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El discurso sobre el estado de la Unión 2016

jueves 15 de septiembre de 2016, 08:09h

Nos encontramos en un escenario enormemente complejo, en el que se debate sobre la Unión Europea, la necesaria reforma de los Tratados vigentes para afrontar los desafíos y la supervivencia de las tensiones derivadas de una crisis económica y social de difícil solución, así como una gravísima situación derivada de una migración sin asentar en las fronteras y el interior de Europa.

Tenemos ante nosotros retos tan importantes como consolidar la Unión Económica y Monetaria, en el camino de una verdadera Unión Fiscal, combatir el desempleo sobre todo el inaceptable desempleo juvenil, asumir la realidad de un terrorismo vinculado a una verdadera guerra en el escenario global, afrontar el auge de los populismos y el rebrote de nacionalismos de viejo y nuevo cuño y reforzar el Espacio de Libertad Seguridad y Justicia, haciendo reales los derechos humanos.

Por último la Unión deberá dar una rápida respuesta a la salida de Gran Bretaña, que supone un desafío para los europeos pero no menor para los británicos, una salida que no puede hacer más débil la imagen de la Unión Europea obligada a poner de manifiesto la solidez de este gran proyecto histórico. En este escenario Jean-Claude Juncker ha presentado en la mañana del 14 de septiembre el discurso sobre el Estado de la Unión.

Algunas de las cuestiones que hemos enunciado se corresponden lógicamente con las propias palabras del Presidente del ejecutivo europeo, pues son argumentos que todos conocemos y que Juncker tiene que reconocer y así lo hace al manifestar que la Unión Europea se encuentra en una crisis existencial, al reconocer que la Unión Europea tiene un montón de problemas sin resolver, al expresar la convicción de que no se pueden resolver los problemas con un discurso o con una Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno.

La respuesta del Presidente Juncker no sería otra que la de manifestar su seguridad de que el proyecto europeo deberá avanzar en los próximos 12 meses hacia una Europa mejor que asuma sus responsabilidades y preserve ante el cúmulo de dificultades existentes el modo de vida que ha logrado a lo largo de su más reciente historia. Exponemos a continuación la esencia de este discurso, utilizando los mismos argumentos y la línea expositiva utilizada por el Presidente de la Comisión ante el Parlamento Europeo.

Según Juncker la crisis existencial de la Unión Europea deviene de la propia debilidad de los Gobiernos de los Estados miembros, de la fragmentación existente en el Continente, de las dificultades para encontrar acuerdos y trabajar juntos. Juncker alude a un montón de problemas, el elevado desempleo, las desigualdades sociales, las montañas de deuda pública, y un hecho tan inédito como el de que un miembro relevante por otra parte, decide abandonar la Unión y señala que hay que construir una visión a largo plazo, una visión de futuro para la que se compromete a realizar un Libro blanco que se presentara en marzo de 2017 justamente cuando se celebre el 60 aniversario de los Tratados de Roma o lo que es lo mismo del Tratado de la Comunidad Económica Europea o Mercado Común que sigue siendo la base del proyecto europeo de integración. Realmente aquel momento será coincidente con algo que está en nuestro constante imaginario sobre el corto plazo, la realización de las elecciones en Francia en el 23 de abril y en Alemania en el mes de septiembre de 2017.

Juncker alude a la paz, llevamos 70 años de paz duradera en Europa mientras que en el mundo hay 40 conflictos armados activos, mantenemos valores tan importantes como la libertad, la democracia y el Estado de Derecho, la Unión es el primer bloque comercial del mundo que mantiene o está negociando con más de 140 socios. Asimismo alude a la necesidad de mantener la unión monetaria, haciendo referencia al euro como moneda de referencia a nivel mundial y calificando al euro como el mayor instrumento de federalización de la propia Unión, una Unión que percibe todavía incompleta. El Plan de inversiones para Europa será el mayor instrumento que se va a utilizar para la generación de empleo y el progreso económico del continente, triplicando la cuantía hasta alcanzar 630.000 millones de euros en inversiones hasta el año 2022 atrayendo la inversión privada. Asimismo ha propuesto un plan ambicioso de inversiones para África y países vecinos que pueda llegar hasta 88.000 millones de euros con la colaboración de los Estados en beneficio del desarrollo de este continente.

Pero la gran reflexión más dura y dolorosa es la referida al reconocimiento de su impotencia sobre la situación de una Europa constituida como el continente del desempleo juvenil. Preocupa a Juncker y propone iniciativas para que los ciudadanos tengan plenas capacidades para participar en el debate de la construcción europea manifestando que en esa línea está el despliegue masivo de la tecnología 5G, la quinta generación de sistemas de telecomunicación móvil que creara otros dos millones de empleos y el acceso inalámbrico gratuito a internet.

Defender Europa es otra de las grandes prioridades, defenderla del terrorismo sin que se perjudique la tolerancia propia de sociedades democráticas abiertas y plurales. Se reforzará Europol y la Guardia Europea de Fronteras y Costas que comenzará a actuar a partir de octubre. Se realizará un sistema europeo de información de viajeros, se producirá una mayor coordinación entre los Estados, al mismo tiempo Europa deberá reforzar su política de defensa con un desarrollo de su fuerza militar creándose una flota multinacional de aviones, una única sede de operaciones y un fondo europeo para la defensa.

El discurso del Presidente del ejecutivo europeo acaba con una referencia personal, “yo creo en Europa, nuestros hijos merecen algo mejor, una Europa que proteja su estilo de vida, una Europa que cuente con ellos con su participación, que vele por su seguridad y que los proteja. Instituciones, Gobiernos, ciudadanos, todos tenemos la responsabilidad de construir esa Europa “juntos”.

Rogelio Pérez-Bustamante

Catedratico Jean Monnet ad personam

Rogelio Pérez-Bustamante

Catedrático Jean Monnet ad personam

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