fiscales. A Rivera no le gusta estar en cuarto lugar y se le nota en la busca de confrontación por todos los rincones.

La corrupcióm calentó el ambiente y llevó a Rajoy a estar contra las cuerdas. Rivera pidió a Rajoy que dejara paso a otros para poder formar gobierno entre el PP, el PSOE y Ciudadanos, dejando fuera a Podemos, que es la bestia negra de la polïtica española. Le doliò a Rajoy el ataque del lider de Ciudadanos y se le noto mucho. Lo aprovecharon los otros dos debatientes que se crecieron. Y los bancos al fondo del debate, con Venezuela saliendo a escena de la mano de Rivera, que por algo estuvo en el pais de Maduro.

Va a ser dificil que se entiendan el 27 de junio. Han aparecidp las mismas lineas rojas que ya existian en diciembre pero aumentadas y no corregidas. Las necesarias negociaciones para intentar formar gobierno se van a estancar antes de comenzar. Y eso es bueno para Rajoy, que le pidio modestia para pasar a la lista de las mentiras y los reproches Aqui apareciò Barcenas. Nada nuevo bajo el sol.