Chile ocupa el segundo puesto en desarrollo humano en Latinoamérica

CIUDAD DEL CABO (EFE) Chile sigue ocupando el segundo puesto entre las naciones latinoamericanas, después de Argentina, en cuanto a nivel de desarrollo humano, según el informe anual del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El Informe sobre el Desarrollo Humano 2006, presentado en la localidad sudafricana de Ciudad del Cabo, incluye una lista de 177 países, que está encabezada por Noruega y que cierra Níger.

En ese ránking mundial, Chile ocupa el puesto 38, a dos lugares de Argentina y detrás de Polonia.Más abajo se encuentran Uruguay (43), Costa Rica (48), Cuba (50) y México (53).

El informe del PNUD indica que en Chile la esperanza de vida al nacer es de 78,1 años, más alta que en Argentina (74,6 años), pero menor que en Costa Rica (78,3).



El 95,7 por ciento de los adultos chilenos sabe leer y escribir, el mismo índice que el registrado en el anterior informe del PNUD, que incluye, además de los ingresos, el acceso a la salud y el nivel educativo.

El Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de Chile, con datos de 2004, es de 10.874 dólares, por debajo de los 13.298 de Argentina, pero por encima de los 9.803 de México.

El estudio de este año coloca a Chile en el segundo lugar entre las naciones en desarrollo en cuanto a su índice de pobreza, que tiene a Uruguay a la cabeza, mientras en el tercer lugar está Argentina.

Los datos del PNUD indican que el 2,0 por ciento de los chilenos vive con menos de un dólar diario y el 9,6 por ciento con menos de dos, un valor muy inferior al de Argentina, con porcentajes del 7,0 y 23,0.

A pesar de su ubicación en los puestos altos del desarrollo humano, Chile tiene un gasto público en salud del 3,0 por ciento del PIB, frente al 4,3 por ciento de Argentina.

El número de médicos también es menor: 109 por cada 100.000 habitantes, mientras en Argentina son 301, en Uruguay 365 y en México 198.

El PNUD sostiene que el 91 por ciento de los chilenos tiene acceso a una red de saneamiento y el 95 por ciento al agua potable, casi los mismos valores que en Argentina (91 y 96, respectivamente).

La incidencia del virus del sida en Chile es del 0,3 por ciento, una de las más bajas de la región, un nivel parecido al de Costa Rica y la mitad que el de Argentina.

Su tasa de mortalidad es de 8 por cada mil nacidos vivos, la mitad que en Argentina, pero por encima de los 6 por cada mil de Cuba.

En el país, según el PNUD, el gasto público en educación llega al 3,7 por ciento del PIB, muy parecido al 3,5 por ciento de Argentina e inferior al 5,8 por ciento de México.

El estudio además coloca a Chile entre las naciones de la región con mayor desarrollo en telecomunicaciones: hay 206 líneas telefónicas por cada 1.000 habitantes y 593 teléfonos celulares (en Estados Unidos existen 617 móviles por cada mil habitantes).

En cuanto a internet, sector en el que Chile llegó a ser de los pioneros latinoamericanos, acceden a la red 267 personas por cada mil habitantes, muy por encima de los 133 de Argentina y los 135 de México.

Chile dedica un valor equivalente al 0,6 por ciento del PIB a investigación y desarrollo, por encima del 0,4 por ciento de Argentina y México, pero por debajo del 1,0 por ciento que destina Brasil.

El informe también dedica sus páginas a evaluar la distribución de la riqueza.

En Chile, la situación no varía mayormente, ya que el análisis se realiza con datos de 2000. Así, el 20 por ciento de la población más rica acapara el 62,2 por ciento de los gastos e ingresos, mientras el 20 por ciento de los chilenos más pobres sólo llega al 3,3 por ciento.

La situación empeora al mirar hacia el decil más rico, ya que hay pocos países en el planeta en el que el 10 por ciento de la población más rica acapare más gastos e ingresos, el 47 por ciento.

Por comparar, en Argentina ese índice es del 39,6 por ciento y en Estados Unidos del 29,9 por ciento.

En Latinoamérica sólo supera ese valor Bolivia, una de las naciones más pobres del continente, donde el 10 por ciento de la población más rica comparte el 47,2 por ciento de los gastos e ingresos.