www.diariocritico.com
Bandera arcoiris en una manifestación LGTBI
Bandera arcoiris en una manifestación LGTBI

Lesbiana, bisexual, hetero, pansexual, 'trans'... ¿cuántas identidades sexuales hay?

viernes 19 de agosto de 2016, 14:31h
Nuestra sociedad se encuentra en un momento de evolución sin precedentes. Día a día, la psiquis humana nos sorprende con nuevas formas de expresión de la propia persona que hacen más rica y plural nuestra sociedad. ¿Sabías que es no es posible determinar cuántos tipos de persona hay en el mundo? No resulta extraño oír hablar de términos tan redundantes y normalizados como 'gay' o 'lesbiana', por supuesto nadie se escandaliza con el término 'heterosexual' y cada vez es más común la palabra 'trans'. Pero, ¿qué ocurre si escuchamos la expresión 'intersexual'?, ¿estamos familiarizados con las personas de 'género fluido'?, ¿existen tantos tipos (entre 10 e infinitas posibilidades) de orientaciones sexuales? Ya lo decía un conocido anuncio de televisión: el ser humano es extraordinario, y es bueno aprender de él, o ella, en todas sus formas posibles.
Lesbiana, bisexual, hetero, pansexual, 'trans'... ¿cuántas identidades sexuales hay?

Es importante realizar una correcta diferenciación en la terminología. No es lo mismo el sexo biológico, que la identidad de género o la expresión del mismo; y por supuesto, juega en un terreno completamente distinto la orientación sexual.

Paso por paso. El sexo biológico hace referencia a los genitales con los que naces. Tendemos a pensar que tan solo existen dos opciones: genitales femeninos o masculinos. Sin embargo, existen personas que nacen con genitales ambiguos. Este es el caso de los individuos denominados Intersexuales.

Identidad de género y expresión de género

Por otro lado se sitúa la identidad de género, que difiere de la expresión del mismo, y que tampoco es necesario que concuerde con aquel que te asignaron al nacer, o tu sexo biológico. O sí. Resulta más sencillo entenderlo a través de ejemplos: Es posible que una persona nazca con genitales masculinos (sexo biológico), y que a su vez se identifique con una mujer, y que por tanto se sienta como tal (identidad de género). Es decir, una persona con testículos que se siente como una verdadera mujer. Sin embargo, puede que se exprese de una forma que socialmente asignamos a los roles masculinos (expresión de género), o para entenderlo mejor, que se comporte más como un 'hombre' que como una 'mujer'. Y a su vez, esta mujer, puede sentirse atraída sexualmente por otra (orientación sexual).

¿Qué ocurre si mi sexo biológico (hombre), coincide con mi identidad de género (hombre)?. En este caso hablamos de Cissexualidad; si no es así, la denominación correcta sería la de transexual.

Pensemos...una persona nace con genitales masculinos, sin embargo, no se siente hombre del todo, tampoco mujer, y solo se siente atraído/a por mujeres y decide vestir con un neopreno. La sociedad no sería capaz de definir a este individuo. La pregunta es...¿conviene hacerlo o sería más lógico pensar que es una persona más, con sus matices, y ya está?, o 'ya tal' como diría Rajoy. El movimiento 'Queer' lucha para que la identidad de género no se encorsete en una concepción binaria (hombre-mujer), para incluir así a todas las personas en su infinitud de formas posibles. Una recomendación personal, el libro 'La mente hetero', de Monique Wittig, precursora de esta teoría.

Recapitulemos...

Ahora, conviene desglosar esta información y dotarla de un matiz científico: Cuando nacemos, nuestros genitales marcan la diferencia entre dos opciones de género, que a su vez, dotan a la persona de una firma de identidad: Eres hombre o mujer. Sin embargo, estas denominaciones son simplemente constructos sociales que dan lugar a tan solo dos opciones de género para construirte como individuo dentro de tu entorno. Genitales masculinos = hombre, genitales femeninos = mujer. Esto es lo que se conoce como asignación de género.

Al nacer con genitales femeninos, a la persona en cuestión le es asignada el rol de mujer, por lo que deberá comportarse como tal, y generalmente, sentirse atraída por el sexo opuesto, véase, un hombre. Puede ocurrir que esa persona se identifique con un hombre (identidad de género), y que su comportamiento se asemeje más al que nosotros entendemos como el de una mujer (más feminizado), y que a su vez, solo se sienta atraída por personas con las que establece un vínculo afectivo, es decir, demisexual (orientación sexual).

De hecho, históricamente, los valores atribuidos al rol que ha desempeñado y que ahora, en menor medida, desempeña la mujer (delicadeza, menor fuerza, sensibilidad...), y los que corresponden al hombre (fuerza, liderazgo, inalterable), han contribuido al empoderamiento de este; convirtiendo en sumisa a la mujer. Pero ese es otro tema en el que no conviene detenerse.

Orientación sexual: un mundo de infinitas posibilidades

El terreno de la orientación sexual es aún mucho más complejo. "Es incluso tan diverso como cantidad de personas existen en el mundo, la psiquis humana es así"- nos cuenta Marta Gandía, una conocida activista LGTBIQ+. El biólogo Alfred Kinsey, dio a conocer lo que él mismo denominó 'escala de grises'. En la que 0 hace referencia al mayor grado de heterosexualidad, y 6 al mayor de homosexualidad. Y entre esos dos números, toda la escala de posibilidades, de grises. Sin embargo, aún conviene matizar esa teoría: existen personas que no sienten atracción sexual por ningún género (asexuales), y otras, que la sienten por ambos (bisexuales).

"No es posible definir un número exacto"- explica Marta- "están los clásicos gay, lesbiana o bisexual; incluso conocemos al asexual; sin embargo, una persona podría solo sentirse atraída por personas con las que establece un vínculo afectivo fuerte (demisexual)". ¿Y si vives tu sexualidad sin definir categorías?, entonces...¿qué eres?, simplemente astrosexual. Y así, entre bisexuales, gays, demisexuales o lesbianas, conviven personas polisexuales, lightsexuales o pansexuales, y suma y sigue.

LGTB¿IQ+?...¿qué es eso?

A primera vista, podríamos estar perfectamente ante una fórmula matemática. Si echamos un vistazo más detallado, reconoceremos esas siglas tan normalizadas para todos que se refieren al colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales. Pero este término ha quedado obsoleto. Sin ir más lejos, el propio Ministerio de Educación ya dedica un apartado en su web protagonizado por las siglas LGTBIQ+. Estas nuevas siglas, incluyen el término Intersexual y Queer, y el '+' representa los cientos de miles de caminos y matices que pueden tomar estos grupos. "Lo positivo reside en la inclusión, no dejar a nadie fuera".

Marta nos propone dos últimas preguntas sin respuesta dirigidas al lector, que dicen así: ¿En qué se basa la orientación sexual hacia una persona? ¿Te atrae su género o su sexo?.

Reflexionen ustedes mismos.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios