El BCE, tal y como estaba previsto, mantuvo ayer sin cambios sus tipos de interés y sus actuaciones de política monetaria al considerar que la presión que sufrieron los mercados tras el Brexit ha sido bastante contenida. “Nuestra conclusión es que los mercados financieros del área del euro han enfrentado bien el aumento de la incertidumbre y la volatilidad, con un alentadora capacidad de recuperación”. Con estas palabras, el presidente del BCE enviaba ayer un mensaje de calma a unos mercados que han visto en el Brexit una seria amenaza para la modesta recuperación de la zona euro. Esta calma le permite concluir que el BCE no dispone todavía de información suficiente para tomar decisiones. Será en los próximos meses, cuando tenga más información y nuevas proyecciones de la propia institución monetaria, cuando considere valorar las condiciones económicas y si son necesarias nuevas actuaciones. El BCE ha vuelto a reiterar que los tipos de interés deberían permanecer en los actuales niveles por un largo período y hasta después de que termine el plazo de su programa de compra de activos. Como viene siendo habitual en sus intervenciones, el presidente del BCE aprovecho para recordar que la política monetaria está llegando al límite. “La política monetaria sirve de apoyo a la actividad económica y se centra en mantener la estabilidad de los precios. Pero se necesitan también otras medidas para cosechar los beneficios íntegros de nuestra política monetaria”. Una de las medidas que citó es abordar el problema de los préstamos morosos y, en general, la exposición a la morosidad en la zona euro.