La investigación iniciada por Interior pretende averiguar la "regularidad de la financiación por parte de la DGT de proyectos de investigación en el área de tráfico, movilidad y seguridad realizados por el Instituto Universitario de Investigación en Ingeniería de Aragón de la Universidad de Zaragoza", lugar en el que trabaja el marido de Seguí.
La de Seguí no es la primera cabeza que ha 'rodado' en la DGT, y es que la primera semana de julio, Tráfico cesó a su subdirectora adjunta de Conocimiento Vial, Marta Carrera, tras una investigación abierta sobre posibles irregularidades en la concesión de los cursos para recuperar los puntos del carné de conducir. Según informó entonces este organismo, la investigación se puso en marcha tras unas escuchas entre la subdirectora adjunta y el presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), José Miguel Báez, en las que se oye a ambos pactar las condiciones que serán exigidas a las autoescuelas y que posteriormente aparecen en los pliegos técnicos firmados por la subdirectora.
Seguí fue nombrada responsable de Tráfico el 3 de febrero de 2012 en sustitición de Pere Navarro, que ostentó el cargo durante 8 años. Antes de aterrizar en la DGT, María Seguí ocupaba el puesto de directora general de Salud Pública, Drogodependencias y Consumo de la Junta de Castilla-La Mancha y trabajó previamente en la administración de la Generalitat catalana y el Ayuntamiento de Barcelona.
Al salir a la luz pública tales acusaciones, el marido de Seguí, Francisco López Valdés, aseguró que no ha recibido "ni un solo euro" por las presuntas adjudicaciones "a dedo" a proyectos en los que él trabajaba y afirmó que durante su trabajo en la Universidad de Zaragoza cobraba el sueldo correspondiente a una beca de la Unión Europea que le exigía "exclusividad". "No me he lucrado de nada", ha añadido López Valdés, doctor en Ingeniería Mecánica.
Después de que el Ministerio del Interior haya abierto una investigación por la adjudicación por parte de la DGT de tres proyectos a la Universidad de Zaragoza en 2012, Francisco López Valdés ha asegurado que él no tenía "ni voz ni voto en lo que pasaba" y ha sostenido que le pagaba la Universidad de Zaragoza, "pero vía Unión Europea y participaba en los proyectos según se me pedía, pero, insisto, no me he lucrado de nada".
"Es una acusación torticera. Autorizo ahora mismo a que se desvele toda la información económica relativa a mi relación con la universidad. No sé si todos darían igualmente ese consentimiento", declaró en una entrevista con el Diario de Navarra.