Sigue siendo una total incógnita cuántos diputados del PSOE romperán la disciplina de voto. Hasta ahora, lo han comunicado oficialmente a la dirección del Grupo Parlamentario los 7 del PSC. Además, Margarita Robles y Zaida Cantera, ambas fichajes personales de Pedro Sánchez, que le serán fieles. Por otra parte, se sumarán la gallega Rocío de Frutos, que comanda la gestora del PSdeG, el vasco Odón Elorza, un ‘clásico’ en la materia, y la combativa diputada aragonesa Susana Sumelzo.
Una docena en total que no parece que vaya a aumentar más allá de 3 o 4 nombres más, incluido Sánchez, el ‘padre’ del ‘no’ pero que, sin embargo, guarda un sospechoso silencio. Sus próximos afirman que el sábado acudirá al Congreso y que se mantendrá fiel a su palabra.
Podrían sumarse otra diputada gallega, Pilar Cancela, presidenta de otra gestora, la que nombró la anterior ejecutiva federal socialista para superar la crisis del PSdG; los baleares Sofía Hernanz y Pere Joan Pons, y especialmente María González Veracruz, estrecha colaboradora del ex secretario general y apoyada por la federación murciana… presidida por su padre Rafael González Tovar, que quiere que rompa la disciplina del Grupo.
No llegarían, pues, a la veintena en el mejor de los casos y corren el riesgo -descartado esta misma tarde por su entorno- de que Pedro Sánchez siga el ejemplo de César Luena, que se abstendrá en su condición de ex secretario de Organización, lo que les situaría en una situación aún más incómoda. El PSE de Idoia Mendia también ha anunciado que acatará la orden del Comité Federal.
La gestora
La incertidumbre forma parte tanto de la estrategia de los fieles a Sánchez para no dar pistas a la gestora de Javier Fernández , dándole tiempo a presionar a los díscolos antes de la votación del sábado por la tarde, como de la ‘ley del silencio’ que reina en un Grupo Parlamentario donde todos desconfían de todos.
En las últimas horas, además, la gestora parece haber suavizado sus intenciones y ha prometido benevolencia al aplicar las correspondientes sanciones.
El problema no es ése, sino que quien se mueva no sale en la foto. Axioma socialista por excelencia que atenaza a los 84 diputados pendientes de que se resuelva la crisis de su partido pero, antes, con urgencia, de que se decida si Antonio Hernando es el portavoz que necesita el PSOE para “liderar la oposición” y enfrentarse cada miércoles a Pablo Iglesias. Lo de hoy sólo ha sido el principio.
Dentro de unos meses, como ha vaticinado Patxi López, podemos estar de nuevo en campaña camino de las urnas.
[Nota: ¿Y qué es del diputado número 85? Pedro Quevedo, elegido en las listas del PSOE gracias a un acuerdo con su partido, Nueva Canarias, se mantiene en el 'no' irreductible. A él, ubicado en el Grupo Mixto, no le alcanzan las posibles sanciones.]
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