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'Escuadra hacia la muerte' en el CDN, a través de la versión de Paco Azorín

'Escuadra hacia la muerte' en el CDN, a través de la versión de Paco Azorín

jueves 20 de octubre de 2016, 09:27h

'Escuadra hacia la muerte', de Alfonso Sastre (1926), se estrenó en Madrid en 1953. Junto a 'Historia de una escalera' (1949) de Antonio Buero Vallejo y 'Tres sombreros de copa' (escrita en 1932 pero estrenada en 1953) de Miguel Mihura, se consideran las obras simbólicas que marcan la renovación del teatro español tras la Guerra Civil. El primer montaje de 'Escuadra hacia la muerte' la dirigió Gustavo Pérez Puig y constituyó un verdadero aldabonazo a la conciencia de un espectador de teatro -el de la época-, muy poco acostumbrado a ver sobre las tablas asuntos tan profundos y delicados, que tocaban la realidad inmediata, y todavía presente, como era una guerra, con la Civil Española y la II Guerra Mundial, aún en el amargo recuerdo de todos los ciudadanos.

En 'Manifiesto por un teatro de agitación social' (1950), Sastre exponía las características de su concepción teatral y su 'Escuadra hacia la muerte' constituye un claro ejemplo de ello. Una obra que está directamente enfrentada al teatro burgués, al de ese teatro que no va más allá de proporcionar un amable pasatiempo al espectador. De ahí en adelante, las obras de Sastre, que partían de planteamientos existenciales y sociales, después han ido decantándose a posiciones abiertamente revolucionarias. Por esta razón, su teatro fue víctima de la censura franquista, del temor de los empresarios teatrales y también del desinterés del público burgués, que era el que iba al teatro, convirtiéndose, pues, en un autor maldito con grandes dificultades para estrenar. A esta segunda época de Sastre pertenecen obras como ‘La mordaza’ (1954), ‘Guillermo Tell tiene losojos tristes’ (1955), ‘En la red’ (1959) o ‘La cornada’ (1960), sobre el mundo de los toros.

El Centro Dramático Nacional ha acogido en el Teatro María Guerrero una versión de Paco Azorín de esta ‘Escuadra hacia la muerte’ que se toma la licencia de cambiar el final de la obra, lo cual estaría justificado si sirviera para mejorarla, pero no es el caso.

Sastre y Brecht

Cinco hombres permanecen encerrados en un búnker a las órdenes de un sargento degradado a cabo, un hombre intransigente y que aplica a rajatabla unas normas, las castrenses, demasiado rígidas en sí mismas (se levantan a las 6 de la mañana, hacen guardias 24 horas al día,…) impropias del momento que están viviendo allí encerrados esperando un final trágico para sus vidas. Solo uno de esos cinco hombres, Luis, el más joven, que ha sido castigado a integrarse en ese grupo por negarse a formar en un pelotón de fusilamiento, es el más ‘limpio’. El final que espera al grupo de represaliados, que ha llegado a matar al cabo en esa tensa espera de dos meses, es trágica , como se masca a lo largo de toda la obra: Pedro sale del búnker y muere a tiros, mientras Luis corre desnudo tras él. En escena, dando vida a los seis militares, los actores Jan Cornet, Iván Hermes, Carlos Martos, Agus Ruiz, Unax Ugalde y Julián Villagrán. La versión de Paco Azorín traslada la acción a un mundo futurista y, si de algo hay que tacharla, es de presentar unos personajes velados, difuminados, borrosos en exceso.

Azorín presenta la obra dividida en 11 cuadros, que va presentando en orden decreciente -del 10 al 0-, todos ellos presididos por una cita de Bertolt Brecht alusiva a cada cuadro (“Contra la seducción”, “El regreso”, “A los hombres futuros”...). Todos ellos, en conjunto, reflejan la convivencia de esos hombres a lo largo de dos meses, y pueden resumirse con apenas unas palabras: revelación, sacrificio, debilidad, determinación, esperanza, indiferencia, indulgencia, perseverancia...

Todo sucede en una hermosísima escenografía, que ha diseñado el propio Paco Azorín, y que presenta dos cubos metálicos (uno encima de otro), que ocupan todo el escenario, 11 metros de largo y 10 de alto. El cubo de abajo es un búnker acorazado, mientras que el cubo de arriba sirve como pantalla para las proyecciones (predominan las imágenes de bosques), que ha preparado Pedro Chamizo, quien seencarga también de las estupendas reverberaciones a través de micros que algunos personajes utilizan para mostrar sus más íntimos sueños, pensamientos y temores, vestidos de gris por Juan Sebastián Domínguez. Y en medio de todo, una iluminación fantástica de Pedro Yagüe, en donde dominan los azules, que da toda una lección sobre esta faceta artística sobre el escenario.

‘Escuadra hacia la muerte’

Autor: Alfonso Sastre

Versión, escenografía y dirección: Paco Azorín

Intérpretes: Jan Cornet, Iván Hermes, Carlos Martos, Agus Ruiz, Unax Ugalde y Julián Villagrán

Movimiento: Carlos Martos

Asesor musical: Isaac M. Pulet

Ayudante de dirección: Álex Larumbe

Teatro María Guerrero,Madrid

Hasta el 27 de noviembre de 2016

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