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The Cure presume de repertorio en Madrid
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The Cure presume de repertorio en Madrid

lunes 21 de noviembre de 2016, 02:08h

31 canciones y casi tres horas de duración, frías cifras que no desvelan, más allá de un concierto inusualmente largo (hasta en parámetros Cure), el éxtasis vivido la noche del domingo en el Palacio de los Deportes de Madrid. Y es que, a pesar de llevar 8 años sin publicar un disco y más de 20 sin sacar uno realmente notable, la gente sigue respondiendo a la llamada, con un recinto a reventar para poder ver a una leyenda como Robert Smith repasar una selección con lo mejor de su repertorio acompañado de una banda de altos vuelos.

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El comienzo del concierto no fue especialmente esperanzador, 'Open' de 'Wish' sonó correcta sin más, con un Robert Smith todavía a medio gas. Ni siquiera dos canciones tan grandes como 'High', también del disco del 92, y, sobre todo, 'A night like this' consiguieron evitar una pequeña sensación de frialdad. Todo se comenzó a caldear con 'Push', como la anterior de uno de mis dos discos favoritos de la banda, 'The head on the door', un disco que se iba a convertir en el gran protagonista del repertorio. La mejor de ellas, 'In between days', sonó a continuación y logró levantar a la gente de la grada de sus asientos. Luego otra maravilla, 'Pictures of you', la primera parada en su gran obra maestra, 'Disintegration'. Luego vuelta al año 1985 para disfrutar de los sabores orientales de 'Kioto song', bastante rara en los 'setlist', y 'The blood', que hacía su debut en esta gira, pero que, como decía el propio Smith, había que tocarla aquí, suponemos que debido a esos toques de guitarra flamenca. La guitarra española también fue protagonista de 'The caterpillar', a la que siguió una de sus canciones más hermosas, 'Lovesong'. Luego soltaron la bomba, una de los temas más perfectos de los años 80, 'Just like heaven' y si, tras tocar el paraíso, hubiera terminado el concierto en ese momento ya lo hubiera dado por bueno.

Luego hubo un pequeño bajón, a 'Last days of summer' de 'Bloodflowers' le tocó el ingrato turno de seguir a la perfección y el concierto bajó de intensidad. Fue en ese momento cuando la banda encaró la parte más oscura y calmada del concierto. 'The Hungry Ghost', de su último disco hasta la fecha '4:13 Dream', palidece al lado de su mejor repertorio, 'From the Edge of the Deep Green Sea', tercera parada en 'Wish, a pesar de ser una fija en la última gira, tampoco consigue emocionarme. Su solitaria inclusión en otro de sus mejores discos, 'Pornography', no alcanza la intensidad de la versión de estudio, la cosa sube de nivel con 'End' la canción que cerraba 'Wish' y que sirve para poner punto y aparte al concierto.

La primera tanda de bises comienza con una canción nueva que tiene muy buena pinta, 'It can never be the same', que parece ser que está dedicada a su fallecida madre. Luego llega el turno de una delicia para los fans, 'Burn', de la banda sonora de 'El Cuervo' en la que Smith se luce y demuestra que a sus 57 años su garganta aguanta firme. Posteriormente retrocedemos 36 años y nos plantamos en el primer gran disco de la banda, 'Seventeen seconds', del que suenan las icónicas 'Play for today' y 'A forest'. El público vuelve a enloquecer.

Tras un nuevo parón llegamos a la sección más guitarrera del concierto que da comienzo con 'Shake Dog Shake', la canción que abría 'The top', luego la que daba título a su disco de debut, 'Three imaginary boys', que da paso a las hipnóticas guitarras de 'Fascination street', por último, cierre de sección con las guitarras bailables de 'Never enough' y 'Wrong number', dos canciones que nos llevan de visita al 'Madchester' de los Stone Roses.

El turno final es un órdago a grande tras otro, primero la siniestra nana de 'Lullaby', seguida por los juguetones sintetizadores de 'The Walk', para dar paso a dos de sus canciones más pop y luminosas, 'Friday I'm in love' y 'Boys don't cry', que vuelven a llevar la locura al abarrotado Palacio. Como remate final 'Close to me' y 'Why can't I be you', dos grandes canciones que no terminan de lucir tan bien como otras debido a la ausencia de vientos. Y aunque es loable el intento de Smith de hacer él mismo los solos de 'Close to me'... no es lo mismo. Aun así el sabor de boca que dejan es magnífico y hay que felicitar a los miembros de la banda, particularmente a un Simon Gallup que lo da todo en el escenario y un Reeves Gabrels que es lo más parecido que ha tenido nunca Smith en The Cure a su adorado Jimi Hendrix. Por poner un pero se puede comentar que de las 31 canciones que han tocado 27 pertenecen a su periodo clásico, entre 1979 y 1992, por lo que parece claro que Robert Smith y los Cure perdieran la inspiración hace más de 20 años pero, como me decía un amigo, "que les quiten lo bailao". Y es que algo hay cuando la gente sigue respondiendo de semejante manera a pesar de todo, fundamentalmente, que su repertorio clasico es absolutamente brillante y que lo defienden en directo como si lo hubieran escrito hoy.

Setlist:

Open
High
A Night Like This
Push
In Between Days
Pictures of You
Kyoto Song
The Blood
The Caterpillar
Lovesong
Just Like Heaven
The Last Day of Summer
The Hungry Ghost
From the Edge of the Deep Green Sea
One Hundred Years
End

It Can Never Be the Same
Burn
Play for Today
A Forest

Shake Dog Shake
Three Imaginary Boys
Fascination Street
Never Enough
Wrong Number

Lullaby
The Walk
Friday I'm in Love
Boys don't cry
Close to me
Why can't i be you?

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