Hillary Clinton aún podría arrebatarle a Donald Trump la Casa Blanca

Si bien el excéntrico magnate Donald Trump sumó 290 compromisarios -superando así la cota de los 270 necesarios para ganar virtualmente los comicios- y su contrincante se tuvo que conformar con 232 electores afines, lo cierto es que no consiguió convencer a más estadounidenses.

Donald Trump obtuvo el 47,4% del voto popular o lo que es lo mismo 60.071.650 votos frente al 47,7% y 60.467.245 votos de Hillary Clinton. Es decir, Trump perdió en voto popular por 395.595 papeletas, sin embargo, el reparto de 'escaños' de su sistema electoral le benefició.

Este es el principal argumento que esgrimen los defensores de movilizar a los 'faithless electors' -en España podría traducirse como transfugas-, para que cambien su voto el próximo 19 de diciembre.

En la conocida web Change.org hay ya cerca de 2,5 millones de personas que han firmado una petición en este sentido invitando a los miembros del Colegio Electoral, que realmente tendrán la última palabra sobre el próximo inquilino de la Casa Blanca, a impedir que Donald Trump llegue a la presidencia de EEUU.

Si bien en más de veinte estados este cambio de color del 'rojo' republicano al 'azul' demócrata en contra del partido por el cual se presentaron ante la ciudadanía está prohibido por una especie de disciplina de voto, la única sanción a la que los electores podrían enfrentarse sería al pago de una multa. "¡La cual estamos seguros de que los seguidores de Clinton estarían encantados de pagar!", sostienen en la citada petición de recogida de firmas que recuerda que la Constitución les otorga a ellos la decisión final.

Precedentes de 'faithless electors'

Si bien la posibilidad de que esto ocurra es muy remota, sobre todo teniendo en cuenta la gran diferencia en número de compromisarios que supuestamente apoya a uno y otro candidato, hay sectores opositores que no pierden la esperanza apoyándose en que Trump tampoco despierta grandes simpatías dentro del propio partido republicano. En este sentido, la publicación UPSOCL, recuerda que hay varios precedentes de 'faithless electors' en la historia de EEUU.

La organización Fair Vote refleja en su web que desde la fundación del Colegio Electoral en EEUU se han registrado 157 casos de 'faithless electors'. De ellos, 71 se habrían quedado sin su candidato original por fallecimiento antes de la votación, 3 se abstuvieron y 82 cambiaron de opción por preferencia personal o por error, como parece que ocurrió en el último caso registrado.

En el año 2004 un elector de Minnesota que concurrió en los comicios por el bando demócrata del aspirante John Kerry, colocó su papeleta para presidente y vicepresidente con el mismo nombre, el de su apuesta como número dos, John Edwards. Un asunto que quedó en mera anécdota sin afectar al resultado final.

De esta manera, en el caso Clinton-Trump parecen demasiados los transfugas que votando en conciencia harían falta para dar un vueco de última hora en la Casa Blanca. Además, por otro lado, la hipótesis tampoco es muy creíble después de que la propia candidata demócrata asumiera públicamente la derrota y el presidente saliente Barack Obama escenificara el traspaso de poder ante las cámaras. No obstante, aún hay quienes no pierden la fe en los 'sin fe'.

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