'Después de la tormenta': Kore-Eda, el maestro de lo cotidiano

La película trata sobre Ryota (Hiroshi Abe), un hombre de mediana edad que tras haber ganado un premio literario hace más de 15 años malvive como detective privado, después de haberse divorciado de su mujer (Yôko Maki) no puede pagar la pensión alimentaria de su hijo (Taiyô Yoshizawa) de 11 años ya que gasta el poco dinero que gana apostando en las carreras. Su deriva se parece cada vez más a la de su padre con el que no se llevaba bien. Tras la muerte de este vuelve a retomar la relación con su madre (Kirin Kiki), el personaje encargado de poner las notas de humor a la película con su sabiduría y su tierna mala leche, y recuperar a su familia. Como se puede ver el argumento no es especialmente original, un hombre que intenta recuperar el rumbo de su vida aprendiendo de los errores del pasado, alguien que no quiere repetir los errores que su padre cometió con él, sin darse cuenta de que también hubo cosas buenas.

Lo bueno de la película es el tono, Kore-Eda no se deja llevar por el camino fácil, la reconciliación total de la familia, y deja claro que se puede cambiar pero lo que no se puede hacer es volver atrás en el tiempo y reparar los errores pasados. Si, como decía al principio, la película no es redonda es porque baja cuando no se centra en el núcleo familiar y nos muestra la vida de Ryota en el trabajo y sus relaciones con sus compañeros.

Una película perfecta para los seguidores del autor de 'Nadie sabe' en el que el director se vuelve a mostrar como un maestro de lo cotidiano, rodando de forma serena y sin estridencias, encontrando el equilibrio perfecto entre drama y comedia.

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