La diputada del PSOE y excomandante Zaida Cantera ha confirmado que votará ‘no’ a la investidura de Mariano Rajoy para actuar en “conciencia”. “No puedo abstenerme ante los responsables de mi calvario”, explicó al ser entrevistada en ‘Al rojo vivo’ de La Sexta. Esta es la última de las voces insumisas ante la abstención ordenada por Ferraz que podría provocar el 'sorpasso' de Podemos si finalmente los diputados díscolos fuesen expulsados del grupo parlamentario.
Cantera asegura haber guardado silencio hasta ahora por respeto a los compañeros que vivían el debate dentro del partido, si bien individualmente sí habría hablado con varios de ellos, incluido el ex secretario general, Pedro Sánchez. La ex comandante habría comunicado su postura inamovible al responsable de su propio ‘fichaje’, si bien ha asegurado desconocer la postura qué él mismo adoptará.
La diputada del PSOE ha criticado que “lo único que ha permitido el Comité Federal ha sido tolerar el Gobierno de Rajoy”. “No puedo romper la palabra con la que he ido a los votantes en dos elecciones”, sostuvo. “No puedo cambiar mi voto de la noche a la mañana”.
“Ahora en el PSOE quieren que rompa mi palabra y que tolere que Pedro Morenés siga sentado enfrente en el Congreso”. “Morenés ha seguido ascendiendo a mis acosadores”, sostiene.
“No puedo abstenerme ante los responsables de mi calvario”, concluye para justificar sus razones ante el resto del grupo parlamentario que ha sido llamado a los 84 parlamentarios a abstenerse en bloque por parte de la gestora que dirige el PSOE.
Aún está por ver si los diputados que se mantengan firmes en el 'no' recibirían o no algún tipo de medida punitiva por parte de Ferraz lo que podría tener importantes consecuencias políticas.
De momento, según El Mundo, son 18 los diputados díscolos entre los que se encontrarían la propia Cantera junto a los 7 miembros del PSC, la independiente Margarita Robles y la aragonesa Susana Sumelzo o el que fuera alcalde de San Sebastián Odón Elorza.
Es decir, si llegaran a ser expulsados del grupo parlamentario podría llegar de facto el 'sorpasso' de Podemos al quedar mermado su grupo en el Congreso. Unidos Podemos quedaría con 67 escaños frente a los 66 del PSOE, es decir, sería el segundo grupo de la Cámara y Pablo Iglesias se erigiría como el líder del primer partido de la oposición, desplazando a los socialistas en los debates e incluso en su posición física en el Parlamento.
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