El líder de Podemos defiende la vía de la rebeldía para definir el futuro de Podemos. Pablo Iglesias ha reconocido que las instituciones no siempre les han sentado bien, pero ha rechazado que tengan que adoptar un "buen tono" para encajar con el resto de partidos. En este debate se mantiene una discrepancia entre el líder de la formación morada y el número dos, Íñigo Errejón, que ha defendido la necesidad de "seducir" en vez de "dar miedo". Iglesias ha viajado a Galicia por primera vez en esta campaña para apoyar a Luis Villares después de los roces surgidos al formular la alianza electoral con 'En Marea'.
"Mientras esté yo aquí nosotros no vamos a ser como ellos nunca". Esa es la promesa que ha lanzado el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, durante su primera intervención en la campaña gallega.
En el contexto del debate de qué quiere ser Podemos de mayor, Iglesias ha empezado a dibujar una vía contraria a la moderación y a la adopción de un mejor tono para encajar en las instituciones.
Una de las preguntas fundamentales que planea sobre la formación morada consiste en cuestionarse si es posible tener un proyecto percibido como "serio" y de Gobierno sin igualarse a "ellos", es decir, a los partidos tradicionales. Esta es una duda que se ha intensificado desde que el partido irrumpiera en el Congreso, ya que han advertido que la dinámica parlamentaria produce una igualación de los partidos.
"Sé que a nosotros no siempre nos han sentado siempre bien las instituciones", ha reconocido este martes Iglesias desde A Coruña, al referirse a la situación política a nivel nacional.
El líder de Podemos ha mostrado también su discrepancia con la idea de que el elemento más importante de la política sea el "tono". Este ha sido un aspecto muy debatido al analizar la actuación de la formación morada en su relación con el PSOE, por ejemplo, y que algunos dirigentes de Podemos -como Íñigo Errejón- han reconocido como un problema.
"El día en el que dejemos de dar miedo a los sinvergüenzas seremos uno más y no tendremos sentido como fuerza política", ha argumentado Iglesias.
Precisamente Errejón ha contestado ya a esta afirmación en las redes sociales, donde ha asegurado que el reto de Podemos no debe ser dar miedo a los poderosos, sino "seducir" a las personas que aún no confían en ellos. "Hablando claro y siendo diferentes seducimos más", replicaba a su vez Iglesias ante el tuit de Errejón.
Para combatir esa semejanza con los otros partidos, Iglesias también ha destacado la idea de que el foco de la política debe estar puesto en los problemas de los ciudadanos y no en los pactos o las relaciones entre las distintas formaciones.
Iglesias se ha referido a esto al hablar de la situación de desgobierno y el debate en el que están encallados los partidos desde hace 10 meses.
"El problema de la gente no es que no haya Gobierno, es los escandalosos niveles de paro, la precariedad laboral, es que los jóvenes tengan que emigrar", ha asegurado.
Iglesias se ha estrenado este martes en la campaña de 'En Marea' con una visita a A Coruña y a Vigo para respaldar a Luis Villares. El secretario general de Podemos ha sido, con diferencia, el líder político que menos se ha involucrado en la campaña de Galicia y Euskadi debido, en parte, a las tensiones internas, pero también a la estrategia territorial de la formación.
Podemos quiere evitar que se repita lo ocurrido en las elecciones autonómicas de Cataluña, en las que Iglesias sí tuvo un papel más destacado, y busca que no haya contradicciones entre el discurso de la plurinacionalidad y las injerencias de Madrid en los territorios.
Especialmente tensa ha sido la relación de Podemos con las mareas gallegas, debido a la construcción de la candidatura conjunta. La formación morada tuvo que ceder en el último momento en su idea de formar una coalición que le permitiera conservar sus siglas y finalmente se acabó integrando en el partido instrumental en "pie de igualdad" con el resto de espacios políticos, como exigía 'En Marea'.
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