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Rita Maestre: "Dudo que nuestros proyectos puedan realizarse en 4 años"

miércoles 06 de julio de 2016, 09:45h
Rita Maestre: 'Dudo que nuestros proyectos puedan realizarse en 4 años'
(Foto: Kike Rincón)
Rita Maestre (Madrid, 1988) es la portavoz del Grupo Ahora Madrid en el Ayuntamiento de la capital. Atendió a nuestro diario hermano Madridiario en su despacho del Palacio de Cibeles mientras prepara el Pleno del Estado de la Ciudad que se celebra este martes. Con ella, concluye la ronda de entrevistas que este medio de comunicación ha realizado a los portavoces de los distintos grupos municipales, con la excepción del Partido Popular, que ha declinado, por problemas de agenda, participar en este ciclo de encuentros.
¿Cómo ha sido este primer año para Ahora Madrid?
Ha sido un año muy intenso. Hemos aprendido mucho, muy rápido. Y hemos hecho muchas cosas que llevamos mucho tiempo esperando hacer y que tenemos al alcance de la mano, lo que no significa ni mucho menos que todo esté hecho. Siempre te queda un poco de prisa de todas las cosas que no has hecho y que quieres hacer.

¿Han podido articular esa forma de funcionar asamblearia que querían poner en marcha?
Todo tiene un pie dentro y un pie fuera. Tiene una parte de adaptarse a la realidad y otra parte de modificar estructuras. Aceptamos que la inmediatez con la que se tiene que trabajar y se tienen que tomar decisiones limita la posibilidad de dialogar, pero lo hace parcialmente. Trabajamos de una forma colaborativa y en red. Tanto en la Junta como en los distritos, mediante grupos de trabajo en soluciones a corto y medio plazo de situaciones, y entronca con la colaboración y con una perspectiva estratégica, lo que es posible de conciliar con las veces en las que se tienen que tomar decisiones de forma rápida.

En el Pleno, han mostrado que son un partido sin disciplina de voto.
Sí, y lo llevamos con normalidad. Eso ha dado pie a situaciones que no son habituales y que han creado expectación y más ruido del necesario. No hemos estado de acuerdo a veces. Es una pena, sobre todo, para decisiones que tienen que ver con labores de gobierno. Pero no pasa nada porque el hilo fundamental es que esto es una candidatura ciudadana en la que no todos tenemos un carnet o un argumentario de temas que tenemos que aprendernos de memoria. Eso tiene cosas muy buenas, pues saca más temas fruto de la discusión. Y tiene de malo que, cuando se visibiliza, choca con la realidad de partidos verticales y disciplinados.

¿Hay facciones en Ahora Madrid?
No. Es más, si las hubiera, no sabría en qué facción estoy yo. No ha habido un solo artículo de prensa que haya acertado en nada de lo que se ha hablado al respecto de este tema. La candidatura se forma con tres listas de primarias. Dentro de esos grupos iniciales, hay muchísimas diferencias y contagios. Tal y como dice Manuela -Carmena-, hay una relación bastante personal entre todos y, cuanto más meses pasan y más problemas vamos solucionando, más equipo hay. Es normal, cuando llegamos a la Alcaldía teníamos tres meses de funcionamiento, y eso tiene sus dificultades. Si tuviera que definir mi ideología, no sabría qué etiqueta ponerme, ni a mis compañeros. Sé que tenemos unos valores comunes de progresismo, derechos sociales y de hacer una ciudad pensada para sus habitante y no solo para los turistas.

Los primeros meses de funcionamiento estuvieron marcados por una relación muy tensa con la prensa ¿Ya se han pacificado los ánimos?
Siempre que se habla de prensa hay que ser cautos porque cualquier cosa que se diga puede considerarse que atenta contra la libertad de prensa. Voy a ser cauta. Mi perspectiva es que la enorme excepcionalidad de nuestra llegada al Gobierno produjo un 'shock' entre los medios de comunicación que no sabían bien cómo aprehendernos. Eso hizo que buena parte de la prensa fuese extremadamente injusta con nosotros, no por las críticas, sino por una crónica permanente de la anécdota. Es injusta para nosotros y para cualquier Gobierno, porque un gobierno no es una sucesión de anécdotas. Era un enfoque que se ha ido diluyendo y hemos pasado de la excepcionalidad a un elemento político más de este país, distinta, aunque la mirada ha cambiado hacia haberse acostumbrado a nuestra presencia. No ha tenido que ver tanto con un cambio por nuestra parte, a por la normalización de las percepción acerca de nosotros.

Siendo una entidad ciudadana, se ha dado desde la oposición un discurso muy político sobre las acciones de su formación (memoria histórica, sóviets en los distritos, Reyes Magos...) ¿Han politizado el Gobierno o solo se centran en la gestión?
El intento de señalar al otro como el político y tú imponerte el de la neutralidad, como estrategia política, es más viejo que la tos. O, lo que es lo mismo, argumentan: yo gobierno neutralmente, pero aplico los recortes de la troika de manera neutral, no ha ideología política. Mientras que el que critica está politizando. Es una estrategia vieja y consevadora. Por supuesto, nosotros gobernamos con valores...

Una cosa son los valores y otra la política.
Sí. Claro que tomamos decisiones con mirada política. La hay para aplicar la Ley de Memoria Histórica y para no aplicarla. Hay cosas que son apolíticas. Que la ciudad esté más limpia es bueno para todos. Y, por tanto, detrás hay un criterio político pero, sobre todo, un interés de mejora de las condiciones de la gente. La ciudad de Madrid tiene muchas situaciones de desigualdad, en la que ha habido durante muchos años mucha gente que ha estado muy abandonada y nosotros buscamos revertir eso. Por eso, nuestros valores estriban en mejorar la ciudad y ayudar a quienes más lo necesitan, defendiendo los derechos sociales porque creemos en ello. Ese es nuestro imaginario político consensuado.

¿Temen estar rompiendo las promesas que hicieron a la población?
La realidad es tozuda pero nosotros también. Hay límites y dificultades para hacer cosas. Ya lo sabíamos antes de entrar el Gobierno. Uno tiene que tener mucha voluntad y empuje para llegar a cinco para quedarse en tres. Yo creo que, en ese sentido, los proyectos con los que llegamos a la Alcaldía dudo que puedan hacerse todos en cuatro años. Como cualquier proceso de transformación, esto dura más tiempo. No obstante, no se me ocurre ninguna cosa de las que tenemos por delante de las que pueda afirmar que no vamos a poder hacerla nunca. Hay cosas difíciles pero estamos dando pasos.

¿Se han quedado a medias con las remunicipalizaciones?
Nos dejaron unos cuantos contratos blindados. No obstante, no es tanto por las decisiones municipales anteriores, sino por el marco estatal, que es profundamente lesivo para las entidades locales. Es una opinión compartida por los alcaldes de cualquier signo político. La suerte es que contamos con una excepcionalidad, que es la capitalidad y un nivel muy elevado de presupuesto que nos permite un grado elevado de negociación. La remunicipalización va despacio pero se va haciendo. Tiene un plan estratégico en el medio plazo, aunque no sea público. Y se van cumpliendo los hitos marcados.

Han creado la web Madrid Decide con una política puntera en Transparencia y Participación, y la gente no participa ni el mínimo que establecen ¿Es un brindis al sol? ¿Se le está diciendo a la gente que participe para que luego el Gobierno tome las decisiones igual?
La participación no es un asunto que se decrete de un día para otro, ni que se ponga en marcha con una herramienta. Es una cuestión cultural que tiene que entenderse como un derecho. Es un objetivo que hay que comprenderlo a medio plazo. Estoy segura de que dentro de tres años participará más gente, cuando se vayan viendo los resultados de aspectos como los presupuestos participativos y se sepa de dónde viene ese impulso. Cuantas más cosas pueda cambiar la asociación de vecinos o la organización que promueve eso, más incentivos tendrán para participar.

El problema es que la asociación de vecinos pueden ser tres vecinos y no ser representativos de la voluntad de un barrio.
Sí, pero la dinámica de la participación directa es distinta a la representación. Por eso son enfoques democráticos distintos y complementarios. Si tratamos de ponerlos en el mismo nivel, nos va a salir bastante mal y vamos a desvirtuar la esencia de una democracia participativa directa, que no es la de representar matemáticamente a la mayoría. Se trata de que haya canales directos de participación y que la mayor cantidad de gente los recoja.

¿Se puede hacer urbanismo de izquierdas con un plan general de derechas?
Se pueden hacer muchas cosas en el urbanismo sin modificar el plan general. El Plan Mad-Re es un buen ejemplo. El plan general que hemos encontrado, al que tampoco le queda mucho desarrollo, se hace con unos criterios ideológicos muy claros: solo un año después de la Ley del Suelo de Aznar y en plena burbuja especulativa. Creo que la tramitación de un nuevo plan general nos llevaría toda una legislatura, sobre todo, estando en minoría. Y creo que, mientras tanto, lo que estamos haciendo, es negociar con el sector privado el urbanismo basándonos en criterios de utilidad social. Creo que se van viendo frutos, como Madrid Puerta Norte o Mahou-Calderón, a pesar del ruido alrededor.

¿Pero la falta de un plan propio no les obliga a hacer posturas de fuerza innecesarias en lo que tiene que ver con el urbanismo?
Teniendo en cuenta que en cada titular sobre Madrid Puerta Norte crecen en 20.000 el número de puestos de trabajo destruidos por esta Corporación, no me quiero ni imaginar qué ocurriría si hiciéramos un plan nuevo.

En materia de contaminación, teniendo en cuenta que es un problema estructural de las grandes ciudades ¿creen que existe una solución real?
Tomamos medidas criticadas al principio que recibieron luego mucha comprensión. Eso ha estado bien. Pero fueron medidas paliativas, no estructurales. Creo que hay planes de movilidad que tienen que ver con el incentivo del vehículo privado verde, que estamos fomentando, al igual que el transporte público, teniendo en cuenta lo que supone estar en el Consorcio Regional de Transportes en minoría y sin acciones en Metro de Madrid, lo que complica todo sustancialmente. Pero es una línea prioritaria y no ideológica, porque a todo el mundo le gusta respirar aire limpio.

¿Hemos recuperado los niveles de limpieza previos a las medidas de crisis?
No. De hecho, siempre hemos aceptado que estamos dando pasos, pero que el estado de la limpieza no es satisfactorio. Quedan problemas puntuales por resolver, y puntos negros por erradicar. Queda trabajo por hacer.

¿Se han normalizado las relaciones con las empresas de limpieza o siguen adelante con el plan de remunicipalización?
Desde el principio, normalizamos la situación, al reunirse la alcaldesa con las empresas que gestionan unos contratos de dos mil millones de euros. Las relaciones no han sido anormales, sino de exigencia, que creo que es lo lógico cuando gestionas dinero público. Sobre la remunicipalización, en el caso de la limpieza, no era tanto un asunto ideológico, sino de eficiencia. Si lo planteamos era porque la situación de la limpieza no se estaba solucionando. Entonces, Manuela -Carmena- dijo que se debía plantear cualquier vía para que esta ciudad esté limpia. La cosa ha mejorado. No obstante, los contratos acabarán en algún momento, y habrá que definir un nuevo modelo, conociendo los resultados que daba el anterior.

Ha aumentado el paro, según la EPA. Ha aumentado la pobreza, según CCOO ¿Qué se está haciendo mal?
El uso de esos datos de la EPA ha sido muy político, en plena campaña electoral. Entre otras cosas, porque todas las personas que nos atacan saben que no tenemos competencias de empleo, sino el Estado y la Comunidad de Madrid. No obstante, los datos demuestran que atraemos inversión nacional e internacional, con un modelo que no solo apuesta por la hostelería. Entre otras cosas, apostamos por el nivel de formación de los habitantes de la ciudad. La modificación del modelo no se hace en un solo año, sino que tenemos que ir viendo la evolución de la situación para poder ir actuando. Sobre la pobreza, el informe no lo conozco pero hemos hecho un esfuerzo bastante grande por potenciar los servicios sociales, los planes de vivienda pública, las prestaciones sociales, la atención a los mayores y las familias que peor lo pasan. Desde la teleasistencia a las becas de comedor. Nuestro enfoque social es tan claro que es difícil ponerlo en cuestión. Nuestros objetivos en ese sentido están ya en marcha.

Tienen una Agencia para el Empleo y una serie de capacidades para generar empleo.
Hemos aumentado la capacidad de respuesta de nuestros recursos. Pero el efecto a nivel global es muy pequeño.

Se han encontrado la EMVS en estado de excepción ¿Es reversible el caso de los fondos buitre? ¿Qué solución tienen para los afectados?
Parece que es bastante difícil revertir el contrato, lo que es tremendo porque afecta directamente a más de mil familias y al erario público. La solución principal para los afectados es construir vivienda pública. El problema es que es una solución a medio plazo porque se tarda en construir, aunque tenemos ya viviendas presupuestadas. No obstante, el gran problema de la vivienda es que tenemos mucha demanda y muy poca oferta para cubrir las necesidades de la población.
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