Hoy se reúne el Banco de Inglaterra por primera vez desde el Brexit. Hace poco más de una semana la institución anunciaba la decisión de reducir de manera inmediata al 0% desde el 0,5% la exigencia del colchón de capital para los bancos de Reino Unido, con el objetivo de liberar capital de las entidades y elevar su capacidad para conceder préstamos. Su gobernador reiteraba esta semana que habría nuevos estímulos y que el banco tiene las herramientas para responder a los acontecimientos económicos. Pues bien, hoy tiene la oportunidad de mostrarlas. Hay dos muy claras: recortar el tipo de interés de referencia, situado en el 0,5% desde comienzos de 2009, o introducir más medidas tipo QE. A diferencia de la zona euro, cuyo tipo referencial está en el 0%, Reino Unido tiene margen para la reducción. La semana pasada, la media de los sondeos apuntaban a que el BoE mantendría el tipo de interés en el 0,5%. Sin embargo, las encuestas más recientes apuntan a una reducción de 25 pb. Una vez se conozca la decisión adoptada, la mirada estará puesta en la siguiente cita monetaria: la reunión de la Reserva Federal a finales de este mes. Ayer, el presidente de la Fed de Dallas declaraba que “el viento en contra” está minando los esfuerzos de la Fed por impulsar la economía de Estados Unidos, haciendo que los tipos de interés bajos ya no sean tan estimulantes como lo eran cuando el resto del mundo crecía más rápido. Por lo tanto, lo apropiado es un enfoque "lento, gradual, cauto" para aumentar los tipos de interés.