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Pero, a fin de cuentas, ¿qué es el populismo?

lunes 14 de noviembre de 2016, 12:45h

Con la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la palabra 'populismo' vuelve a repetirse con frecuencia en los medios de comunicación. Sin embargo, no parece que exista una noción clara del término, más allá de alguna generalización de diccionario, que refiere lógicamente a la palabra pueblo. Por ello no está de más señalar algunos rasgos identificatorios.

Base social de referencia.- Así como desde hace un siglo los partidos de izquierda, con una óptica clasista, han buscado como base social la clase obrera, o posteriormente, la clase trabajadora, en el caso del populismo la referencia es el pueblo, un universo social más amplio, interclasista, que sólo excluye una reducida minoría de poderosos; últimamente se opone al término pueblo las denominadas “elites”.

Contexto proclive.- Históricamente los movimientos populistas han surgido en relación con los efectos sociales negativos causados por un drástico cambio estructural o una profunda crisis económica; así sucedió con el surgimiento de los grandes movimientos populistas de los años treinta del pasado siglo, tras la gran crisis de 1929, o con los efectos posteriores que indujeron los populismos de Perón (Argentina), Vargas (Brasil) y Cárdenas (México) en América Latina. Los populismos aprovechan el descontento social para conducirlo –liderado por ellos- al interior del sistema político.

Organización política.- La fuerza populista se organiza regularmente mediante partidos de nuevo cuño, lideres extraños a la política o a través de movimientos sociopolíticos, formados en medio de la movilización y la agitación social. Con frecuencia estas organizaciones suelen ser coyunturales, pero también hay algunas que se mantienen en el tiempo, como el caso del peronismo argentino. Un rasgo común refiere a la estructuración de la organización política en torno a un caudillo indiscutible, que pronto adquiere rasgos autoritarios.

Discurso y programa demagógicos.- La propuesta que el populismo ofrece al malestar social tiende a ser simplificadora y muy difícilmente realizable, pero busca responder así eficazmente al estado de ánimo de los sectores afectados por la crisis o el cambio abrupto. La demagogia discursiva y programática es uno de los rasgos más característicos del populismo.

Ideología política.- Sobre todo en el pasado siglo, las fuerzas populistas han abogado por la búsqueda de una tercera vía que supere la disyuntiva izquierda-derecha. Es frecuente que las fuerzas populistas inicien su accionar con un acento progresista, para luego evolucionar hacia una posición más centrista o de derechas. El caso más extremo de este fenómeno es el de los partidos fascistas del pasado siglo, que surgieron con un discurso anticapitalista y luego acabaron deviniendo en fuerzas de extrema derecha. Todo ello a través de una perspectiva marcadamente nacionalista, cuando así se ocupa.

Régimen político.- Las fuerzas populistas nacen en un clima de agitación social donde predomina la crítica al sistema político existente. En unas oportunidades utilizan los recursos democráticos para obtener el gobierno y actuar a su favor sin modificar apreciablemente el régimen político, pero en otras ocasiones lo modifican, incluso mediante cambios constitucionales. Tienen preferencia por modelos directos o asambleístas que se distancien de la democracia representativa. Suelen tender a subordinar la administración pública a la organización partidaria y ello puede tener una versión contenida (como en el primer peronismo) o una versión extrema, hasta establecer en la práctica un régimen de partido único.

Cultura y signos externos.- Las fuerzas populistas tienden a dotarse de una subcultura propia, que frecuentemente se refleja en la tendencia a usar signos externos comunes. Los grandes movimientos populistas europeos se orientaron hacia el uso de uniformes (al menos en cuanto a las camisas), pero en América Latina se reconocían por determinada forma de vestir (los descamisados en Argentina, el uso de ponchos en otros países). En la actualidad, se identifican por el uso intencionado de ropa ordinaria en las ocasiones formales, celebraciones, etc., (con un marcado rechazo al uso de la corbata, por ejemplo), pero también pueden escoger otra determinada prenda como referencia (como un pañuelo o una gorra de beisbol, entre otros).

¿Populismo de izquierda y de derechas?- Cuando se habla de la orientaciónpolítica del populismo se está haciendo alusión a su contenido programático. Pero en el populismo lo programático suele subordinarse a la forma de intervenir en la política. Es la forma de hacer política lo que caracteriza principalmente al populismo, aunque el programa, incluso cuando es de derechas, siempre se plantea en defensa de los sectores populares. Eso se aprecia en el caso de Donald Trump, que propone una acción pública claramente conservadora pero como solución a los problemas que enfrenta el trabajador estadounidense amenazado por la crisis industrial y la globalización.

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