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Sánchez denuncia presiones de 'El País' y empresarios para no pactar con Podemos: "Éstas son las consecuencias"

> El ex secretario general del PSOE lamenta no haber entendido antes “la cantidad de gente que quiere renovar la política detrás de Pablo Iglesias” y apuesta por una mayor “colaboración” con Podemos

> "Si Susana Díaz quiere gobernar el partido tiene que dar un paso al frente y presentarse al congreso”, afirma en su primera entrevista en televisión tras renunciar al escaño

domingo 30 de octubre de 2016, 21:15h

Pedro Sánchez ya sabe qué PSOE es el que quiere “reconstruir”. Le ha costado el escaño y el liderazgo del partido, pero por fin ha hablado claro. El ex secretario general de los socialistas dice haber entendido que el futuro pasa por la “colaboración” con Podemos y que se equivocó cuando los tachó de “populistas” en el Comité Federal de hace casi un año. En su primera entrevista como simple militante de base, en un simbólico café frente a Jordi Évole, ha reafirmado su intención de presentarse a un Congreso que la gestora no podrá aplazar demasiado y ha retado a Susana Díaz a presentarse. Dispuesto a no morderse la lengua, desveló que El País y algunos empresarios le presionaron para que no pactara con Iglesias, una denuncia inédita en la política española y que destapa la caja de los truenos.

Sánchez denuncia presiones de 'El País' y empresarios para no pactar con Podemos: 'Éstas son las consecuencias'
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No hay precedentes en la política española. El ex máximo dirigente de la segunda fuerza política de este país atribuye su destitución a las presiones de medios de comunicación -El País ha señalado expresamente- y algunos grandes empresarios que le advirtieron expresamente de “las consecuencias” para que no pactase con Podemos. Es la primera vez que alguien con posibilidades de ser presidente del Gobierno destapa públicamente un escándalo de esta envergadura.

Ha utilizado un tono muy distinto al de Pablo Iglesias, pero las acusaciones que ha vertido esta noche Pedro Sánchez han superado con creces sus ataques desde la tribuna del Congreso. No ha dado nombres y se ha limitado a admitir “reuniones” en las que recibió presiones de alto nivel para cambiar de estrategia. “Estas son las consecuencias”.

La propia Carolina Bescansa aseguró en directo apenas unos minutos después haberse quedado "alucinada" por el "coraje" de Sánchez por "decir la verdad".

El líder caído confesó haber dormido apenas tres o cuatro horas tras uno de los días más duros de su vida política. Se le notaba afectado, pero no lo suficiente como para no hacer una apuesta muy arriesgada: quiere volver a ser secretario general del PSOE.

Afirma que no está en guerra con los actuales dirigentes, sino que quiere un “modelo de partido diferente” que hoy ha empezado a definir. Por supuesto, con el ‘no’ al PP por delante.

Sánchez ha empleado un tono casi de confesión, alentado por la penumbra de la cafetería en la que le citó Évole. Sus enemigos dirán que exagerando el victimismo, entre los cuales está sin duda Susana Díaz, a la que ha reprochado haber tenido al partido “pendiente de su agenda personal” y hablando con él a través de los 'medios de comunicación'.

Como introducción, Jordi Évole convocó un mini ‘comité federal’ con cuatro militantes de distintas comunidades autónomas entre los que el ‘no’ ganaba por tres a uno. El presentador aseguró que lo más complicado fue encontrar un afiliado partidario de la abstención dispuesto a ponerse ante las cámaras.

Un prólogo a medida de Pedro Sánchez que dibujó un PSOE al que casi le queda sólo el “solar” que Javier Fernández se niega a vender a precio de saldo. Con “coser”, como pretende Díaz, no basta: el ex secretario general quiere “reconstruir” el edificio. O sea, Ferraz.

Su primer error fue menospreciar a Podemos con aquello de que “el PSOE nunca pactará con el populismo”, el segundo, cerrar la puerta al diálogo con los nacionalistas, incluidos los independentistas -excluido Gabriel Rufián- y afirmó tajante que hay que negociar con ellos.

En el espinoso tema catalán, Sánchez también ha querido ser meridianamente claro al apostar por una reforma de la Constitución que busque que Cataluña, "como nación que es, se sienta integrada dentro de España". Otra declaración inédita entre los máximos dirigentes de los dos grandes partidos que han gobernado España y que también levantará polémica.

Por si a alguien le quedaba alguna duda, lo ha redondeado al intentar explicarlo: "España es una nación de naciones. Cataluña es una nación dentro de otra nación que es España, como lo es también el País Vasco, y esto es algo de lo que tenemos que hablar y reconocer".

No faltó tampoco una referencia a Antonio Hernando, su hombre del ‘no es no’, su vicario en las negociaciones y ahora encargado de justificar la “abstención” del PSOE, al que calificó como “decepción” y se le notó que se trataba de algo personal. También para el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista.

Estas son algunas de las claves de la entrevista:

"Desde el 1 de octubre he recibido mensajes de Carmena, Albert Rivera, Pablo Iglesias y Alberto Ruiz Gallardón. Lo que me ha sorprendido es que hay dirigentes del PSOE que no me han escrito desde entonces."

"Al principio dudé mucho si teníamos que abstenernos. El punto de inflexión fue una conversación con Rajoy en la que me dijo que no sólo nos necesitaba para la investidura sino para gobernar."

"He cometido errores: en el primer Comité Federal taché a Podemos de populistas. No sabía exactamente qué era Podemos. No supe entender la cantidad de gente que quiere renovar la política detrás de Pablo Iglesias."

"Lo que tiene que haber es más entendimiento y colaboración entre Podemos y PSOE."

"Si Susana Díaz quiere gobernar el partido tiene que dar un paso al frente y presentarse al congreso. El socialismo andaluz tiene que reflexionar sobre su papel en el partido a nivel nacional, como factor de estabilidad."

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